1 Tesalonicenses 5:1-28

1 Pero acerca de los tiempos y de las ocasiones, hermanos, no tienen necesidad de que les escriba.

2 Porque ustedes mismos saben perfectamente bien que el día del Señor vendrá como ladrón de noche.

3 Cuando digan: “Paz y seguridad”, entonces vendrá la destrucción de repente sobre ellos, como vienen los dolores sobre la mujer que da a luz, y de ninguna manera escaparán.

4 Pero ustedes, hermanos, no están en tinieblas como para que aquel día los sorprenda como un ladrón.

5 Todos ustedes son hijos de luz e hijos del día. No somos hijos de la noche ni de las tinieblas.

6 Por tanto, no durmamos como los demás sino vigilemos y seamos sobrios;

7 porque los que duermen, de noche duermen; y los que se emborrachan, de noche se emborrachan.

8 Pero nosotros que somos del día seamos sobrios, vestidos de la coraza de la fe y del amor, y con el casco de la esperanza de la salvación.

9 Porque no nos ha puesto Dios para ira sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo,

10 quien murió por nosotros para que, ya sea que velemos o sea que durmamos, vivamos juntamente con él.

11 Por lo cual, anímense los unos a los otros y edifíquense los unos a los otros, así como ya lo hacen.

12 Les rogamos, hermanos, que reconozcan a los que entre ustedes trabajan, les presiden en el Señor y les dan instrucción.

13 Ténganlos en alta estima con amor a causa de su obra. Vivan en paz los unos con los otros.

14 Hermanos, también les exhortamos a que amonesten a los desordenados, a que alienten a los de poco ánimo, a que den apoyo a los débiles, y a que tengan paciencia hacia todos.

15 Miren que nadie devuelva a otro mal por mal; en cambio, procuren siempre lo bueno los unos para los otros y para con todos.

16 Estén siempre gozosos.

17 Oren sin cesar.

18 Den gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para ustedes en Cristo Jesús.

19 No apaguen el Espíritu.

20 No menosprecien las profecías;

21 más bien, examinen todo, retengan lo bueno.

22 Apártense de toda apariencia de mal.

23 Y el mismo Dios de paz los santifique por completo; que todo su ser — tanto espíritu, como alma y cuerpo — sea guardado sin mancha en la venida de nuestro Señor Jesucristo.

24 Fiel es el que los llama, quien también lo logrará.

25 Hermanos, oren también por nosotros.

26 Saluden a todos los hermanos con un beso santo.

27 Solemnemente les insto por el Señor que se lea esta carta a todos los hermanos.

28 La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con ustedes.

LO REPENTINO DE LA VENIDA DE CRISTO, MOTIVO PARA VIGILANCIA; VARIOS PRECEPTOS; ORACION POR QUE SEAN ELLOS HALLADOS IRREPRENSIBLES, EN CUERPO, ALMA Y ESPIRITU, EN LA VENIDA DE CRISTO; CONCLUSION.

1. tiempos—el término general e indefinido por períodos cronológicos. momentos—“ocasiones”; los tiempos oportunos (Daniel 7:12; Hechos 1:7). Tiempo indica cantidad; momento, calidad. Los momentos son partes de los tiempos. no tenéis necesidad—los que velan no necesitan que se les diga cuándo vendrá la hora, porque siempre están listos. [Bengel].

2. así como ladrón de noche—Los apóstoles en esta imagen siguen la parábola de su Señor, expresando cómo la venida de Cristo tomará de sorpresa a la humanidad (Mateo 24:43; 2 Pedro 3:10). “La noche es siempre cuando hay una tranquila indiferencia” [Bengel]. “A la media noche” (tal vez figurativa: para algunas partes de la tierra será noche literal), Mateo 25:6. El ladrón no sólo no da ningún aviso de su venida, sino que toma toda precaución para evitar que lo sepa la familia. Así nuestro Señor (Apocalipsis 16:15). Señales precederán la venida para confirmar la paciente esperanza del creyente vigilante; pero la venida finalmente será repentina (Mateo 21:32; Lucas 21:25, Lucas 21:35). vendrá—tiempo presente en el griego, “viene”; expresando su certidumbre repentina y terrible.

