1 Corintios 16:1-24

1 En cuanto a la ofrenda para los santos, hagan ustedes también de la misma manera que ordené a las iglesias de Galacia.

2 El primer día de la semana, cada uno de ustedes guarde algo en su casa, atesorando en proporción a cómo esté prosperando, para que cuando yo llegue no haya entonces que levantar ofrendas.

3 Cuando yo esté allí, enviaré a los que ustedes aprueben por cartas, para llevar su donativo a Jerusalén.

4 Y si conviene que yo también vaya, ellos irán conmigo.

5 Iré a ustedes cuando haya pasado por Macedonia, porque por Macedonia he de pasar.

6 Puede ser que me quede con ustedes o que hasta pase allí el invierno, para que luego ustedes me encaminen a donde deba ir.

7 Porque ahora no quiero verlos de paso, sino que espero quedarme algún tiempo con ustedes, si el Señor lo permite.

8 Pero me quedaré en Éfeso hasta Pentecostés;

9 porque se me ha abierto una puerta grande y eficaz, y hay muchos adversarios.

10 Si llega Timoteo, miren que esté con ustedes sin temor; porque él trabaja en la obra del Señor, igual que yo.

11 Por tanto, nadie le tenga en poco; más bien, encamínenlo en paz para que venga a mí, porque lo espero con los hermanos.

12 Acerca del hermano Apolos, le animé mucho a que fuera a ustedes con los hermanos; pero de ninguna manera había voluntad para ir ahora. Sin embargo, irá cuando tenga oportunidad.

13 Vigilen; estén firmes en la fe; sean valientes y esfuércense.

14 Todas sus cosas sean hechas con amor.

15 Hermanos, saben que la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya y que se han dedicado al servicio de los santos; les ruego

16 que ustedes se sujeten a los tales y a todos los que colaboran y trabajan arduamente.

17 Me alegro de la venida de Estéfanas, Fortunato y Acaico, porque estos suplieron lo que me faltaba de parte de ustedes;

18 porque tranquilizaron mi espíritu y el de ustedes. Reconozcan, pues, a los tales.

19 Les saludan las iglesias de Asia. Aquilas y Priscila, con la iglesia que está en su casa, les saludan mucho en el Señor.

20 Les saludan todos los hermanos. Salúdense los unos a los otros con un beso santo.

21 La salutación de mi mano: Pablo.

22 Si alguno no ama al Señor, sea anatema. ¡Maranatha!.

23 La gracia del Señor Jesús sea con todos ustedes.

24 Mi amor sea con todos ustedes en Cristo Jesús. Amén.

CAPITULO 16

INDICACIONES EN CUANTO A LA OFRENDA PARA LOS CRISTIANOS DE JUDEA; LOS PLANES DE PABLO: LES ENCOMIENDA A TIMOTEO, APOLOS, etc. SALUTACIONES Y CONCLUSIONES.

1. Cuanto a la colecta para los santos—que estaban en Jerusalén (Romanos 15:26) y en Judea (Hechos 11:29; Hechos 24:17; comp. 2 Corintios 8:4; 2 Corintios 9:1, 2 Corintios 9:12). Dice para los “santos,” más bien que “para los pobres,” para recordar a los corintios que lo que daban era para el pueblo del Señor, hermanos suyos en la fe. Hacia fines de la existencia nacional de los judíos. Judea y Jerusalén sufrieron varias tribulaciones que en parte afectaron a los cristianos judíos. La comunidad de bienes que hubo entre ellos por un tiempo ofrecíó alivio temporario, pero tendió por fin a empobrecerlos a todos al paralizar el esfuerzo individual (Hechos 2:44), y por eso pronto se le puso fin. Fué un hermoso fruto de la gracia que aquel que mediante la persecución les había privado de todo (Hechos 26:10), fuese el primero en esforzarse por el alivio de ellos. haced … de la manera que ordené—durante mi viaje por Galacia, mencionado en Hechos 18:23. Las iglesias de Galacia y Frigia fueron las últimas visitadas por Pablo antes de escribir esta Epístola. Estaba ahora en Efeso, y había llegado allí luego de haberlas visitado (Hechos 18:23; Hechos 19:1). Se entiende que el apóstol no se había callado en Galacia en cuanto a las ofrendas para los pobres, por la intimación hecha en su Epístola a aquellas iglesias (Gálatas 2:10): una coincidencia impensada y señal de autenticidad. [Paley, Horas Paulinas.] Propone como ejemplos para los corintios, a los gálatas; para los macedónicos, a los corintios; y para los romanos, a los macedónicos (Romanos 15:26; 2 Corintios 9:2). Hay grande poder en el ejemplo.

