1 Timoteo 4:1-16
1 Pero el Espíritu dice claramente que en los últimos tiempos algunos se apartarán de la fe, prestando atención a espíritus engañosos y a doctrinas de demonios.
2 Con hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia.
3 Prohibirán casarse y mandarán abstenerse de los alimentos que Dios creó para que, con acción de gracias, participasen de ellos los que creen y han conocido la verdad.
4 Porque todo lo que Dios ha creado es bueno, y no hay que rechazar nada cuando es recibido con acción de gracias
5 pues es santificado por medio de la palabra de Dios y de la oración.
6 Si expones estas cosas a los hermanos serás buen ministro de Jesucristo, nutrido de las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has seguido de cerca.
7 Desecha las fábulas profanas y de viejas, y ejercítate para la piedad.
8 Porque el ejercicio físico para poco aprovecha; pero la piedad para todo aprovecha pues tiene promesa para la vida presente y para la venidera.
9 Fiel es esta palabra y digna de toda aceptación.
10 Porque para esto mismo trabajamos arduamente y luchamos, pues esperamos en el Dios viviente, quien es el Salvador de todos los hombres, especialmente de los que creen.
11 Estas cosas manda y enseña.
12 Nadie tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo para los creyentes en palabra, en conducta, en amor, en fe y en pureza.
13 Entre tanto que voy ocúpate en la lectura, en la exhortación y en la enseñanza.
14 No descuides el don que está en ti, que te ha sido dado por medio de profecía, con la imposición de las manos del concilio de ancianos.
15 Dedícate a estas cosas; ocúpate en ellas para que tu progreso sea manifiesto a todos.
16 Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto te salvarás a ti mismo y a los que te escuchan.
PREDICCION DE UN PROXIMO ALEJAMIENTO DE LA FE: EL DEBER DE TIMOTEO AL RESPECTO: DIRECCIONES GENERALES PARA EL. El “misterio de la iniquidad” aquí mencionado y trabajando ya (2 Tesalonicenses 2:7), está opuesto al “misterio de la piedad” ahora descrito (1 Timoteo 3:16).
1. Empero—En contraste con el “misterio de la piedad”. el Espíritu—hablando por medio de los profetas en las iglesias (cuyas profecías se apoyaban en las del Antiguo Testamento, Daniel 7:25; Daniel 8:23, etc.; Daniel 11:30, como también en las de Jesús en el Nuevo Testamento, Mateo 24:11), y también por medio de Pablo mismo, 2 Tesalonicenses 2:3 (con quien están de acuerdo 2 Pedro 3:3; 1 Juan 2:18, Joel 2:18; Judas 1:8). manifiestamente—“en palabras claras”. Esto indica que se refiere a profecías del Espíritu que entonces estaban delante de él. en los venideros tiempos—en tiempos siguientes a los tiempos en que está ahora escribiendo. No algún porvenir lejano, sino tiempos inmediatamente subsiguientes, estando ya discernibles los comienzos de la apostasía (Hechos 20:29); éstos son los precursores de “los postreros días” (2 Timoteo 3:1). apostatarán de la fe—La apostasía había de estar dentro de la iglesia, viniendo a ser la fiel una ramera. En 2 Tesalonicenses 2:3 (escrita antes), la apostasía de los judíos de Dios (juntándose con los paganos contra el cristianismo) es la base sobre la cual surge la profecía; mientras que aquí, en las Epístolas Pastorales, la profecía está relacionada con los errores gnósticos, semillas de los cuales ya se habían sembrado en la iglesia [Auberlen] (2 Timoteo 2:18). Apolonio Tianeo, hereje, vino a Efeso durante la vida de Timoteo. escuchando—(Cap. 1:4; Tito 1:14). espíritus de error—que obraban en los maestros heréticos. En 1 Juan 4:2, 1 Juan 4:6, Joel 4:6, “el espíritu de error” se opone a “el espíritu de verdad”, “el Espíritu” que habla contra los herejes en los verdaderos profetas. doctrinas de demonios—lit., “enseñanzas de (es decir, sugeridas por) demonios”. Santiago 3:15, “sabiduría diabólica”; 2 Corintios 11:15, “ministros de Satanás”.
