LAS EPISTOLAS PASTORALES DEL APOSTOL PABLO A TIMOTEO Y TITO
INTRODUCCION
AUTENTICIDAD—La Iglesia Antigua nunca dudó de que fueran canónicas y escritas por Pablo. Se hallan en la versión Péschitosiriaca del segundo siglo. El Fragmento sobre el Canon de las Escrituras, por Muratori, escrito hacia el fin del segundo siglo, reconoce estas Epístolas como genuinas de Pablo. Ireneo, Adversus Hereses, 1 y 3; 3:3; 4:16; 3; 2:14; 8; 3:11, 1; 12 Samuel 16:3, cita Timoteo 1:4, 9; 6:20; 2 Timoteo 4:9; Tito 3:10. Clemente de Alejandria, Strómata, 2:457; 3:534, 536; 1:350, cita 1 Timoteo 4:1, 1 Timoteo 4:20; 1 Timoteo 2 Timoteo, acerca de las diaconisas; Tito 1:12. Tertuliano, De Prescriptione Hereticorum, 25 y 6, cita 1 Timoteo 6:20; 2 Timoteo 1:14; 1 Timoteo 1:18; 1 Timoteo 6:13, etc., 2 Timoteo 2:2; Tito 3:10; y Adversus Marcion. Eusebio incluye las tres entre las Escrituras "universalmente reconocidas". Teófilo de Antioquía, Ad Autolycum, 3:14, cita 1 Timoteo 2:1; Tito 3:1; y Gayo (en Eusebio, Historia Eclesiástica, 6:20) reconoce su autenticidad. Clemente de Roma, al fin del primer siglo, en su primera Epístola a los Corintios, cap. 29, cita 1 Timoteo 2:8. Ignacio, al principio del segundo siglo, en Epístola a Policarpo, sec. 6, se refiere a 2 Timoteo 2:4. Policarpo, al principio del segundo siglo, en su Epístola a los Filipenses, cap. 4, se refiere a 2 Timoteo 2:4; y en cap. 9, a 2 Timoteo 4:10. Hegisipo, al fin del segundo siglo, en Eusebio, Historia Eclesiástica, 3:32, hace alusión a 1 Timoteo 6:3, 1 Timoteo 6:20. Atenágoras, al fin del segundo siglo, hace alusión a 1 Timoteo 6:16. Justino Mártir, a mediados del segundo siglo, (Diálogo contra Trifonen, 47), hace alusión a Tito 3:4. Sólo el gnóstico Marción las rechazó.
Las HEREJIAS COMBATIDAS en ellas forman el período de transición del judaísmo, en su forma ascética, al gnosticismo como éste se desarrolló más tarde. Son claras las referencias al judaísmo y al legalismo (1 Timoteo 1:7; 1 Timoteo 4:3; Tito 1:10, Tito 1:14; Tito 3:9). Son inequívocos los vestigios del incipiente gnosticismo (1 Timoteo 1:4). La teoría gnóstica de un principio doble desde el comienzo del mundo, es decir del mal como del bien, aparece en germen en 1 Timoteo 4:3, etc. En 1 Timoteo 6:20, el mismo término Gnosis ("ciencia") aparece. En 2 Timoteo 2:17, se alude a otro error gnóstico, es decir, que "la resurrección es ya hecha". El judaísmo combatido en éstas no es el de las Epístolas anteriores, el cual defendía la ley y trataba de imponerla junto con la fe en Cristo para la justificación. Luego pasó a aquella fase, la cual aparece en la Epístola a los Colosenses, por la cual el culto a la voluntad personal y el culto a los ángeles eran agregados a las opiniones judaizantes. Entonces un progreso más del mismo mal aparece en la Epístola a los Filipenses 3:2, Filipenses 3:18, en el cual las prácticas inmorales acompañaban a la doctrina falsa en cuanto a la resurrección (véase 2 Timoteo 2:18 con 1 Corintios 15:12, 1 Corintios 15:32). Este descenso de la legalidad a la superstición y de la superstición a la impiedad, aparece madurada en las referencias a ella en estas Epístolas Pastorales. Los maestros falsos ahora no conocen el uso legítimo de la ley (1 Timoteo 