3. dirán—“ellos” (entendido), los del mundo Versículos 5, 6; cap. 4:13, “los otros”, todos los demás del mundo con excepción de los cristianos. Paz—(Jueces 18:7, Jueces 18:9, Jueces 18:27; Jeremias 6:14; Ezequiel 13:10). entoncesen aquel mismo momento, cuando menos lo esperen. Véase el caso de Belsasar, Daniel 5:1, Daniel 5:6, Daniel 5:26; Herodes, Hechos 12:21. de repente—imprevista (Lucas 21:34). como los dolores—“Como los dolores de parto” le llegan inesperadamente a la mujer, cuando está ocupada en otras cosas (Salmo 48:6; Isaías 13:8). no escaparánGriego, “no escaparán en nada”; doble negativo para expresar lo completo y absoluto de la perdición de los mundanos. Otro aspecto terrible de su ruina; entonces no habrá ninguna posibilidad de evitarla, por más que desearen (Amós 9:2; Apocalipsis 6:15).

4. no estáis en tinieblas—no en las tinieblas de entendimiento (es decir, ignorancia espiritual) o de la naturaleza moral (es decir, en estado de pecado), Efesios 4:18. para que—con Dios todos los resultados tienen su propósito. aquel díaGriego, “EL día”; el día del Señor (Hebreos 10:25, “el día”) en contraste con “tinieblas”. sobrecoja—inesperadamente (Juan 12:35). como ladrón—Dos de los manuscritos más antiguos leen, “como ladrones” (en acusativo), “como el día sobrecoge a ladrones” (Job 24:17).

5. Los manuscritos más antiguos, como nuestra versión, leen, “PORQUE todos vosotros sois”, etc. No tenéis por qué temer y ser tomados por sorpresa, por la venida del día del Señor, “porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día”; un idiotismo hebreo que da a entender que así como los hijos se parecen a sus padres, así vosotros sois en carácter luces (intelectual y moralmente iluminados en un punto de vista espiritual), Lucas 16:8; Juan 12:36. no somos de la nocheno pertenecemos a la noche ni a las tinieblas. El cambio de persona de “vosotros” a “nosotros” da a entender esto: Vosotros sois hijos de la luz porque sois cristianos, y nosotros, los cristianos, no somos de la noche ni de las tinieblas.

6. los demás—todos los demás del mundo: los no convertidos (cap. 4:13). “Dormir” aquí es la apatía terrenal para las cosas espirituales (Romanos 13:11; Efesios 5:14); en el v. 7 se refiere al sueño natural; en el v. 10, a la muerte. velemos—por la venida de Cristo, lit., “seamos despiertos”. La misma palabra griega ocurre en 1 Corintios 15:34; 2 Timoteo 2:26. sobrios—refrenándonos de las indulgencias carnales, mentales o sensuales (1 Pedro 5:8).

7. Este versículo ha de entenderse en sentido literal. La noche es cuando duermen los que duermen, y cuando los borrachones se emborrachan. Dormir de día da a entender grande indolencia; emborracharse de día, grande desvergüenza. Ahora en sentido espiritual: “Nosotras los cristianos profesamos ser gente del día, no gente de la noche; por lo tanto, nuestro trabajo debería ser trabajo del día, no de la noche; nuestra conducta tal que soporte el ojo del día, y tal que no necesite el velo de la noche” [Edmunds] (v. 8).

8. La fe, la esperanza y el amor son las tres gracias preeminentes (cap. 1:3; 1 Corintios 13:13). No sólo tenemos que estar despiertos y sobrios, sino también armados; no sólo vigilantes, sino también defendidos. La armadura aquí es sólo defensiva; en Efesios 6:13, es también ofensiva. Aquí, pues, la referencia se hace a los medios cristianos de ser guardados para no ser sorprendidos por el día del Señor como ladrón en la noche. La cota y el yelmo defienden dos partes vitales, el corazón y la cabeza respectivamente. “Con tener bien la cabeza y el corazón, el hombre entero está bien.” [Edmunds]. La cabeza necesita ser guardada del error; el corazón, del pecado. En lugar de “la cota de justicia” de Efesios 6:14, tenemos aquí “la cota de la fe y del amor”; porque la justicia que es imputada al hombre para justificación, es “la fe que obra por la caridad” (Romanos 4:3, Romanos 4:22; Gálatas 5:6). La fe, como el motivo dentro, y el amor, manifestado en hechos exteriores, constituyen la perfección de la justicia. En Efesios 6:17 el yelmo es “la salvación”; aquí, “la esperanza de la salvación”. En un aspecto, la “salvación” es una posesión presente (Juan 3:36; Juan 5:24; 1 Juan 5:13, Joel 5:13); en otro, es asunto de la esperanza (Romanos 8:24). Nuestra Cabeza primeramente llevó “la cota de justicia” y “el yelmo de salvación”, para que nosotros, por unión con él, recibamos ambos.