2. Tradúzcase más bien. “Por (lit., “en” el elemento en que actúa la apostasía) la hipocresía de habladores mentirosos”; esto expresa el medio por el cual algunos serán inducidos a “apostatar de la fe”, es decir, por la santidad fingida de los seductores (véase “engañadores”, Tito 1:10). teniendo cauterizada la conciencia—Griego, “teniendo su propia conciencia”, etc., es decir, no sólo “hablando mentiras” a otros, sino también teniendo su propia conciencia cauterizada. Profesando ser guías de otros, mientras su conciencia está contaminada. Las conciencias malas siempre recurren a la hipocresía. Así como la fe y la buena conciencia van siempre unidas (cap. 1:5), así la hipocresía (es decir, la incredulidad, Mateo 24:5, Mateo 24:51; véase Lucas 12:46) y la mala conciencia aquí. Teodoreto lo explica de acuerdo con algunas versiones, “cauterizada”, dando a entender insensibilizada. El griego, sin embargo, principalmente quiere decir “marcada con hierro candente”; la conciencia marcada con el conocimiento de tantos crímenes cometidos contra su mejor criterio y conciencia, como tantas cicatrices quemadas en la conciencia por el hierro. Véase Tito 1:15; Tito 3:11, “condenado de su propio juicio.” Ellos son conscientes de la “marca”, en sí, mas con una exhibición hipócrita de santidad tratan de seducir a otros. Así como el “sello” se usa en buen sentido (2 Timoteo 2:19), así la “marca quemada”, cauterizada, se usa en sentido malo. La imagen es tomada de la costumbre de marcar a los criminales.
3. La sensualidad lleva a una falsa espiritualidad. Su propia impureza interior se refleja en sus ojos en el mundo exterior, y de ahí su ascetismo (Tito 1:14). [Wiesinger]. Mediante una espiritualidad espúrea (2 Timoteo 2:18), que hacía que la perfección moral consistiera de la abstinencia de cosas externas, pretendían ellos llegar a una perfección superior. Mateo 19:10; véase 1 Corintios 7:8, 1 Corintios 7:26, 1 Corintios 7:38, les daba un argumento especioso para “prohibir casarse” (contraste con cap. 5:14), y la distinción en el Antiguo Testamento entre lo limpio y lo impuro les daba un pretexto para su enseñanza de “abstenerse de las viandas” (véase Colosenses 2:16, Colosenses 2:20). Así como estos gnósticos judaizantes combinaban la ramera a la iglesia apóstata del Antiguo Testamento con la bestia (Apocalipsis 17:3) o el anticristianismo espiritualizante y gnóstico, así los elementos judaizantes (cap. 4:3) de Roma finalmente se combinarán con el declarado anticristianismo mundano del profeta falso o la bestia (cap. 6:20, 21; Colosenses 2:8; 1 Juan 4:1; Apocalipsis 13:12). La austeridad—ganó para ellos una ostentación de santidad mientras ellos predicaban doctrinas falsas (Colosenses 2:23). Eusebio, Historia Eclesiástica, 4:29. cita a Ireneo (1:28), una declaración de que Saturnino. Marción y los encratitas predicaban la abstinencia del matrimonio y de las viandas animales. Pablo proféticamente advierte contra tales nociones, semillas de las cuales ya eran sembradas (cap. 6:20; 2 Timoteo 2:17). participasen de ellas—Griego, “para participación”. los fieles—lit., “para participación a los fieles”. Aunque todos (aun los incrédulos, Salmo 104:14; Mateo 5:45) son participantes de los alimentos creados por Dios, sólo los “fieles” cumplen el propósito de Dios en la creación, participando de ellas con hacimientos de gracias; como contrarios a los que se abstienen de ellas, o participando de ellas, no lo hacen con hacimiento de gracias. Los incrédulos no tienen el uso proyectado de tales viandas a causa de tener “la conciencia contaminada” (Tito 1:15). Sólo los hijos de Dios “heredan la tierra”; porque la obediencia es el requisito indispensable (como lo fué en la concesión original de la tierra a Adán), la cual ellos solos poseen. y los que han conocido la verdad—Cláusula que explica y define “los fieles”. Tradúzcase como el griego, “que tengan pleno conocimiento de la verdad” (Nota, Filipenses 1:9). Así él contradice la asunción de conocimiento superior y perfección moral más elevada, presentada por los herejes, a causa de su abstinencia del matrimonio y de las viandas. “La verdad” queda en pie en oposición a las “mentiras” (v. 2) de ellos.