2. Cada primer día de la semana—Este ya había sido santificado por los cristianos como el día de la resurrección del Señor, el día inaugural tanto de la creación física como de la nueva creación espiritual; gradualmente sustituía el séptimo día al sábado judáico (Salmo 118:22; Juan 20:19, Juan 20:26; Hechos 20:7; Apocalipsis 1:10). Asimismo el principio del año fué cambiado del otoño a la primavera, fecha del éxodo de Israel de Egipto. Tres fiestas anuales, todas típicas de verdades cristianas, se ordenó fuesen guardadas en el primer día de la semana: la de los primeros frutos mecidos, que corresponde a la resurrección del Señor; el Pentecostés, o fiesta de las semanas, típica de los frutos de la resurrección en la iglesia cristiana (Levítico 23:11, Levítico 23:15, Levítico 23:36); y la fiesta de los tabernáculos en tiempo de la siega, típica del agrupamiento del número total de los elegidos desde el un cabo del cielo hasta el otro. La pascua fué ordenada como sábado santo (Éxodo 12:16). El Descanso (“sábado”) cristiano conmemora las obras respectivas de las tres Personas de la Trinidad: la creación; la redención (resurrección), y la santificación (en Pentecostés se derramó el Espíritu Santo). Jesús vino para cumplir el espíritu de la ley, no para abrogarla ni para rebajar el ideal de ella. El objeto primordial del sábado es la santidad, no meramente el reposo: “Acuérdate que guardes santo el día sabático.” Véase Génesis 2:3 : “Bendijo Dios el día séptimo y lo santificó, porque en él reposó …” La palabra “acuérdate” sugiere que estaba en existencia antes de la ley del Sinaí, y se refiere a su institución en el Paraíso (véase Éxodo 16:22, Éxodo 16:26, Éxodo 16:30). “Seis días trabajarás;” el espíritu del mandamiento se cumple, sean los seis días del trabajo los seis últimos, o los seis primeros. Un sábado perpetuo sería sin duda el más alto ideal cristiano; pero viviendo como vivimos en un mundo de quehaceres donde el ideal cristiano aún no es realizable, si había necesidad de una ley de tiempo determinado en el Paraíso tanto más la hay ahora. cada uno de vosotros—Aun aquellos de bienes limitados. aparte en su casa—Aunque no haya colecta pública semanal, cada uno ha de poner aparte privadamente una proporción determinada de sus haberes semanales para la causa del Señor y para limosnas. guardando—El vocablo griego: atesorando, abundantemente: las arras de un tesoro mejor guardado para el dador (1 Timoteo 6:19). lo que … pudierelit., “en cuanto haya sido prosperado,” o “cuanto por la prosperidad haya adquirido” [Alford] (Mateo 25:15; 2 Corintios 8:12). para que cuando yo llegare no se hagan … colectas—Para que no tengan que ser hechas entonces, cuando vuestro tiempo y el mío debiera ser empleado más directamente en cosas espirituales. Cuando los hombres dan una sola vez, no se da tanto. Pero cuando cada uno pone aparte algo cada día del Señor, se colecta mucho más de lo que cada uno hubiera dado en una sola ocasión. [Bengel.]

3. los que aprobareis por cartas, a éstos enviaré—Tradúzcase más bien: “A los que aprobéis, los enviaré con cartas;” Esto es, con cartas a varias personas en Jerusalén, las que servirían de credenciales. No había necesidad de cartas de parte de ellos antes de la llegada de Pablo, si las personas recomendadas no iban a ser enviadas antes de que él llegase. La expresión “por cartas” es una expresión abreviada por: “enviaré, recomendándolos por cartas.” [Grocio.] Si se retiene el sentido de nuestra versión, se entenderá así: “Cuando llegue enviaré a aquellos que vosotros por vuestras cartas (entonces a serles dadas) aprobéis.” Pero la antítesis (oposición o contraste) de Pablo mismo (v. 4) favorece el parecer de Grocio. Así que “por” significa con (Romanos 2:27); y el griego “por” se traduce con (2 Corintios 2:4). que lleven vuestro beneficio—El término griego: “gracia”, significa “don libre, gratuito (2 Corintios 8:4).

