Aborrezco y aborrezco la mentira, pero amo tu ley.

Aborrezco y aborrezco la mentira, todo lo que es falso, engañoso o autoengañoso (siendo contrario a tu ley) en la doctrina y en la práctica: todas las vanidades y engaños del mundo (nota,).

Pero tu ley amo, como siendo la verdad, sin mezcla de "mentira" o error. "Tu ley" es la antítesis de la "mentira".

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