4, 5. Porque—Que expresa una razón que se apoya en un hecho objetivo; o, como aquí, en una cita de las Escrituras. todo lo que Dios crió—lit., “toda creación de Dios”—es bueno—(Génesis 1:31; Romanos 14:14, Romanos 14:20). Una refutación por anticipado de la oposición gnóstica a la creación: semillas de la cual quedan latentes en la iglesia. El judaísmo (Hechos 10:11; 1 Corintios 10:25) fué el punto de partida del error en cuanto a las viandas: la “Gnosis” oriental añadió elementos nuevos. La vieja herejía gnóstica ahora es casi exinta; pero permanece en el celibato del clero de Roma y en sus ayunos de carnes, impuestos bajo pena de pecado mortal. tomándose con hacimiento de gracias—Las carnes, aunque puras en sí mismas, vienen a ser impuras cuando son tomadas con mente desagradecida (Romanos 14:6; Tito 1:15).
5. santificado—apartado como santo para el uso de personas creyentes: separado de “la criatura”, que está bajo la servidumbre de corrupción (Romanos 8:19, etc.) Así como en la Cena del Señor, la nación santifica los elementos, separándolos de su posición contraria al mundo espiritual y colocándolos en su verdadera relación con la nueva vida. Así en todo uso de cosa creada, la oración agradecida tiene el mismo efecto, y debería usarse siempre (1 Corintios 10:30). por la palabra de Dios y por la oración—es decir, “por medio de la oración intercesoria” (así el griego)—es decir, oración consagrante a favor de la “creación” o alimento, y consistiendo aquella oración principalmente en “la palabra de Dios.” Las llamadas Constituciones Apostólicas, 7:49, dan esta antigua oración de agradecimiento, la cual consiste casi exclusivamente en versículos de las Escrituras, “Bendito eres tú, O Señor, quien me das de comer desde mi juventud, quien das alimento a toda carne: Llena nuestros corazones de gozo y alegría para que nosotros, teniendo toda suficiencia, abundemos para toda buena obra en Cristo Jesús nuestro Señor, por quien sean a ti la gloria, el honor y la potencia para siempre Amén.” En el caso de hombres inspirados, “la palabra de Dios” se refería a las oraciones inspiradas de ellos (1 Reyes 17:1); pero como habla Pablo en general, inclusive del hacimiento de gracias por las comidas de hombres no inspirados, “la palabra de Dios” más probablemente se refiere a las palabras tomadas de las Escrituras, usadas en oraciones de agradecimiento.
6. Si esto propusieres—Más bien como el griego, “Si sugieres (sometes a la atención de) a los hermanos”, etc. esto—más bien. “estas cosas”; es decir, las verdades pronunciadas en los vv. 4, 5, en oposición a los errores predichos, vv. 1-3. buen ministro—“buen siervo”. criado—“Alimentado”, “nutrido”; en el original griego tenemos un participio de tiempo presente, expresando acción continuada: “Continuamente siendo alimentado de las buenas palabras”. (2 Timoteo 1:5; 2 Timoteo 3:14). palabras de la fe—es decir, “palabras de la fe”, la fe cristiana (véase el v. 12, donde “fe”, sin artículo, sería más bien “fidelidad”). buena doctrina—“la buena enseñanza”; que explica “la fe”, en oposición a las “enseñanzas de demonios” (v. 1), a las que tenía que oponerse Timoteo. Véase “sana doctrina” (cap. 1:10; 6:3; Tito 1:9; Tito 2:1). la cual has alcanzado—“el curso de la cual tú has seguido”; has seguido trazando su curso y acompañándolo. [Alford]. Tú has empezado a seguir. [Bengel]. La misma palabra griega ocurre, “Tú has comprendido plenamente” (2 Timoteo 3:10); “después de haber entendido todas las cosas” (Lucas 1:3). Es una coincidencia involuntaria que el mismo verbo griego sea usado sólo por Pablo y el compañero de él, Lucas.