1:7), y además, han echado de sí tanto la buena conciencia como la fe (1 Timoteo 1:19; 1 Timoteo 4:2); hablan mentiras en hipocresía, están corrompidos en mente, y consideran la piedad como medio de ganancia terrenal (1 Timoteo 6:5; Tito 1:11); trastornan la fe con herejías que comen como gangrena, diciendo que la resurrección es hecha ya (2 Timoteo 2:17), llevando cautivas las mujercillas cargadas de pecados, siempre aprendiendo, mas nunca conociendo la verdad, réprobos como Jannes y Jambres (2 Timoteo 3:6, 2 Timoteo 3:8), contaminados, incrédulos, profesando conocer a Dios, mas en sus obras negándole, abominables, desobedientes, réprobos (Tito 1:15). Esta descripción concuerda con la de las Epístolas Generales de Juan y Pedro, y con la de la Epístola a los Hebreos. Este hecho comprueba la fecha posterior de estas Epístolas Pastorales en comparación con las otras cartas paulinas. El judaísmo reprobado en estas cartas pastorales no es el de una fecha anterior, el cual era muy escrupuloso en cuanto a la ley; ahora el judaísmo tendía a las prácticas inmorales. Por otra parte, el gnosticismo combatido en estas Epístolas no es el gnosticismo antijudaico de una fecha posterior, el cual surgió como consecuencia de la derrota del judaísmo por la destrucción de Jerusalén y el templo, sino que era una fase intermedia entre el judaísmo y el gnosticismo, en la cual los elementos orientales y griegos se hallaban en una especie de amalgama con el judaísmo, inmediatamente antes de la destrucción de Jerusalén.
Las INSTRUCCIONES A LOS DIRIGENTES DE LAS IGLESIAS, "obispos presbíteros y diáconos", era natural que el apóstol en vista de su próxima partida, se las diera a Timoteo, presidente de la iglesia en Efeso, y a Tito, que ocupaba un puesto semejante en Creta, para asegurar la debida administración de la iglesia cuando é l ya no estaría, y en un período cuando estaban surgiendo rápidamente las herejías. Véase su ansiedad parecida expresada en su discurso a los ancianos de Efeso (Hechos 20:21). El presbiterio y diaconato habían existido desde los tiempos más remotos en las iglesias (Hechos 6:3; Hechos 11:30; Hechos 14:23). Timoteo y Tito, como superintendentes o sobrestantes (lo que luego significó la palabra "obispo"), habían de ejercer el mismo poder en ordenar presbíteros en Efeso que el que el apóstol había ejercido en su superintendencia general de todas las iglesias gentiles.
Las PECULIARIDADES DE MODOS DE PENSAMIENTO Y EXPRESION son las que nos harían esperar la diferencia de tema y de circunstancias de las personas dirigidas y de las mencionadas como comparadas con las otras Epístolas. Algunas de estas frases peculiares ocurren también en Gálatas, en la cual, como en las Epístolas Pastorales, Pablo, con su fervor característico, ataca a los maestros falsos. Véanse 1 Timoteo 2:6; Tito 2:14, "Se dió a sí mismo por nosotros", con Gálatas 1:4; 1 Timoteo 1:17; 2 Timoteo 4:18; "por los siglos de los siglos" con Gálatas 1:5; "Delante de Dios", 1 Timoteo 5:21; 1 Timoteo 6:13; 2 Timoteo 2:14; 2 Timoteo 4:1, con Gálatas 1:20 : "Columna", 1 Timoteo 3:15, con Gálatas 2:9 : "Mediador", 1 Timoteo 2:5, con Gálatas 3:20; "A su tiempo", Gálatas 6:9, con 1 Timoteo 2:6; 1 Timoteo 6:15; Tito 1:3.
