1 Samuel 13:1-23
1 iSaúl tenía [treinta]j años cuando comenzó a reinar, y reinó sobre Israel [cuarenta] y dosk años.
2 Saúl escogió para sí tres mil hombres de Israel; y de ellos dos mil estaban con Saúl en Micmas y en la región montañosa de Betel, y mil estaban con Jonatán en Gabaa de Benjamín. Y despidió al resto del pueblo, cada uno a su morada.
3 Entonces Jonatán atacó el destacamento de los filisteos que había en Geba, y lo oyeron los filisteos. Luego Saúl hizo tocar la corneta por todo el país, diciendo: “¡Oigan los hebreos!”.
4 Y todo Israel oyó que se decía: “Saúl ha atacado el destacamento de los filisteos, y también Israel se ha hecho odioso a los filisteos”. Entonces el pueblo fue convocado en Gilgal para seguir a Saúl.
5 También los filisteos se reunieron para combatir contra Israel, movilizando tres milcarros, seis mil jinetes y gente tan numerosa como la arena de la orilla del mar. Ellos subieron y acamparon en Micmas, al este de Bet-avén.
6 Cuando los hombres de Israel se vieron en aprietos, porque el pueblo fue puesto en apuros, se escondieron en cuevas, grietas, peñascos, fosas y cisternas.
7 Y algunos de los hebreos cruzaron el Jordán hacia la tierra de Gad y de Galaad.
8 Él esperó siete días, conforme al plazo que Samuel había señalado. Pero como Samuel no venía a Gilgal y el pueblo se le dispersaba,
9 Saúl dijo: — Tráiganme el holocausto y los sacrificios de paz. Él ofreció el holocausto.
10 Y sucedió que al acabar de ofrecer el holocausto, he aquí que venía Samuel. Saúl le salió al encuentro para saludarlo
11 y Samuel le preguntó: — ¿Qué has hecho? Saúl respondió: — Cuando vi que el pueblo se me dispersaba, que tú no venías en el plazo señalado y que los filisteos estaban reuniéndose en Micmas,
12 entonces pensé: “Los filisteos descenderán ahora a Gilgal contra mí, y yo no he implorado el favor de SEÑOR”. Por eso me vi forzado y ofrecí el holocausto.
13 Entonces Samuel dijo a Saúl: — Has actuado torpemente. No guardaste el mandamiento que el SEÑOR tu Dios te dio. ¡Pues ahora el SEÑOR hubiera confirmado tu reino sobre Israel para siempre!
14 Pero ahora tu reino no será duradero. El SEÑOR se ha buscado un hombre según su corazón, a quien el SEÑOR ha designado como el soberano de su pueblo, porque tú no has guardado lo que el SEÑOR te mandó.
15 Entonces Samuel se levantó y subió de Gilgal a Gabaa de Benjamín.
16 Entonces Saúl, su hijo Jonatán y la gente que se hallaba con ellos se quedaron en Gabaa de Benjamín. Los filisteos habían acampado en Micmas,
17 y de su campamento salieron los destructores en tres escuadrones. Un escuadrón se dirigió por el camino de Ofra hacia la tierra de Sual.
18 Otro escuadrón se dirigió hacia Bet-jorón, y el tercer escuadrón se dirigió hacia la región que mira al valle de Zeboím, hacia el desierto.
19 En toda la tierra de Israel no había un solo herrero, porque los filisteos habían dicho: “No sea que los hebreos se hagan espadas o lanzas”.
20 Todos los israelitas iban a los filisteos para afilar cada uno su reja de arado, su azadón, su hacha o su hoz.
21 El afilado costaba siete gramos de plata, tanto para las rejas de arado, como para los azadones, los tridentes, las hachas o para afinar las aguijadas.
22 Sucedió, pues, que en el día de la batalla no había ni una espada ni una lanza en poder de ninguno de los que estaban con Saúl y con Jonatán, excepto Saúl y su hijo Jonatán, que sí las tenían.
23 Después el destacamento de los filisteos se dirigió al paso de Micmas.
EL EJERCITO SELECTO DE SAUL.
1. había ya Saúl reinado un año—Los acontecimientos narrados en los capítulos once y doce fueron los incidentes principales comprendidos en el primer año del reinado de Saúl, y los acontecimientos relatados en este capítulo sucedieron el segundo año.
2. Escogióse luego tres mil de Israel—Esta banda de hombres selectos era un cuerpo de guardias que estaba de servicio constantemente, mientras que los demás fueron despedidos hasta que sus servicios fueran necesarios. Parece que su táctica era la de atacar a las guarniciones filisteas que había en el país, por diferentes destacamentos, más bien que arriesgar an combate general. Su primera operación se dirigió a liberar de estos enemigos a su territorio natal, el de Benjamín.
3, 4. LLAMA A LOS HEBREOS A GILGAL CONTRA LOS FILISTEOS.