7. fábulas … de viejas—mitos de mujeres chochas (cap. 1:4, 9; Tito 1:14). Son “profanas” porque alejan de la “piedad” (cap. 1:4-7; 6:20; 2 Timoteo 2:16; Tito 1:1). desecha—evita; no tengas nada que ver con ellas (2 Timoteo 2:23; Tito 3:10). ejercítate—lit., “ejercítate”, como uno que se está entrenando en el gimnasio (en efecto, el verbo griego viene de la misma raíz que nuestra palabra “gimnasio”). Que sea tu disciplina personal no en los ejercicios ascéticos como sucede con los maestros falsos (vv. 3, 8; véase 2 Timoteo 2:22; Hebreos 5:14; Hebreos 12:11), sino con miras a la piedad (cap. 6:11, 12).
8. el ejercicio corporal—Griego, “la gimnasia” corporal. para poco—Pablo no niega que el ayuno y la abstinencia del trato conyugal por un tiempo, con miras de llegar al hombre interior a través del hombre exterior, aprovechen para algo, Hechos 13:3; 1 Corintios 7:5, 1 Corintios 7:7; 1 Corintios 9:26 (aunque en su forma degenerada, ascetismo, insistiéndose sólo en lo externo, v. 3, no sólo no es provechoso sino dañino). Parece que Timoteo tenía una tendencia hacia tal disciplina exterior (véase cap. 5:23). Mientras que Pablo no desaprueba esto en su proporción y lugar propios, demuestra la gran superioridad de la piedad como provechosa, no sólo “para poco” sino para “todas las cosas”; porque la piedad, teniendo su asiento dentro del hombre, alcanza desde allí toda la vida exterior; no a una porción sólo de su ser, sino a todas partes de él, corporales y espirituales y eternas. [Alford]. “El que tiene la piedad (que es “provechosa para todas las cosas”) no necesita nada agregado a su bienestar aunque esté sin aquellas ayudas que “hasta cierto grado provee”, el ejercicio corporal”. [Calvino]. “La piedad” que es el fin para el cual has de “ejercitarte” (v. 7), es la cosa esencial; los medios son secundarios. tiene promesa, etc.—Tradúzcase como el griego, “Que tiene promesa de la vida que es ahora y de la que ha de venir”. “La vida” en su sentido más verdadero y mejor, ahora y en la eternidad (2 Timoteo 1:1). La duración de la vida en cuanto es realmente buena para el creyente; la vida en sus goces más verdaderos y más útiles ahora en este mundo, y la vida bendita y eterna después (Mateo 6:33; Marco 10:29). “Ahora en este tiempo” (Salmo 84:11; Salmo 112; Romanos 8:28; 1 Corintios 3:21, “todas las cosas son vuestras … el mundo, la vida … lo presente … lo porvenir”). El cristianismo, que parece aspirar sólo a nuestra felicidad en la eternidad, eficazmente la favorece aquí (cap. 6:6; 2 Pedro 1:3). Véase la oración de Salomón y la respuesta (1 Reyes 3:7).
9. (Cap. 1:15). Este versículo, “fiel es el dicho”, etc., confirma la afirmación en cuanto a la “promesa” añadida a “la piedad”, v. 8, y forma la introduccíón al v. 10, que se une al v. 9 por “que”; mejor “porque”. Así 2 Timoteo 2:11. Parece que las personas piadosas sufren pérdida en cuanto a esta vida: Pablo aquí refuta tal opinión [Bengel]. “Dios es el Salvador especialmente de los que creen” (v. 10), tanto en cuanto a “la vida que ahora es”, y también en cuanto a “la vida que ha de venir” (v. 8).
10. por esto—Griego, “con miras a esto”. El motivo por el cual “aun (“aun” omitido en los manuscritos más antiguos) trabajamos y sufrimos oprobios (algunos manuscritos antiguos leen “nos esforzamos”) es porque hemos puesto nuestra esperanza en el Dios viviente” (y por lo tanto, vivificante, v. 8). Salvador—aun en esta vida (v. 8). mayormente de los que creen—Su “trabajo y oprobios” no son inconsecuentes con tener ellos de parte del. Dios viviente, su Salvador, aun la vida presente (Marco 10:30, “cien tantos ahora en este tiempo … con persecuciones”), mucho más la vida venidera. Si Dios es un sentido “Salvador” de los incrédulos (cap. 2:4, es decir, es deseoso de serlo eternamente, y es temporalmente aquí su Conservador y Bienhechor), mucho más lo es de los creyentes. Es Salvador de todos los hombres potencialmente (cap. 1:15); de los creyentes solos eficazmente.