9. Porque—Haciendo constar la base de nuestra “esperanza” (v. 8). no nos ha puesto—(Hechos 13:47), en su eterno propósito de amor (cap. 3:3; 2 Timoteo 1:9). Contraste con Romanos 9:22; Judas v. 4. para alcanzarGriego, “para la adquisición de salvación”; como se dice, según Bengel, de alguno salvado de entre una ruina general, cuando todo lo demás se perdió; así de los elegidos salvado de entre la multitud de los perdidos (2 Tesalonicenses 2:13). El hecho de ser “puestos” por Dios de su gracia, “por Jesucristo” (Efesios 1:5), quita toda pretensión de que seamos capaces de “adquirir” la salvación por medios nuestros. Cristo “adquirió (así es el griego por “ganó”) la iglesia (y su salvación) por su propia sangre” (Hechos 20:28); se dice que cada miembro es “puesto” por Dios “para la adquisición de salvación”. En el sentido primario, Dios hace la obra; en el sentido secundario, el hombre la hace.

10. murió por nosotrosGriego “a favor de nosotros”. o que velemos, o que durmamos—sea que en la venida de Cristo nos hallemos despiertos, es decir vivos, o dormidos en nuestros sepulcros. juntamente—todos nosotros juntos; no tomando los vivos la delantera a los muertos en la glorificación “con él” en su venida (cap. 4:13).

11. consolaos—Aquí vuelve al mismo tenor consolador del cap. 4:18. edificaos los unos a los otros—Edificar, o construír sólidamente como casa, en la fe, esperanza y amor, conversando juntos sobre temas tales como la venida del Señor y la gloria de los santos (Malaquías 3:16).

12. os rogamos—“Exhortamos” es la expresión en el v. 14 (según el original griego); aquí “os rogamos” como si fuese un favor personal (haciendo Pablo la causa de los presbíteros tesalonicenses, como si fuera la suya propia). reconozcáis—Tened estima y respeto por ellos. Reconoced su dignidad oficial. y tratadlos de acuerdo (cf 1 Corintios 16:18) con reverencia y con liberalidad en suplir sus necesidades (1 Timoteo 5:17). Habiendo sido establecida hacía poco la iglesia de Tesalónica, eran necesariamente novicios los ministros (1 Timoteo 3:6), lo que en parte habría sido la causa de que el pueblo los tratase con menos respeto. Parece que la práctica de Pablo fué la de constituír presbíteros en cada iglesia poco después de su establecimiento (Hechos 14:23). los que trabajan entre vosotros, y os presiden y os amonestan—No tres clases de ministros, sino una, como hay un sólo artículo definido común a los tres aspectos de la labor ministerial en el griego. “Trabajan” expresa su vida laboriosa; “presiden”, su preeminencia como presidentes o superintendentes (“obispos”, es decir, sobreedores, Filipenses 1:1, “los que os gobiernan”,lit., líderes, conductores, Hebreos 13:17; “pastores”, Efesios 4:11); “os amonestan”, una de sus funciones especiales; el griego es, “poner en mente”, dando a entender no autoridad arbitraria, sino benévola, aunque admonición fiel. en el Señor—Su presidencia sobre vosotros es en cosas divinas; no en asuntos terrenales, sino en cosas pertenecientes al Señor.

13. en mucha estimaGriego, “más que abundantemente”. por amor de su obra—La elevada naturaleza de su obra sola, el progreso de vuestra salvación y del reino de Cristo, deberia ser motivo suficiente para demandar vuestro amor reverencial. Al mismo tiempo, la palabra “obra”, “trabajo”, enseña a los ministros que, mientras que se pide la reverencia debida a su cargo, éste no es una pichincha, sino “trabajo”; véase “labor” (hasta cansancio; así el griego), v. 12. Tened paz los unos con los otros—Lit., “Tened paz entre vosotros”. No sólo que haya paz entre los ministros y sus rebaños, sino que no haya rivalidades de partidos entre vosotros, luchando algún partido a favor de algún ministro favorito, y otro partido a favor de otro (Marco 9:50; 1 Corintios 1:12; 1 Corintios 4:6).

