El camino de los impíos es como la oscuridad: no saben en qué tropiezan.

El camino de los impíos es como tinieblas; no saben en qué tropiezan. No saben con qué peligro pueden tropezar y caer finalmente. Están en peligro perpetuo, y no lo saben, porque están en tinieblas ( cf. en cuanto a los piadosos, "Tú, hoja, no tropieces"). Lo contrario detiene bien de ellos, El camino de los injustos es cada vez más y más oscuro, hasta que termina en la oscuridad de la oscuridad para siempre. Parecen (a sí mismos) clarividentes y sabios; sin embargo, están en la densa oscuridad de la ignorancia, el error y el pecado; y están en peligro continuo de ser arrojados a las tinieblas exteriores y eternas.

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