11. Estas verdades, para la exclusión de aquellas enseñanzas inútiles y aun dañinas (vv. 1-8), mientras tú las peses bien para ti, recomiéndalas a todos.
12. Ninguno tenga en poco tu juventud—Pórtate de tal forma que seas respetado a pesar de tu juventud (1 Corintios 16:11; Tito 2:15); véase “juvenil” en cuanto a Timoteo (2 Timoteo 2:22). No era sino jovencito cuando se unió con Pablo (Hechos 16:1). Desde entonces hasta el primer encarcelamiento de Pablo, habían pasado once años. Era, pues todavía joven; especialmente en comparación con Pablo, cuyo lugar estaba ocupando; también en relación con los presbíteros de edad madura a quienes debería “exhortar como a padre” (cap. 5:1), y generalmente respecto de sus deberes de reprender, exhortar y ordenar (cap. 3:1), lo que ordinariamente correspondia mejor a persona más madura (cap. 5:19). sé ejemplo—Griego, “ven a ser modelo” (Tito 2:7). La manera correcta de hacer que los hombres no tengan en poco (menosprecien, o desatiendan) tu juventud. en palabra—en todo lo que digas en público o en privado. en conversación—es decir, “comportamiento”, antiguo sentido de la palabra “conversación”. en caridad … en fe—dos principios cardinales del cristiano (Gálatas 5:6). Los manuscritos más antiguos omiten “en espíritu”. “En fidelidad”, rasgo personal; no “en la fe”. en limpieza—sencillez de propósito santo seguido por consecuencia de actividad santa [Alford] (cap. 5:22; 2 Corintios 6:6; Santiago 3:17; Santiago 4:8; 1 Pedro 1:22).
13. Entre tanto que voy—cuando la comisión de Timoteo por un tiempo seria suspendida por la presencia del apóstol mismo (cap. 1:3; 3:14). en leer—lit., “dedícate a la lectura”; especialmente en la congregación pública. La práctica de leer las Escrituras se transfirió de la sinagoga judía a la igleisa cristiana (Lucas 4:16; Hechos 13:15; Hechos 15:21; 2 Corintios 3:14). Los Evangelios y Epístolas del Nuevo Testamento, reconocidos como inspirados por los que tenían el don de discernir los espíritus fueron desde el principio y a medida de ser escritos, leídos junto con el Antiguo Testamento en las iglesias (1 Tesalonicenses 5:21, 1 Tesalonicenses 5:27; Colosenses 4:16). [Justino Mártir, Apología, 1:67). Creo que si bien la lectura pública es el pensamiento prominente, el Espíritu quería enseñar también que la lectura de las Escrituras en privado debería ser “la fuente de toda sabiduría de la cual los pastores deberían sacar todo lo que presentaran a sus rebaños”. [Alford]. en exhortar—lit., “en exhortación”; dirigida a los sentimientos y a la voluntad con miras a la regulación de la conducta. en enseñar—lit., “a la enseñanza”. Dirigida al entendimiento, como para comunicar conocimientos (cap. 6:2; Romanos 12:7). Sea en público o en privado, la exhortación y la instrucción deberían estar basadas en la lectura de las Escrituras.