TIEMPO Y LUGAR DE REDACCION.—La Primera Epístola a Timoteo fué escrita no mucho tiempo después de salir Pablo de Efeso para Macedonia (cap. 1:3). Ahora bien; Timoteo estaba en Macedonia con Pablo (2 Corintios 1:1) en ocasión de pasar Pablo de Efeso a aquel país, como se relata en Hechos 19:22; Hechos 20:1, mientras que la Primera Epístola a Timoteo contempla una estada más prolongada de Timoteo en Efeso. Mosheim supone que Pablo estuviera nueve meses de su estada de "tres años" en Efeso (Hechos 20:31) en Macedonia, y otros lugares (tal vez Creta), (la mención de "tres meses" y "dos años", Hechos 19:8, Hechos 19:10, favorece esto siendo pasados los otros nueve meses en otro lugar); y que durante estos nueve meses Timoteo, en ausencia de Pablo, dirigía la iglesia en Efeso. No es probable que Efeso y las iglesias vecinas hubieran sido dejadas mucho tiempo sin oficiales y organización eclesiásticos, acerca de los cuales son dadas órdenes en esta Epístola. Además, Timoteo era todavía "joven" (1 Timoteo 4:12), lo que no se podría decir de él después del primer encarcelamiento de Pablo, cuando habría tenido por lo menos treinta y cuatro años de edad. Finalmente, en Hechos 20:25, Pablo expresa su convicción de que los efesios no volverían a ver su rostro, de modo que 1 Timoteo 1:3 se referirá a su estada en Efeso, relatada en Hechos 19:10, cuando pasó de allí a Macedonia. Pero la dificultad está en explicar cómo surgieron los maestros falsos casi inmediatamente (según esta teoría) después de la fundación de la iglesia. Sin embargo, su visita relatada en Hechos 19, no fué su primera visita. El principio de la iglesia en Efeso fué hecho probablemente en su visita un año antes (Hechos 18:19). Apolo, Aquila y Priscila habían continuado la obra (Hechos 18:24). Así que, en cuanto al repentino crecimiento de maestros falsos, había tiempo suficiente para que ellos se presentaran, especialmente cuando consideramos que los primeros convertidos en Efeso estaban al principio bajo la enseñanza imperfecta de Apolo, imbuído como es probable por las enseñanzas de Filón de Alejandría, la ciudad natal de Apolo, unida con las enseñanzas de Juan el Bautista basadas en el Antiguo Testamento (Hechos 18:24). Además, Efeso, por su ubicación en Asia, su sensualidad y hechicería notorias (Hechos 19:18), y su culto inmoral a Diana (que correspondía a la Ashtóreth de los fenicios), desde el principio era capaz de colorear el cristianismo en algunos de los convertidos con especulaciones orientales y con el desenfreno asiático de prácticas. Así el fenómeno de que la fase de error presentada en esta Epístola, siendo intermedia entre el judaísmo y el gnosticismo posterior (véase más arriba), sería lo que podría ocurrir en la iglesia efesia en un período temprano, como también más tarde, cuando sabemos que tenía "apóstoles" de error declarados (Apocalipsis 2:2, Apocalipsis 2:6), y nicolaítas infames en su conducta. En cuanto a la íntima relación entre esta Primera Epistola y la Segunda (que tenía que haber sido escrita hacia el fin de la vida de Pablo), sobre la cual relación basa Alford su teoría de que la Primera Epístola también fué escrita hacia el fin de la vida de Pablo, la semejanza de circunstancias, el que la persona dirigida sea la misma, que esté tal persona o en Efeso en aquel momento o por lo menos relacionada con Efeso como superintendente de la iglesia, y que tenga que contender con herejes de la misma clase que en la Primera Epístola, todo esto explicaría la relación entre las dos Epístolas. Pero no hay una identidad de tono tan grande como para obligarnos a adoptar la teoría de que no hubieran podido pasar algunos años entre las dos Epístolas.