4. si fuere digno el negocio—si valiere la pena. Si vuestras colectas llegasen a ser lo bastante grandes como para merecer el viaje de un apóstol (lo cual fué dicho para estimular su liberalidad), les acompañaré yo mismo, en vez de darles cartas credenciales (v. 3; véase Hechos 20:1). irán conmigo—para evitar toda posible sospecha de mal (2 Corintios 8:4, 2 Corintios 8:19).

5-7. Su primera intención había sido (2 Corintios 1:15) pasar por Corinto a Macedonia, y volver de nuevo a ellos desde Macedonia, y de allí a Judea; esto se dió a conocer en la epístola perdida (cap. 5:9). Ahora, habiendo cambiado de planes (por lo cual le acusaron de liviandad, 2 Corintios 1:17 y siguientes, siendo más bien falta de severidad, 2 Corintios 1:23; 2 Corintios 2:1), anuncia su segundo plan de “no verlos de paso,” sino “pasar por Macedonia” primero y después “estar con ellos algún tiempo” y hasta “invernar con ellos.” por Macedonia tengo de pasar—Como para decir: “Esto es lo que por fin resuelvo (no como representa la addenda errónea al final de esta Epístola, como si Pablo, al escribirla, estuviese en Filipos, ya en viaje por Macedonia); insinuando que había habido alguna comunicación previa sobre el asunto del viaje, y que había habido también alguna indecisión en el plan del apóstol. [Paley.] En cumplimiento de su segundo plan, le hallamos en Macedonia cuando la Segunda Carta a los Corintios fué escrita (2 Corintios 2:13; 2 Corintios 8:1; 2 Corintios 9:2, 2 Corintios 9:4), y luego de viaje a Corinto (2 Corintios 12:14; 2 Corintios 13:1; comp. Hechos 20:1). “Pasar” es lo opuesto de “quedarse” (v. 6). No estaba aún en Macedonia (como lo demuestra el v. 8), sino en Efeso; mas proyectaba pasar por dicho lugar (pero no quedarse allá, sino en Corinto).

6. En efecto, permaneció allí e invernó, pues pasó los tres meses de invierno en Grecia (Corinto), Hechos 20:3, Hechos 20:6, por cuyo texto parece que Pablo dejó a Corinto probablemente como un mes antes de los “días de los panes sin levadura,” o sea, la Pascua (para tener tiempo de tocar Tesalónica y Berea, de donde eran dos de sus acompañantes; lo cual leemos que hizo en Filipos); de modo que así los tres meses en Corinto serían diciembre, enero y febrero. [Birks, Horas Apostólicas.] para que … me llevéis a donde hubiere de ir—Se proponia ir hasta Judea (2 Corintios 1:16) desde Corinto, pero sus planes aún no estaban del todo resueltos (Nota, v. 4; véase Hechos 19:21).

7. no os quiero ahora ver de paso—Esto es, no deseo haceros una mera visita de paso, lo cual hice en mi segunda visita (2 Corintios 12:14). Al contrario, deseo pasar algún tiempo con vosotros.

8. estaré en Efeso—donde Pablo escribió esta Epístola. Comp. v. 19: “Asia”, en donde estaba Efeso. hasta Pentecostés—Parece que permaneció allí así como se lo proponía, porque al momento cuando el alboroto motivó su salida, ya estaba pensando dejar a Efeso (Hechos 19:2, Hechos 19:22). Combinado con el cap. 5:7, 8, este versículo fija la fecha de esta Epístola a unas pocas semanas antes de Pentecostés, y muy pronto después de la Pascua.

9. se me ha abierto puerta—(2 Corintios 2:12.) Es decir, libre acceso, camino abierto, para la extensión del evangelio (Hechos 19:10). Los sabios están alerta, y saben aprovecharse de las oportunidades. En el mismo sentido se dice de “la puerta de esperanza,” Oseas 2:15. “Puerta de fe,” Hechos 14:27. “Una puerta abierta,” Apocalipsis 3:8. “Una puerta de la palabra,” Colosenses 4:3. “Grande,” esto es, extensa. “Eficaz,” esto es, que requiere grandes esfuerzos [Estio]; o que ofrece oportunidades para efectuar grandes resultados. [Beza.] y muchos son los adversarios—que quisieran obstruir el camino e impedir nuestra entrada por la puerta abierta. El término “adversarios” no quiere decir falsos maestros, sino adversarios abiertos, judíos así como paganos. Una vez que Pablo, mediante sus continuadas labores en Efeso, produjo efectos que comprometían los intereses de los fabricantes de ídolos, los “muchos adversarios” se pusieron en acción (Hechos 19:9). Donde se manifieste el bien, allá el mal no tarda en obrar como antagonista.

