Si me olvido de ti, oh Jerusalén, que mi diestra se olvide de su astucia.

Si me olvido de ti, oh Jerusalén, que se olvide mi diestra (su astucia), que mi diestra no cumpla más su función de tocar el arpa (cf. Cerrar;). Justa retribución, que mi mano derecha sea completamente privada del poder de tocar, si, olvidándose de ti, Jerusalén, tocara tus alegres cánticos mientras estoy en tu destierro.

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