Sin embargo, se puede responder a todos estos argumentos en contra de la fecha posterior. Puede ser que esta Primera Epístola no se refiera a la primera organización de la iglesia bajo sus obispos, o presbíteros y diáconos, sino a las calidades morales sentadas en un período posterior para aquellos funcionarios, cuando algunos escándalos hicieran necesarios tales consejos. En efecto, dice que el objeto por el cual dejó a Timoteo en Efeso (1 Timoteo 1:3), no fué el de organizar la iglesia por primera vez, sino el de restringir a los maestros falsos. Las indicaciones acerca de la elección de presbiteros y diáconos idóneos se refieren a la elección para llenar las vacantes, no a la primera elección de tales oficiales. El hecho de que existía una institución para las viudas de la iglesia da a entender una organización ya establecida. En cuanto a la "juventud" de Timoteo, tal vez se habla de él como comparativamente joven al lado de Pablo, ahora "el viejo" (Filemón 1:9), y comparado también con algunos de los presbiteros efesios, mayores de edad que Timoteo, su superintendente. En cuanto a Hechos 20:25. no sabemos más que "todos" los presbiteros de Efeso, llamados a Mileto, "nunca vieron el rostro de Pablo" después, como él "sabía" (sin duda por inspiración) que sería el caso, lo que evita la necesidad de la opinión vaga de Alford de que Pablo estuviese equivocado en ésta, su predicción positiva e inspirada (porque tal fué, no una mera conjetura en cuanto a lo futuro). De modo que Pablo probablemente volvió a visitar Efeso (1 Timoteo 1:3; 2 Timoteo 1:18; 2 Timoteo 4:20, dificilmente habría estado en Mileto, tan cerca de Efeso, sin visitar la ciudad) después de su primer encarcelamiento en Roma, aunque todos los ancianos a quienes antes había dirigido la palabra en Mileto no volvieron a verle. La gran semejanza de tema y estilo y del estado de la iglesia entre las dos epistolas. favorece la opinión de que estaban muy cercanas entre sí en cuanto a fechas. También contra la teoría de la fecha temprana, está la dificultad de definir cuándo, durante la estada de dos o tres años en Efeso, podemos insertar una ausencia de Pablo de Efeso lo suficientemente larga para los requisitos del caso como da a entender una estada prolongada y la superintendencia de Timoteo en Efeso (véase, por otra parte, 1 Timoteo 3:14), después de haber sido "dejado" allí por Pablo. Timoteo no se quedó allí cuando Pablo salió de Efeso (Hechos 19:22; Hechos 20:1; 2 Corintios 1:1). (En 1 Timoteo 3:14, dice Pablo, "Esto te escribo con esperanza de que iré presto a ti"; pero en la ocasión anterior de su viaje de Efeso a Macedonia, él no tenía tal expectativa, sino que había pensado pasar el verano en Macedonia y el invierno en Corinto, 1 Corintios 16:6. La expresión "Entre tanto que voy", etc., 1 Timoteo 4:13, da a entender que Timoteo no había de dejar su puesto mientras no llegara Pablo; esto y el reparo anterior, sin embargo, no son válidos contra la teoría de Mosheim). Además, en su discurso de despedida a los ancianos de Efeso, Pablo proféticamente anticipa el origen posterior de maestros falsos de entre ellos mismos; por lo tanto, esta Primera Epístola, que habla de la misma presencia de ellos en Efeso, naturalmente no parecería ser anterior a su discurso sino posterior; es decir, pertenecerá a la fecha posterior indicada. En la Epístola a los Efesios no se presta atención a los errores judeo-gnósticos, los que habrían sido mencionados si realmente hubiesen existido. Sin embargo, se hace referencia a estos errores en la Epístola contemporánea a los Colosenses (Colosenses cap. 2).