10. si llegare Timoteo—Así pues, Timoteo no fué el portador de la Epístola, porque en tal caso no se hubiera dicho: “si llegare Timoteo.” Debe haber sido enviado por Pablo desde Efeso antes de que fuese redactada la Epístola, de acuerdo con el cap. 4:17-19; y con todo, este pasaje indica que Pablo no creía que Timoteo llegaría a Corinto sino después de llegada la carta. Les dice cómo deben tratarle en caso de que llegara. Hechos 19:21 aclara la dificultad: Timoteo, quien fue enviado desde Efeso donde esta Epístola fué escrita, no fué primero a Corinto, sino a Macedonia; de modo que, no obstante que él salió antes que la carta, podía ser que no llegase a Corinto sino después de recibida la carta en dicha ciudad. La coincidencia impensada entre la Epístola y la historia, y la aclaración, del sentido de aquélla (la cual no menciona el viaje a Macedonia) es una marca fehaciente de su autenticidad. [Paley, Horas Paulinas.] No se sabe con exactitud si Timoteo en efecto llegara a Corinto, porque en Hechos 19:22 sólo se menciona Macedonia; pero esto no quiere decir que, por cuanto Macedonia era el destino inmediato de su misión. Corinto no fuese el término final de la misma. El “si llegare Timoteo,” indica incertidumbre. 2 Corintios 1:1 menciona a Timoteo en compañía de Pablo en Macedonia; y 2 Corintios 12:18, que habla de Tito y otros enviados a Corinto, no menciona a Timoteo, lo que probablemente hubiera hecho si uno tan íntimamente conectado con el apóstol como lo era Timoteo, hubiera quedado como su representante en Corinto. Cuando fué incierto el que Timoteo continuara su viaje desde Macedonia a Corinto, la misión de Tito tuvo lugar, pues Pablo anhelaba recibir noticias inmediatas del estado de la iglesia de Corinto. Alford arguye que, en tal caso, los adversarios de Pablo le hubieran acusado de liviandad en este asunto también (2 Corintios 1:17), como en el caso de su cambio de planes. Pero Tito fué enviado directamente a Corinto a fin de que arribara allá antes de que Timoteo pudiera llegar por vía de Macedonia. La presencia de Tito, pues, daría satisfacciones con respecto a la esperada visita de Timoteo, y desarmaría a los adversarios de cualquier acusación a este respecto (2 Corintios 7:6). mirad que esté … seguramente—“sin temor:” refiriéndose acaso a una timidez nerviosa propia del carácter de Timoteo (1 Timoteo 3:15; 1 Timoteo 5:22, 1 Timoteo 5:24). Su juventud agravaría este sentimiento, como también acaso su origen, Listra, por el cual podría ser menospreciado en la refinada Corinto.

11. nadie le tenga en poco—Tal recomendación no fué dada con respecto a ningún otro de los mensajeros enviados por Pablo. Esto lo explica 1 Timoteo 4:12 (comp. Salmo 119:141). Era un hombre joven, más joven probablemente que aquellos que eran empleados comúnmente en misiones cristianas; por esta razón Pablo, temiendo que su juventud le expusiera al menosprecio, le exhorta: “Ninguno tenga en poco tu juventud.” [Paley, H. P.] llevadlo—Despedíos de él con todo respeto, y con todo cuanto necesite (Tito 3:13). en paz—(Hechos 15:33; Hebreos 11:13.) “Paz” es la salutación de bondad y de respecto en el oriente; y así significa toda clase de bendición. Acaso se hace aquí también un contraste entre la “paz” y las “contenciones” prevalecientes en Corinto (cap. 1:11). porque espero—Timoteo y Tito debían encontrarse con Pablo en Troas, a donde el apóstol se proponía seguir desde Efeso (2 Corintios 2:12). San Pablo así reclama el respeto de ellos para Timoteo, como uno que le era tan necesario, que por esto “lo esperaba.” [Theophil.] con los hermanos—Otros, además de Erasto, habían acompañado a Timoteo a Macedonia (comp. v. 12; Hechos 19:22).