14. hermanos—Esta exhortación a que “amonesten” (v. como en v. 12) a los desordenados (personas, según 2 Tesalonicenses 3:6, 2 Tesalonicenses 3:11, que no querian trabajar, mas esperaban ser mantenidas; lit., palabra usada para referirse a soldados que no quieren permanecer en las filas, véase cap. 4:11; también los insubordinados a la disciplina de la iglesia, en relación con los que están “sobre” la iglesia, v. 12); a que “consuelen a los de poco ánimo” (los pusilánimes, quienes están por hundirse “sin esperanza” en las aflicciones, cap. 4:13, y tentaciones), etc., se refiere a todo el clero y a los laicos igualmente, aunque es principalmente la obligación del clero (indicado en v. 12). soportéislit., “echad mano firme para sostener” a los débiles. los flacos—espiritualmente. Pablo practicaba lo que predicaba (1 Corintios 9:22). que seáis sufridos para con todos—No hay creyente que no necesite el ejercicio de paciencia “para consigo” mismo; no hay ninguno a quien el creyente no deba mostrarla. Muchas personas la muestran más para con los extraños que con sus propias familias, más para con los grandes que con los humildes; pero debemos mostrarla “para con todos”. [Bengel]. Véase “la paciencia de nuestro Señor” (2 Corintios 10:1; 2 Pedro 3:15).

15. (Romanos 12:17; 1 Pedro 3:9). a otro—sea a un creyente, sea a un pagano, por grande que sea la provocación. seguid lo bueno—como asunto de serio empeño.

16, 17. Para poder “gozarnos siempre” tenemos que “orar sin cesar”. Quien acostumbra dar gracias a Dios por todas las cosas como que suceden éstas para lo mejor, tendrá gozo continuo. [Teofilacto]. Efesios 6:18; Filipenses 4:4, Filipenses 4:6, “Gozaos en el Señor siempre … con toda instancia y suplicación”; Romanos 14:17, “gozo por el Espíritu Santo”; Romanos 12:12, “gozaos en la esperanza”; Hechos 5:41, “gozosos de que fuesen tenidos por dignos de padecer afrenta por el Nombre”: Santiago 1:2, “tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones.” El griego dice, “Orad sin intermisión”, sin permitir que intervengan interrupciones entre los tiempos de oración.

18. en todo—aun en lo que parezca adverso; porque en realidad nada lo es (véase Romanos 8:28; Efesios 5:20). Véase el ejemplo de Cristo (Mateo 15:36; Mateo 26:27; Lucas 10:21; Juan 11:41). ésta—que “nos gocemos siempre, oremos sin cesar, y demos gracias en todo”, “es la voluntad de Dios en Cristo Jesús (como el Mediador y Revelador de aquella voluntad, observada por los que estan en Cristo por fe, véase Filipenses 3:14) con vosotros”. La voluntad de Dios es la ley del creyente. Lachmann correctamente lee comas al fin de cada uno de los tres preceptos (vv. 16, 17, 18), haciendo que “ésta” se refiera a los tres.

20. No apagueis—Siendo el Espíritu un fuego santo, “donde está el Espíritu, él arde” [Bengel] (Mateo 3:11; Hechos 2:3; Hechos 7:51). No arrojeis agua fría sobre aquellos que, bajo la inspiración del Espíritu, se levantan para hablar en lenguas, para revelar misterios, o para orar en la congregación. Las exhibiciones entusiastas de algunos (tal vez acerca de la proximidad de la venida de Cristo, exagerando el dicho de Pablo, 2 Tesalonicenses 2:2, Por espiritu), llevaron a otros (probablemente los ministros presidentes, quienes no siempre habian sido tratados con el debido respeto por los novicios entusiastas, v. 12), por temor del entusiasmo, para impedir las expresiones libres de los verdaderamente inspirados en la congregacion. Por otra parte, hacía falta una precaución (v. 21), para no aceptar como divinas “todas” las revelaciones fingidas sin “examinarlas”.

20. las profecías—sea que tomen la forma de enseñanza inspirada o de predecir lo futuro. “Despreciadas” por algunos como inferiores a las “lenguas”, que parecían las más milagrosas; por esto la profecía o la predicación es declarada por Pablo como un don mayor que el de lenguas, aunque éste era más llamativo (1 Corintios 14:5).