Aunque siempre quedarán dudas acerca de la fecha de la Primera Epístola, difícilmente las habrá en cuanto a la Segunda Epístola. En 2 Timoteo 4:13, Pablo le sugiere a Timoteo que traiga los libros y el capote que el apóstol había dejado en Troas. Suponiéndose que la referida visita a Troas sea la mencionada en Hechos 20:5, resultará que el capote y pergaminos quedaron allí como siete años, siendo esto el tiempo transcurrido entre la visita y el primer encarcelamiento de Pablo en Roma: una suposición muy improbable que él hubiera dejado aquellas cosas tanto tiempo sin usar. También cuando, en su primer encarcelamiento, escribió a los colosenses (Colosenses 4:14) y a Filemón (Filemón 1:24), Demas estaba con él; mas cuando escribía 2 Timoteo 4:10, Demas le había abandonado por el amor a este mundo y se había ido a Tesalónica. Otra vez, cuando escribía a los efesios, colosenses, filipenses y a Filemón, tenía buenas esperanzas de una pronta liberación; pero aquí en 2 Timoteo 4:6, espera la muerte inmediata, habiendo estado ya por lo menos una vez ante el tribunal (2 Timoteo 4:16). Otra vez en esta Epístola se representa como en un encierro más riguroso que cuando escribía aquellas Epístolas anteriores en su primer encarcelamiento (aun en la Epístola a los Filipenses, la cual le representa en mayor incertidumbre acerca de su vida, alentaba la esperanza de ser libertado pronto, Filipenses 2:24; 2 Timoteo 1:16; 2 Timoteo 2:9; 2 Timoteo 4:6, 2 Timoteo 4:16). También (2 Timoteo 4:20) habla de haber dejado enfermo a Trófimo en Mileto. Esto no habría podido ser en la ocasión referida en Hechos 20:15, porque Trófimo estaba con Pablo en Jerusalén un poco después (Hechos 21:29). Además, en este caso él estaría hablando de un acontecimiento seis o siete años después como si fuera reciente; además, Timoteo estaba con Pablo en aquella ocasión en Mileto, y por esto no necesitaba que se le informara de la enfermedad de Trófimo allí (Hechos 20:4). También la frase (cap. 4:20), "Erasto se quedó en Corinto", da a entender que Pablo había estado un poco antes en Corinto y que dejó allí a Erasto; pero Pablo no había estado en Corinto por espacio de varios años antes de su primer encarcelamiento y en el intervalo, Timoteo había estado con él, de modo que no era necesario escribirle acerca de aquella visita. Habría sido libertado, pues, después de su primer encarcelamiento (en efecto, Hebreos 13:23, prueba expresamente que el escritor estaba en Italia y en libertad), y habría continuado sus giras apostólicas, y habría sido encarcelado la segunda vez en Roma, desde donde, un poco antes de su muerte, escribió la Segunda a Timoteo.
Eusebio, Crónicas, anno 2083 (empezando en octubre del año 67 d. de C.), dice: "Nerón, a sus otros crímenes, añadió la persecución de los cristianos; bajo él los apóstoles Pedro y Pablo consumaron su martirio en Roma." Así Jeronimo, Catálogus Scriptorum Ecclesiasticorum: "En el año catorce de Nerón, Pablo fué decapitado en Roma por amor a Cristo el mismo día que Pedro, y fué sepultado sobre la vía de Ostia, en el año treinta y siete después de la muerte de nuestro Señor". Alford razonablemente conjetura que las Epístolas Pastorales fueron escritas alrededor de esta fecha. El intervalo fué llenado posiblemente (así dice Clemente de Roma que Pablo predicó hasta "la extremidad del oeste") por un viaje a España (Romanos 15:24, Romanos 15:28), según su intención original. El Fragmento sobre el Canon, de Muratori (cerca del año 170 d. de C.) también alega que Pablo hizo el viaje a España. Así Eusebio, Crisóstomo y Jerónimo. Pero sea esto como sea, parece que un poco antes de su segundo encarcelamiento, Pablo habría hecho una visita a Efeso, donde un nuevo cuerpo de presbíteros gobernaba la iglesia (Hechos 20:25), digamos hacia fines del año 66 o principios del 67. Suponiéndose que tuviera treinta años cuando se convirtió, él tendría ahora más de sesenta, más anciano en su físico que en años, debido a sus continuas fatigas. Aun cuatro años antes él se llamó a sí mismo "Pablo viejo" (Filemón 1:9).