12. Acerca del hermano Apolos,… le he rogado que fuese a vosotros—Esto lo dice Pablo para que no creyesen que por celos él había impedido que Apolos fuera a ellos; tal vez ellos habían pedido expresamente que Apolos fuese enviado a Corinto. Apolos no estaba en Efeso cuando Pablo escribió. (comp. v. 19 y cap. 1:1). Tal vez la falta de voluntad de Apolos de ir allá, fué motivada por el desvío que la indebida admiración por su estilo retórico había ocasionado en muchos de Corinto, y no quería dar su aprobación a ello (cap. 1:12; 3:4). La falta de celo egoísta en Pablo le llevó a rogarle a Apolos que fuese; y de la otra mano, Apolos, habiendo sabido del abuso hecho de su nombre en Corinto con propósitos partidistas, se negó a ello perseverantemente. Pablo, por supuesto, no podía declarar en su carta particularmente estas razones, por causa de las divisiones entonces existentes. Llama “hermano” a Apolos, para señalar la unión que había entre los dos. con los hermanos—que llevan esta carta (v. 17). Véase la addenda al final de esta Epístola. Conybeare opina que Tito era uno de los portadores de esta primera carta (2 Corintios 8:6, 2 Corintios 8:16; 2 Corintios 12:18). Alford cree que “los hermanos” aquí pueden ser los mismos del v. 11. pero irá cuando tuviere oportunidad—Apolos en efecto volvió a Corinto cuando se aplacaron las divisiones allí [Jerónimo], siendo ésta una ocasión más oportuna.

13. Velad, estad firmes en la fe—Pablo les enseña que sus esperanzas de salvación no deben depender de Apolos ni de otro maestro alguno; sino más bien de ellos mismos. “Velad:” porque estáis dormitando. “Estad firmes:” porque sois como hombres vacilantes. portaos varonilmente—porque os estáis volviendo afeminados.

14. Todas vuestras cosas sean hechas con caridad—(cap. 8:1; 13:1), no con contiendas como lo hacéis ahora [Crisóstomo.] “En la fe,” la que era atacada por algunos (15:1, 2, 12-17).

15. la casa de Estéfanas es las primicias de Acaya—Es decir, los primeros convertidos de Acaya (comp. Romanos 16:5). La figura tiene relación con las primicias de los frutos ofrecidos al Señor (Levítico 23:10; comp. cap. 15:20). Los miembros de esta familia habían sido bautizados por Pablo mismo (cap. 1:16). se han dedicado al ministerio de los santosvoluntariamente para servir a los ministros (véase 2 Corintios 8:4).

16. Que … os sujetéis a los tales—Que hagáis otro tanto, a vuestra vez imitando la consagración de ellos. [Alford.] y a todos los que ayudan y trabajan—Léase: “a todo aquel que coopera (con ellos) y que trabaja (aparte).”

17. Huélgome de … Achaico—Probablemente de la casa de Estéfanas. éstos suplieron lo que a vosotros faltaba—Ya que vosotros mismos no pudisteis “recrear mi espíritu” por estar ausentes de mí, ellos, al venir a mí de parte de vosotros, han facilitado los medios de comunicación entre nosotros. Parece que ellos llevaron esta carta al volver; véase la addenda más abajo: de ahí las exhortaciones de los vv. 16, 18, que dan a entender que ellos habían de estar en Corinto con la llegada de la Epístola.

18. recrearon mi espíritu y el vuestro—El “vuestro” será recreado al recibir esta carta, y al saber que mi espíritu se ha gozado por la venida de ellos de parte de vosotros; y (acaso) por el buen informe que me dieron de muchos de vosotros (cap. 1:4-8); mi recreación de espíritu depende de la vuestra, por ser vosotros mis discípulos (2 Corintios 7:13; comp. Malaquías 6:8). reconoced pues los tales—Dadles el debido reconocimiento mediante la bondadosa recepción de los mismos. 1 Tesalonicenses 5:12 : “reconocedlos” en su verdadero valor, y tratadlos conformemente.