21, 22. Algunos de los manuscritos más antiguos empiezan aqui con el “pero”. De veras no debéis “apagar” las manifestaciones del “Espiritu” ni “menospreciar el acto de profetizar”; “PERO” al mismo tiempo, no aceptéis como genuino “todo” lo que finge serlo. “Examinad (probad) todas” las tales manifestaciones. Existían en la iglesia los medios para probarlas en aquellos hermanos que tenian el don de “discernir los espíritus” (1 Corintios 12:10; 1 Corintios 14:29; 1 Juan 4:1, Joel 4:1). Otra prueba segura que tenemos nosotros también es la de probar la profesada revelación para ver si concuerda con las Escrituras, como hacían los nobles bereanos (Isaías 8:20; Hechos 17:11; Gálatas 1:8). Este precepto desaprueba la pretensión del sacerdote romano de decretar alguna ley, sin que los laicos tengan el derecho, en el ejercicio del juicio privado, de examinarla a la luz de las Escrituras. Dice Locke: “Aquellos que siempre están desechando la razón en asuntos de la revelación, se asemejan a un hombre que ciega sus ojos a fin de usar un telescopio”. retened lo bueno—Júntese esta cláusula con la siguiente (v. 22), y no solamente con la anterior. Como resultado de haber “probado todo” y especialmente todas las profecias, “retened (Lucas 8:15; 1 Corintios 11:2; Hebreos 2:1) lo bueno, y teneos alejados de toda especie de mal”. [Bengel y Wahl]. No aceptéis aun las comunicaciones profesadamente inspiradas, si están en contraposición a la verdad a que se os enseñó (2 Tesalonicenses 2:2). La versión inglesa más usada dice: “de toda apariencia de mal.” El contexto, sin embarge no se refíere a las apariencias malas en NOSOTROS MISMOS, de las cuales debamos apartarnos, sino de mantenernos alejados de toda apariencia mala en otros; como por ejemplo en los que fingen profetizar por inspiración. En muchos casos el cristiano no debe apartarse de lo que tenga la semejanza (“apariencia”) de mal, aun cuando es realmente bueno. Jesús sanaba en el día de sábado, y comía con publicanos y pecadores, actos que tenían la apariencia de mal, mas que no habian de ser evitados por la apariencia, como eran realmente actos buenos. Yo estoy de acucerdo con Tittmann más bien que con Bengel, a quien sigue Alford. El contexto favorece este sentido: Por plausible que sea la forma o apariencia exterior de tales pretendidos profetas y sus profecías, teneos alejados de toda forma tal cuando es mala.

23. el Dios—Más bien como el griego, “El Dios de paz mismo”; quien puede hacer para vosotros por su propio poder lo que yo no puedo por todas mis amonestaciones, ni vosotros por todos vuestros esfuerzos (Romanos 16:20; Hebreos 13:20), es decir, guardaros de todo mal, y daros todo lo bueno. os santifique—porque la santidad es la condición necesaria de la “paz” (Filipenses 4:6). en todoGriego, (de modo que vosotros fueseis) “perfectos en todo respecto”. [Tittmann]. entero—sin que falte ninguna de sus partes integrales: “espíritu y alma y cuerpo”. [Tittmann]. Se refiere al hombre en su integridad normal, como originalmente creado; un ideal que alcanzará el creyente glorificado. Las tres partes, espíritu, alma y cuerpo, cada una en su lugar debido, constituirán el hombre “entero”, o íntegro. El “espíritu” enlaza al hombre con las inteligencias superiores del cielo, y es aquella parte más elevada del hombre la que es capaz de recibir al Espíritu vivificador (1 Corintios 15:47). En los no espirituales, el espíritu está tan hundido bajo el alma inferior animal (la cual el espíritu debería dominar), que tales personas se tildan “animales” (en la versión inglesa, sensuales, teniendo sólo el cuerpo de materia organizada, y el alma, la esencia inmaterial animadora), no teniendo al Espíritu (véase 1 Corintios 2:14; Notas,1 Corintios 15:44, 1 Corintios 15:46; Juan 3:6). El no creyente resucitará con cuerpo animal (animado por el alma), pero no como el creyente con su cuerpo espiritual (investido de espíritu) como el cuerpo de Cristo (Romanos 8:11). sin reprensión para—más bien como el griego, “irreprensiblemente (como para estar en estado irreprensible) en la venida de Cristo”. En hebreo, “paz” y “entero” (perfecto en todo sentido) son términos relacionados; de modo que la oración de Pablo aquí nos enseña qué significa el título “el Dios de la paz”. Bengel entiende “en todo” como colectivamente, todos los tesalonicenses sin excepción, de modo que no falte ninguno. Y “entero”, individualmente, cada uno de ellos entero, con “espíritu, alma y cuerpo”. La mención de la preservación del cuerpo acuerda con el tema (cap. 4:16). Trench mejor considera “en todo” como queriendo decir: “Habiendo alcanzado perfectamente el fin moral”, es decir, ser hombre adulto en Cristo. “Entero”, completo, sin que falte ninguna gracia que debiera haber en el cristiano.