De Efeso Pablo fué a Macedonia (1 Timoteo 1:3). Habría podido escribir la Primera Epístola a Timoteo desde aquel país. Pero usa la palabra "fuí", no "vine", en 1 Timoteo 1:3, "cuando partí para Macedonia", dando a entender que no estaba allí cuando escribía. Dondequiera que estuviese, escribe que estaba incierto acerca de cuánto tiempo podría ser impedido de venir a Timoteo (1 Timoteo 3:14). Birks muestra la probabilidad de que escribiera desde Corinto, siendo rápida y fácil la comunicación entre dicha ciudad y Efeso. Su trayectoria como en ambas ocasiones anteriores, fué desde Macedonia a Corinto. Birks halla una coincidencia entre 1 Timoteo 2:11, y 1 Corintios 14:34, acerca de que las mujeres deberían callarse en la iglesia; y 1 Timoteo 5:17, y 1 Corintios 9:8, acerca del mantenimiento de los ministros sobre el mismo principio que en la Ley Mosaica, de que no se amordazara al buey que trilla el grano; y 1 Timoteo 5:19, y 2 Corintios 13:1, en cuanto a acusaciones contra los presbíteros. Sería natural que el apóstol, en el mismo lugar donde habían sido puestos por obra estos consejos, los reprodujera en su carta.
La FECHA DE LA EPISTOLA A TITO tiene que depender de la que se fija a la Primera Epístola a Timoteo, con la cual está relacionada en su tema, fraseología y tono. No hay dificultad en la Epístola a Tito, vista por sí sola, de fijarle fecha más temprana, es decir, antes del primer encarcelamiento de Pablo. En Hechos 18:18, Pablo, viajando de Corinto a Palestina, por algún motivo desembarcó en Efeso. Ahora vemos (Tito 3:13) que Apolo, al ir de Efeso a Corinto, había de parar en Creta (lo que parece coincidir con el viaje de Apolo de Efeso a Corinto, relatado en Hechos 18:24, Hechos 18:27; Hechos 19:1); por lo tanto, no es improbable que Pablo de la misma manera haya pasado por Creta en su viaje entre Corinto y Efeso; o, tal vez, llevado allí fuera de su itinerario en alguno de sus tres naufragios mencionados en 2 Corintios 11:25; esto explicará el que tocara tierra en Efeso en su viaje de Corinto a Palestina, aunque quedaba fuera de su curso regular. En Efeso Pablo habrá podido escribir la Epístola a Tito [Hug]; allí probablemente se encontró con Apolo, y entregó a su cuidado la Epístola a Tito antes de que partiera para Corinto por vía de Creta, y antes de la partida del apóstol para Jerusalén (Hechos 18:19, Hechos 18:24). Además, en el regreso de Pablo de Jerusalén y Antioquía, él viajó por algún tiempo por Asia Superior (Hechos 19:1) y fué entonces, probablemente, que su intención de "invernar en Nicópolis" se realizó, habiendo ciudad de aquel nombre entre Antioquía y Tarso sobre la ruta de Pablo a Galacia, (Tito 3:12). De este modo, la Primera a Timoteo, según esta teoría, se fecharía dos años y medio más tarde (Hechos 20:1; véase 1 Timoteo 1:3).
