1 Crónicas 20:1-8

1 Aconteció al año siguiente, en el tiempo en que los reyes suelen salir a la guerra, que Joab condujo las fuerzas del ejército, destruyó la tierra de los hijos de Amón y fue a sitiar Rabá. Pero David se había quedado en Jerusalén. Joab atacó Rabá, y la destruyó.

2 Entonces David tomó la corona de la cabeza de su rey, y halló que pesaba treinta y tres kilos de oro y tenía piedras preciosas. Y fue puesta sobre la cabeza de David. También sacó mucho botín de la ciudad.

3 A la gente que estaba en ella la sacó y la puso a trabajar con sierras, trillos de hierro y hachas. Lo mismo hizo David con todas las ciudades de los hijos de Amón. Luego David regresó con todo el pueblo a Jerusalén.

4 Aconteció después de esto que hubo en Gezer otra batalla contra los filisteos. Entonces Sibecai, de Husa, mató a Sipai, uno de los descendientes de los refaítas. Y ellos fueron sometidos.

5 Hubo otra batalla contra los filisteos. Entonces Eljanán hijo de Jaír mató a Lajmi, hermano de Goliat el geteo, el asta de cuya lanza era como un rodillo de telar.

6 Y hubo otra batalla en Gat, donde había un hombre de gran estatura, el cual tenía seis dedos en cada mano y seis dedos en cada pie, veinticuatro en total. Él también era un descendiente de Harafa.

7 Él desafió a Israel, pero lo mató Jonatán hijo de Simea, hermano de David.

8 Estos eran descendientes de Harafa en Gat, y cayeron por mano de David y por mano de sus servidores.

RABBA SITIADA POR JOAB, SAQUEADA POR DAVID.

1. en el tiempo que suelen los reyes salir a la guerra—en la primavera, la sazón usual en tiempos antiguos para emprender una campaña—es decir, un año después de la guerra siria. Joab sacó las fuerzas del ejército, y destruyó la tierra de los hijos de Ammón—La campaña anterior había sido desastrosa para Ammón, debido principalmente a los mercenarios de los ammonitas; y como era necesario, como también justo, que ellos fuesen severamente castigados a causa de su vil ultraje a los embajadores hebreos, Joab asoló su país, cercó la capital, Rabba, y después de un sitio prolongado, habiendo tomado una parte de ella, la ciudad baja o la “ciudad de las aguas”, aislada por el curso tortuoso del Jabbok, y sabiendo que la fortaleza llamada la “ciudad real” pronto caería, invitó al rey a ir personalmente, y tener el honor de tomaria por asalto. Este hecho (mencionado en 2 Samuel 12:26) nos permite concordar dos declaraciones: “David estaba en Jerusalem” (v. 1) y “volvióse David con todo el pueblo a Jerusalem” (v. 3).

2. tomó David la corona de su rey … y hallóla de peso de un talento de oro—Igual a 125 libras, o 56 kilos. Algunos creen que “Malkam”, en nuestra versión traducida “su rey”, debería entenderse como nombre propio, Milcom, o Moloc, el ídolo ammonita, el cual, en efecto, podría llevar una corona pesada. Pero como muchas otras coronas de reyes orientales, la que se tomó en Rabba, no se llevaba sobre la cabeza, sino que se suspendía con cadenas de oro sobre el trono. piedras preciosas—Hebreo “una piedra”, o grupo de piedras preciosas, que fué puesta sobre la cabeza de David.

3. cortólos con sierras—La palabra hebrea “cortólos” es, con la diferencia de la letra final, la misma que se traduce “púsolos”, en el pasaje paralelo de Samuel; y muchos consideran que el ponerlos a sierras, hachas, etc., sólo quiere decir que David condenó a los habitantes a dura servidumbre.

4-8. TRES DERROTAS DE LOS FILISTEOS, TRES GIGANTES MUERTOS.

4. guerra en Gezer—O, Gob (Véase 2 Samuel 21:18).

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