24. Fiel—a las promesas de su pacto (Juan 10:27; 1 Corintios 1:9; 1 Corintios 10:23; Filipenses 1:6). el que os ha llamado—más bien. “el que os está llamando”. Dios, el “llamador” de su pueblo. hará que su llamamiento no falte de su fin propuesto. lo hará—os conservará y presentará “irreprensibles” en la venida de Cristo (v. 23; Romanos 8:30; 1 Pedro 5:10). No miréis a los enemigos que están delante o detrás, a derecha o a izquierda, sino mirad la fidelidad de Dios a sus promesas, el celo de Dios por su propio honor, y el amor de Dios para con los que él llama.

25. Algunos de los manuscritos más antiguos leen: “Orad también por nosotros”; haced de nosotros y de nuestra obra tema de vuestras oraciones, así como nosotros hemos estado orando por vosotros (v. 23). Otros omiten el “también”. El clero necesita mucho las oraciones de sus rebaños. Pablo hace el mismo pedido en las Epístolas a los Romanos, a los Efesios, Filipenses, Colosenses, Filemón y 2 Corintios; no así en las Epístolas a Timoteo y Tito, de cuyas intercesiones siendo ellos sus hijos espirituales, él ya estaba seguro; tampoco en las Epístolas Primera a los Corintios y a los Gálatas, como éstas abundan en reprensiones.

26. De aquí aparece que esta Epístola fué entregada primero a los ancianos, quienes la comunicaban a “los hermanos”. ósculo santo—puro y casto. “Osculo de caridad” (1 Pedro 5:14). Señal de compañerismo cristiano en aquellos tiempos (véase Lucas 7:45; Hechos 20:37), como es modo común hoy día en muchos países. Entonces se implantó la costumbre en la iglesia primitiva del beso en la congregación en la celebración de la santa comunión [Justino Mártir, Apología, 1:65; Constituciones Apostólicas, 2:57], besando los hombres a los hombres, y las mujeres a las mujeres, en el Señor. Así en la Iglesia Siria cada uno estrecha la mano de su vecino, y da el saludo, “Paz”.

27. Conjúroos—Más solemne que “ruego”, o “pido”. sea leída a todos—es decir, públicamente en la congregación en momento especial. El tiempo aoristo del griego indica un acto único en tiempo particular. La seriedad de su conjuro da a entender cuán solemnemente importante él sentía que era este mensaje divinamente inspirado. También, como ésta es la primera de las Epístolas del Nuevo Testamento, él hace de ésta la ocasión de un solemne mandato, de que siendo así leída públicamente, fuese ejemplo de lo que debería hacerse en el caso de otras, así como el Pentateuco y los Profetas eran leídos públicamente bajo la dispensación del Antiguo Testamento y todavía son leídos en las sinagogas. Véase el mismo mandato respecto de la lectura del Apocalipsis, el último libro del canon del Nuevo Testamento (Apocalipsis 1:3). El “todos” incluye a mujeres y niños, y especialmente a los que no pudiesen leerlo ellos mismos (Deuteronomio 31:12; Josué 8:33). Lo que Pablo manda con conjuro, Roma prohibe bajo maldición. [Bengel]. Aunque estas Epístolas tenían dificultades, todos los laicos habían de oírlas leer (1 Pedro 4:11; 2 Pedro 3:10; aun los muy jóvenes, 2 Timoteo 1:5; 2 Timoteo 3:15). “Santos” es omitido ante “hermanos” en la mayoría de los manuscritos más antiguos.

28. (Nota, 2 Corintios 13:14). Pablo termina la carta como la empezó (cap. 1:1), con “gracia”. Los manuscritos más antiguos omiten “amén”, lo que era probablemente la respuesta de la iglesia después de la lectura pública de la Epístola.

La subscripción es un agregado comparativamente moderno. La Epístola no fué escrita, como dice esta subscripción, desde Atenas, sino desde Corinto; porque fué escrita en el nombre de Silas y Timoteo (además de Pablo), quienes no se juntaron con el apóstol antes de que llegara a esta ciudad (Hechos 18:5).

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