14. No descuides el don—dejándolo sin usar. En 2 Timoteo 1:6, el don se representa como una chispa del Espíritu latente dentro de él, que seguramente se apagaría por descuido, el despertar o el tener en ejercicio dependiendo de la voluntad de aquél a quien es conocido (Mateo 25:18, Mateo 25:25, Mateo 25:27). El “járisma” o don espiritual, es aquél del Espíritu que le capacitó para la “obra de evangelista” (Efesios 4:11; 2 Timoteo 4:5), o tal vez el don de discernir espíritus, especialmente necesario en su función de ordenar como superintendente. [Bishop Hinds]. te es dado—por Dios (1 Corintios 12:4, 1 Corintios 12:6). por profecía—es decir, por el Espíritu Santo, en su ordenación general, o si no en su consagración a la sede especial de Efeso, hablando por los profetas la voluntad de Dios de darle gracias necesarias para capacitarlo para su obra (cap. 1:18; Hechos 13:1). (Seguramente el autor está anticipando la historia por muchos años, pues ni Pablo ni Timoteo estaban pensando en términos de “sedes” o “diócesis”. Semejante organización eclesiástica no se desarrolló sino en años posteriores. Nota del Trad.) con la imposición de las manos—Así en el caso de Josué, Números 27:18; Deuteronomio 34:9. El don se asociaba al acto simbólico de la imposición de manos. Pero la preposición griega “con” indica que la imposición de manos del presbiterio fué el mero acompañamiento de la comunicación del don. “Por” (2 Timoteo 1:6) indica que la imposición de las manos de Pablo fué el instrumento mismo de la comunicación del don. del presbiterio—En 2 Timoteo 1:6, el apóstol no menciona sino su propia imposición de manos. Pero allí su propósito es recordarle a Timoteo especialmente la parte que él mismo tomó en comunicarle el don. Aquí menciona el hecho, muy consecuente con lo otro, de que los presbíteros vecinos tomaron parte en la ordenación o consagración, tomando él mismo, sin embargo, la parte principal. Aunque Pablo tenía la superintendencia general de los presbíteros, era él mismo un presbítero o anciano (1 Pedro 5:1; Joel 1:1). El concilio judío se componía de los ancianos de la iglesia (el presbiterio, Lucas 22:66; Hechos 22:5). y un rabino presidente; así la iglesia cristiana se componía de apóstoles, presbíteros (ancianos) y un presidente (Hechos 15:16). Así como el presidente de la sinagoga era del mismo orden que sus presbíteros, así el obispo era del mismo orden que sus presbíteros. En la ordenación del presidente de la sinagoga siempre estaban presentes tres presbiteros para imponer las manos, de esta manera también los cánones de la iglesia primitiva (más correctamente, en tiempos postapostólicos. Nota del Trad.) requerían la presencia de tres obispos en la consagración de un obispo. Así como el presidente de la sinagoga, así sólo el obispo de la iglesia podía ordenar, actuando él como representante y en nombre de todo el presbiterio. [Vitringa]. Así, en la Iglesia Anglicana, el obispo ordena, acompañándole los presbíteros o sacerdotes en la imposición de manos.
15. Medita—Griego, “Medita cuidadosamente” (Salmo 1:2, Salmo 119:15; véase “Isaac”, Génesis 24:63). estas cosas—(vv. 12-14). Así como el alimento no nutriría sin la digestión, la cual asimila la comida a la sustancia del cuerpo, así el alimento espiritual, para sernos de provecho, necesita ser apropiado mediante la meditación con oración. ocúpate en ellas—Lit., “SE en estas cosas”; que ellas te monopolicen; sé completamente absorbido en ellas. La entera dedicación de sí mismo, así como en otros empeños, así especialmente en la religión, es el secreto de la eficiencia. Hay cambios en cuanto a todos los demás estudios: de moda hoy, fuera de moda mañana; este estudio solo nunca está fuera de uso y cuando es hecho la suprema aspiración, santifica todos los demás estudios. El ejercicio del ministerio amenaza el espíritu del ministro si no es sostenido interiormente. El ministro tiene que ser su propio alumno antes de poder ser maestro de otros. aprovechamiento—Griego, “progreso” hacia la perfección en la vida cristiana, y especialmente hacia la más plena realización del ideal del ministro cristiano (v. 12). sea manifiesto a todos—no para tu gloria, sino para la conquista de almas (Mateo 5:16).
16. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina—“… (Hechos 3:5). de tu enseñanza”. Los dos requisitos de un buen pastor; su enseñanza no aprovechará a menos que su vida esté de acuerdo con ella; y su propia pureza no basta a menos que sea diligente en la enseñanza. [Calvino]. Este versículo es un resumen del v. 12. persiste en ello—(2 Timoteo 3:14). haciendo esto—no “por hacer esto”, como si se pudiera salvar por sus obras. a ti mismo salvarás y a los, etc.—(Ezequiel 33:9; Santiago 5:20). Cumpliendo fielmente su deber para con otros, el ministro está promoviendo su propia salvación. En efecto, no puede “tener cuidado de la enseñanza” de otros si al mismo tiempo no “tiene cuidado de sí mismo”