El argumento de Alford para clasificar la Epístola a Tito con la Primera a Timoteo, como escrita después del primer encarcelamiento en Roma, quedará en pie o caerá junto con su argumento para fijar la Primera a Timoteo en aquella fecha. En efecto, el argumento irrecusable de Hug a favor de la fecha más temprana para la Epístola a Tito, favorece la fecha temprana fijada para la Primera a Timoteo, la cual es tan parecida si no fuese que otros argumentos lo contrapesen.
La iglesia en Creta acababa de ser fundada (Tito 1:5), y sin embargo se censura en ellas las mismas herejías que en Efeso, lo que demuestra que no se puede sacar de ellas ningún argumento, tal como alega Alford, contra la fecha más temprana para la Primera a Timoteo (Tito 1:10, Tito 1:15; Tito 3:9, Tito 3:11). Pero, al contrario y como parece probable por los argumentos aducidos, si se coloca la Primera a Timoteo en la fecha posterior, la Epístola a Tito pertenece al mismo período por la semejanza del estilo. Alford traza el último viaje de Pablo antes de su segundo encarcelamiento como sigue: A Creta (Tito 1:5), Mileto (2 Timoteo 4:20), Colosas (cumpliendo su intención, Filemón 1:22), Efeso (1 Timoteo 1:3; 2 Timoteo 1:18), desde cuyo distrito escribió la Epístola a Tito; Troas, Macedonia, Corinto (Timoteo 4:20), Nicópolis (Tito 3:12) en Epiro, donde pensaba invernar; lugar en el cual, como era colonia romana, él estaría libre de violencia tumultuosa, y sin embargo donde estaría más abierto al ataque directo de sus enemigos en la metrópoli, Roma. Siendo conocido en Roma como dirigente de los cristianos, fué probablemente [Alford] arrestado como implicado en causar el incendio del año 64, (atribuído por Nerón a los cristianos), y fué enviado a Roma por los duunviros de Nicópolis. Allí fué encarcelado como malhechor común (2 Timoteo 2:9); sus amigos asiáticos le desertaron, con excepción de Onesíforo (2 Timoteo 1:16). Demas, Crescente y Tito le dejaron. Pablo había enviado a Tiquico a Efeso. Lucas sólo quedaba con él (2 Timoteo 4:10). Bajo estas circunstancias escribe la Segunda Epístola a Timoteo, muy probablemente cuando Timoteo estaba en Efeso (2 Timoteo 2:17; véase 1 Timoteo 1:20; 2 Timoteo 4:13), rogándole que viniera antes del invierno (2 Timoteo 4:21), y previendo para pronto su propio suplicio (2 Timoteo 4:6). Tiquico fué tal vez el portador de la Segunda Epístola (2 Timoteo 4:12). No se hizo su defensa ante el emperador, porque éste estaba en Grecia en aquel entonces (2 Timoteo 4:16). La tradición cuenta que murió por la espada, lo que está de acuerdo con el hecho de que su ciudadanía romana le eximiría del tormento, probablemente a fines del año 67 ó 68 d. de C., el último año de Nerón.