3. Jonathán (“Dado por Dios”) hirió la guarnición de los Filisteos en Geba—Geba, traducido “el collado” en nuestra versión, y Gabaa, eran ciudades de la tribu de Benjamín, muy cerca la una de la otra (Josué 18:24, Josué 18:28). La palabra traducida “guarnición” es diferente de la del v. 23; la del cap. 14:1 significa, traducida literalmente, algo erigido, tal vez un pilar o asta de bandera, indicativo de la ascendencia filistea; y que la secreta demolición de este estandarte, tan aborrecible al joven y noble patriota, fué la hazaña de Jonatán a que se hace referencia, lo cual es evidente por las palabras: “oyéronlo los filisteos”, que no es el modo en que se mencionaría un ataque a una fortaleza. hizo Saúl tocar trompetas por toda la tierra—este sonido bien conocido era el acostumbrado toque de guerra de los hebreos; el primer sonido era contestado por señales de fuego en los lugares cercanos. Se tocaba un segundo sonido, contestado por fuego en sitios más distantes, y así la proclamación era rápidamente difundida por todo el pais. Como los filisteos se resintieron por la hazaña de Jonatán, como de una tentativa de sacudir su yugo inmediatamente, se decretó un levantamiento general de tropas, siendo el lugar de reunión el viejo campamento de Gilgal.
5. LA GRAN HUESTE DE LOS FILISTEOS.
5. los Filisteos se juntaron para pelear con Israel, treinta mil carros, y seis mil caballos—este número debe incluir carros de todas clases, o tal vez la palabra “carros” quiere decir los hombres que en ellos peleaban (2 Samuel 10:18; 1 Reyes 20:21; 1 Crónicas 19:18), o, como creen algunos críticos, la palabra Sheloshim, treinta, se ha metido en el texto, en vez de Shelosh, tres. Hay que entender que esta junta de carros y gente de a caballo se hizo en la llanura filistea, antes que ellos subiesen por los pasos occidentales y entrasen en el corazón de los collados benjamitas, en “Micmas” (hoy Mukmas), un valle escarpado, al este de Beth-aven (Beth-el). (Robinson).
6, 7. EL APURO DE LOS ISRAELITAS.
6. los hombres de Israel, viéndose puestos en estrecho—Aunque el heroísmo de Saúl era completo, sus súbditos no manifestaban ninguna medida de celo o energía. En vez de aventurar un encuentro, huyeron por todos lados. Algunos en su espanto, salieron del país (v. 7), pero los más se refugiaron en los escondrijos que abundan en las quebradas irregulares de la región. Las rocas están perforadas por todos lados por “cuevas”, “fosos” y “cisternas”—grietas y hendiduras muy hondas en el suelo peñascoso, graneros subterráneos y pozos secos en los campos vecinos. El nombre Micmas (tesoro escondido) parece derivarse de esta peculiaridad natural. (Stanley).
8. Saúl esperó siete días—El estaba todavía en los límites orientales de su reino, en el valle del Jordán. Algunos hombres de espíritu más valiente se habían aventurado a unirse al campamento en Gilgal; pero aun el coraje de aquellos hombres valientes cedía ante la perspectiva de esa terrible visitación; y como muchos de ellos se escabullían, él creyó que era necesario tomar alguna medida inmediata y decidida.
9-16. SAUL, CANSADO DE ESPERAR A SAMUEL, OFRECE SACRIFICIOS.
9. dijo Saúl: Traedme holocausto y sacrificios pacíficos—Aunque Saúl era muy patriota a su manera, era más ambicioso de ganar un triunfo glorioso para sí que atribuirlo a Dios. No entendía su debida posición como rey de Israel, y aunque era consciente de las restricciones bajo las cuales tenía la soberanía, deseaba gobernar como autócrata, con poder absoluto tanto en las cosas civiles como en las sagradas. Esta ocasión fué su primera prueba. Samuel esperó hasta el último día de los siete, para poner a prueba el carácter constitucional del rey; y como Saúl en su precipitación impaciente y apasionada, transgredió a sabiendas, (v. 12) usurpando el oficio de sacerdote, y como no mostró la fe de Gedeón y de otros generales hebreos, incurrió en la amenaza de reshazamiento la cual fué confirmada por su perversidad futura.
15, 16. levantándose Samuel, sabió de Gilgal a Gabaa … Saúl y Jonathán su hijo, y el pueblo que con ellos se hallaba, quedáronse en Gabaa—Saúl transfirió allá su campamento, con la esperanza de que siendo su ciudad natal, ganaría un aumento de seguidores, o que gozaría de los consejos e influencia del profeta.
17. salieron del campo de los Filisteos en correría tres escuadrones—Saqueando por los tres valles que se dividían desde los terrenos elevados de Micmas a Ofra en el norte, por el paso de Beth-orón en el oeste, y hacia abajo por las quebradas de Seboim (las hienas), hacia el Ghor o valle del Jordán al este.
19. en toda la tierra de Israel no se hallaba herrero—El país estaba en el estado más bajo de abatimiento y degradación. Después de su victoria sobre los hijos de Eli, los filisteos habían llegado a ser los amos virtuales de la tierra: su política de desarmar a los naturales ha sido seguida a menudo en el Oriente. Para reparar todo daño serio causado a sus implementos agrícolas, los israelitas tenían que acudir a las fortalezas filisteas cercanas. En algunas versiones inglesas dice: “Sin embargo, tenían una lima”, lo cual puede indicar un privilegio, para afilar los utensilios menores de agricultura.