El altivo de corazón suscita contiendas; mas el que en Jehová confía, será engordado.

El de corazón orgulloso (hebreo, alma; y por lo tanto confía en sí mismo) "fomenta la contienda" ( y se flaqueará espiritualmente, y muchas veces hasta en los bienes temporales).

Pero el que pone su confianza en el Señor será engordado. La fuente del orgullo es la confianza en uno mismo y la incredulidad hacia el Señor; la fuente de la humildad es la "confianza en el Señor".

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