Se menciona por primera vez a Timoteo en Hechos 16:1, como residiendo en Listra. (no Derbe, véase Hechos 20:4). La madre era judía de nombre Eunice (2 Timoteo 1:5), su padre, "griego" (es decir, gentil). Como se le menciona como discipulo" en Hechos 16:1, debió haberse convertido antes, y esto por Pablo mismo (1 Timoteo 1:2), probablemente en su visita anterior a Listra (Hechos 14:6); probablemente al mismo tiempo, que su madre Eunice, amante de las Escrituras, y su abuela Loida se convirtieron a Cristo del judaísmo (2 Timoteo 3:14). No sólo el buen informe dado acerca de él por los hermanos de Listra, sino también su origen, en parte judío, en parte gentil, le hicieron especialmente apto para ser el ayudante de Pablo en la obra misionera, trabajando como trabajaba el apóstol en cada lugar, primeramente entre los judíos y después entre los gentiles. A fin de evitar los prejuicios judíos, primero le circuncidó. Parece que acompañó a Pablo en su viaje por Macedonia: pero cuando el apóstol siguió para Atenas, Timoteo y Silas se quedaron en Berea. Siendo enviado de regreso por Pablo a visitar a la Iglesia Tesalonicense (1 Tesalonicenses 3:2), trajo su informe de ella al apóstol en Corinto (1 Tesalonicenses 3:6). Por esto vemos su nombre unido con el de Pablo en los saludos de las dos Epístolas a los Tesaloncenses, las que fueron escritas en Corinto. Otra vez le hallamos "ayudando" a Pablo durante su larga estada en Efeso (Hechos 19:22). De allí fué enviado delante de Pablo a Macedonia y Corinto (1 Corintios 4:17; 1 Corintios 16:10). Estaba con Pablo cuando éste escribió la Segunda Epístola a los Corintios (2 Corintios 1:1); y en el invierno siguiente en Corinto, cuando Pablo envió desde allí su Epístola a los Romanos (Romanos 16:21). En el regreso de Pablo a Asia por Macedonia, Timoteo precedió y esperó al apóstol en Troas (Hechos 20:3). La próxima vez le hallamos con Pablo durante su encarcelamiento, cuando el apóstol escribió las Epístolas a los Colosenses (Colosenses 1:1), Filemón (Filemón 1:1), y Filipenses (Filipenses 1:1). Fué encarcelado y libertado alrededor del mismo tiempo que el escritor a los Hebreos (Hebreos 13:23). En las Epístolas Pastorales, le hallamos mencionado como dejado por el apóstol en Efeso, para que atendiera a la iglesia allí (1 Timoteo 1:3). La última mención de él está en el pedido que le hace Pablo (2 Timoteo 4:21). de que "viniera antes del invierno", en el año 67 ó 68. [Alford]. Eusebio, Historia Eclesiástica, 3:42, dice que era el primer obispo de Efeso; y Nicóforo, Historia Eclesiástica 3:11, declara que murió mártir. Si entonces Juan, como cuenta la tradición, residió y murió en aquella ciudad, habría sido en época posterior. Pablo mismo le ordenó o consagró con la imposición de sus manos y las del presbiterio, de acuerdo con las insinuaciones proféticas dadas respecto de él por los que poseían el don profético (1 Timoteo 1:18; 1 Timoteo 4:14; 2 Timoteo 1:6). Su carácter abnegado se ve en que dejó su hogar inmediatamente para acompañar al apóstol, y en que se sometió a la circuncisión por amor del evangelio; también en su moderación (vista en 1 Timoteo 5:23) a pesar de sus debilidades corporales, las que habrían justificado un régimen de comida más generoso. La timidez y falta de confianza en sí y de osadía en tratar las dificultades de su puesto, parece que eran un defecto en su hermoso carácter de ministro cristiano (1 Corintios 16:10; 1 Timoteo 4:2; 2 Timoteo 1:7).
El PROPOSITO de la Primera Epístola fué (1) recomendar a Timoteo que denunciara a los maestros falsos que no continuasen enseñando otra doctrina que la del evangelio (1 Timoteo 1:3; véase Apocalipsis 2:1); (2) darle instrucciones acerca de la dirección ordenada del culto, las cualidades de los obispos y diáconos, y la selección de viudas que deberían, a cambio de la caridad de la iglesia, cumplir ciertos servicios (1 Timoteo 2a,Apocalipsis 6:2); (3) advertir contra la avaricia, un pecado predominante en Efeso, y animar a las buenas obras (1 Timoteo 6:3).