19. Las iglesias de Asia os saludan—No toda el Asia Menor, sino solamente el Asia Lidiana, de la que Efeso era capital. Os saludan mucho—con afecto especial. Aquila … Priscila—(Comp. Hechos 18:2; Romanos 16:3.) Habiendo sido expulsados antes de Italia por Claudio, vinieron a Corinto (de ahí que es propia su salutación a los Corintios aquí), y luego se trasladaron con Pablo de Corinto a Efeso (Hechos 18:2, Hechos 18:18, Hechos 18:26); en Efeso, como también en Roma subsecuentemente, establecieron una iglesia (o asamblea de creyentes) en su casa (Romanos 16:3, Romanos 16:5). Eran un modelo de matrimonio cristiano. Su amor y su consagración eran vistos por doquiera que iban (Romanos 16:3). Hasta el dotado Apolos, de tan alta estima en Corinto, les debía a ellos mucho de su conocimiento (Hechos 18:24). En el v. 20, “todos los hermanos” (o sea, toda la iglesia) parecen ser distintos de “la iglesia que está en su casa,” la que no era sino una asamblea parcial y privada de toda la iglesia en general. Neandro opina que Romanos 16:23 se refiere a “toda la iglesia” que se reunía en casa de Gayo (comp. Colosenses 4:15). “Sinagoga” denota una asamblea en general, sin referencia al carácter o motivos de sus miembros. “Iglesia,” como el hebreo kahal, denota una asamblea legalmente convocada: como por ejemplo, los judíos reunidos en cuerpo político para recibir la ley (de ahí que Esteban la llama “la iglesia en el desierto,” Hechos 7:38), y que tiene un vínculo legal de unión. Los seguidores de Cristo, dispersos unos de otros, dejaron de ser una congregación (sinagoga), pero formaban aún una iglesia, teniendo el mismo vínculo de unión a la misma Cabeza, por la misma fe y esperanza. [Vitringa, Sinagoga y Templo.] Así se explica el que Saulo “entrara por las casas y se llevara a hombres y mujeres:” Iba a buscarlos a las casas porque los cristianos se reunían en sus varias “casas” de oración. en el Señor—Piden para vosotros toda bendición del Señor, la fuente de todo bien. [Grocio.] Alford explica: “en una manera cristiana,” como conscientes de vuestro común Señor. “En el Señor” parece referirse a su unión conjunta en Cristo, siendo sus oraciones de los unos por los otros en virtud de dicha unión.

20. Saludaos … con ósculo santo—Es decir “con beso santo” siendo ésta una señal del mutuo amor de los cristianos, especialmente practicada en la cena del Señor (comp. Romanos 16:16; 1 Tesalonicenses 5:26), “en la que todas las disensiones quedarían ahogadas.” [Bengel.]

21. salutación … de mi mano—Hasta aquí había dictado el resto de la Epístola.

22. Esta es una solemne amonestación concluyente puesta de su propia mano: como en Efesios 6:24; Colosenses 4:18. El que no amare al Señor—quien debe ser “amado” sobre Pablo, Apolos, y todos los demás maestros. El amor de unos a otros ha de ser en relación con el amor a aquel que es sobre todos. Ignacio (Epístola ad Romanos 7) escribe de Cristo: “Mi amor ha sido crucificado” (comp. Cantares de los Cantares 2:7). Jesucristo—omitido de los manuscritos más antiguos. sea anatema—Sea maldecido con aquella maldición que los judíos que llaman “maldito” a Jesús (cap. 12:3) traen justamente sobre sus propias cabezas. [Bengel.] En vez de “saludarlo”, que sea “maldecido.” Maranatha—En siriaco significa “el Señor viene.” Este era un lema usado para incitar a la vigilancia y a la preparación para la venida del Señor: como en Filipenses 4:5 : “El Señor que está cerca.”

23. La gracia, etc.—Esta es la salutación aludida en el v. 21; y de la que se excluyen los incrédulos (v. 22; comp. Joel 1:10, Joel 1:11) [Bengel.]

24. Mi amor, etc.—Después de administrar reprensiones bien severas, termina con expresiones de “amor.” Sus mismos reproches fueron motivados por el amor, y por lo tanto están del todo en armonía con la profesión de amor aquí hecha: era el amor en Cristo Jesús, y por tanto comprendía a “todos” los que a él le aman.

La addenda representa la Epístola como escrita desde Filipos. El v. 8 enseña que fué escrita en Efeso. Bengel conjetura que tal vez, no obstante, fué enviada desde Filipos (v. 5), por cuanto los delegados de los corintios habían acompañado a Pablo hasta allí. Desde Efeso había un camino que conducía a Corinto, y que pasaba al Norte de Filipos.

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