Colosenses 1:1-29
1 Pablo, apóstol de Cristo Jesús por la voluntad de Dios, y el hermano Timoteo,
2 a los hermanos santos y fieles en Cristo que están en Colosas: Gracia a ustedes y paz de parte de Dios nuestro Padre.
3 Damos gracias a Dios, el Padre de nuestro Señor Jesucristo, orando siempre por ustedes;
4 porque hemos oído de su fe en Cristo Jesús y del amor que tienen por todos los santos,
5 a causa de la esperanza reservada para ustedes en los cielos, de la cual han oído en la palabra de verdad del evangelio
6 que les ha llegado. Y así como está llevando fruto y creciendo en todo el mundo, lo mismo sucede también entre ustedes desde el día en que oyeron y comprendieron de veras la gracia de Dios
7 tal como aprendieron de Epafras, nuestro consiervo amado, quien es fiel ministro de Cristo a favor de ustedes.
8 Él también nos ha informado del amor de ustedes en el Espíritu.
9 Por esta razón también nosotros, desde el día en que lo oímos, no cesamos de orar por ustedes y de rogar que sean llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y plena comprensión espiritual,
10 para que anden como es digno del Señor a fin de agradarle en todo; de manera que produzcan fruto en toda buena obra y que crezcan en el conocimiento de Dios;
11 y que sean fortalecidos con todo poder, conforme a su gloriosa potencia, para toda perseverancia y paciencia.
12 Con gozo damos gracias al Padre que les hizo aptos para participar de la herencia de los santos en luz.
13 Él nos ha librado de la autoridad de las tinieblas y nos ha trasladado al reino de su Hijo amado,
14 en quien tenemos redención, el perdón de los pecados.
15 Él es la imagen del Dios invisible; el primogénito de toda la creación
16 porque en él fueron creadas todas las cosas que están en los cielos y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, dominios, principados o autoridades. Todo fue creado por medio de él y para él.
17 Él antecede a todas las cosas, y en él todas las cosas subsisten.
18 Y, además, él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia. Él es el principio, el primogénito de entre los muertos para que en todo él sea preeminente;
19 por cuanto agradó al Padre que en él habitara toda plenitud
20 y, por medio de él, reconciliar consigo mismo todas las cosas, tanto sobre la tierra como en los cielos, habiendo hecho la paz mediante la sangre de su cruz.
21 A ustedes también, aunque en otro tiempo estaban apartados y eran enemigos por tener la mente ocupada en las malas obras, ahora los ha reconciliado
22 en su cuerpo físico por medio de la muerte para presentarlos santos, sin mancha e irreprensibles delante de él;
23 por cuanto permanecen fundados y firmes en la fe, sin ser removidos de la esperanza del evangelio que han oído, el cual ha sido predicado en toda la creación debajo del cielo.
24 Ahora me gozo en lo que padezco por ustedes, y completo en mi propia carne lo que falta de las tribulaciones de Cristo a favor de su cuerpo, que es la iglesia.
25 De ella llegué a ser ministro según el oficio divino que Dios me dio a favor de ustedes, para dar pleno cumplimiento a la palabra de Dios:
26 el misterio de Dios que había estado oculto desde los siglos y las generaciones, pero que ahora ha sido revelado a sus santos.
27 A estos, Dios ha querido dar a conocer cuáles son las riquezas de la gloria de este misterio entre las naciones, el cual es: Cristo en ustedes, la esperanza de gloria.
28 A él anunciamos nosotros, amonestando a todo hombre y enseñando a todo hombre con toda sabiduría, a fin de que presentemos a todo hombre perfecto en Cristo Jesús.
29 Por esto mismo yo trabajo, esforzándome según su potencia que obra poderosamente en mí.
SALUDO; INTRODUCCION; CONFIRMA LA ENSEÑANZA DE EPAFRAS; LAS GLORIAS DE CRISTO; ACCION DE GRACIAS Y ORACION A FAVOR DE LOS COLOSENSES; SU PROPIO MINISTERIO DEL MISTERIO.
1. por la voluntad de Dios—Griego, “a través de”, etc., (véase Nota, 1 Corintios 1:1). Timoteo—(Véanse notas, 2 Corintios 1:1; Filipenses 1:1). Estaba Timoteo con Pablo cuando escribía esta carta. Había sido compañero de Pablo en su primer viaje por Frigia, donde estaba Colosas. Por lo tanto, parece que los colosenses le asociaban con Pablo en su afecto y el apóstol le incluye en la salutación de la Epístola. Ni el uno ni el otro, probablemente, habían visto la iglesia de los colosenses (véase cap. 2:1), mas en su gira por Frigia habían visto ciertos colosenses, tales como Epafras, Filemón, Arquipo y Apfia (Filemón 1:2), quienes, una vez convertidos, llevaron el evangelio a su ciudad natal. Colosas—Escrita en los manuscritos más viejos, “Colasas”. Así como “santos” da a entender unión con Dios, así “hermanos fieles” quiere decir unión con hombres cristianos. [Bengel]. y del Señor Jesucristo—Lección apoyada por algunos de los manuscritos más antiguos, omitida por otros de igual antigüedad.
3. Acción de gracias por “la fe, esperanza y amor” de los colosenses. Así también en las epístolas mellizas enviadas al mismo tiempo y por el mismo portador, Tiquico (Efesios 1:15). Damos—Yo y Timoteo. y Padre—Así algunos de los manuscritos más viejos. Mas otros mejores omiten el “y”, el cual se infiltró probablemente de Efesios 1:3. siempre orando por vosotros—con hacimiento de gracias (Filipenses 4:6). Véase el versículo siguiente.
4. Habiendo oído, etc.—El lenguaje da a entender que sólo había oído de ellos, sin haberlos visto (cap. 2:1). Véase Romanos 1:8. donde se usa un lenguaje igual acerca de una iglesia que nunca había visto. el amor … a todos—a los ausentes, como también a los que están presentes. [Bengel].
5. A causa de—debe unirse con las palabras inmediatamente anteriores, “el amor que tenéis a todos los santos a causa de la esperanza”, etc. La esperanza de la vida eterna nunca será en nosotros un principio inactivo, mas siempre producirá el “amor”. Los romanistas abusan de este pasaje, como si la esperanza de la vida eterna dependiera de las obras. Pero es un argumento falso. No resulta que nuestra. esperanza esté fundada en nuestras obras porque estemos motivados a vivir bien, puesto que nada es más eficaz para este fin que el convencimiento de la gracia libre de Dios. [Calvino] guardada—un tesoro guardado como para estar fuera de peligro de ser perdido (2 Timoteo 4:8). La fe, la esperanza y el amor encierran la suma del cristianismo. Véase v. 23, “la esperanza del evangelio”. de la cual habéis oído ya—es decir, en el tiempo cuando les fué predicada. por la palabra, etc.—Que la “esperanza” formaba parte de “la palabra verdadera del evangelio” (cf. Efesios 1:13), es decir, la parte del evangelio que os fué predicada.
6. El cual ha llegado hasta vosotros—Griego, “Que está presente entre vosotros”, es decir, que ha venido a vosotros, y queda con vosotros. El habla de la palabra como de una persona viva presente entre ellos. como por todo el mundo—virtualmente, como para esta fecha se predicaba en las partes principales del mundo conocido en aquel entonces; potencialmente, como fué el mandamiento de Cristo de que el evangelio fuese predicado en todas las naciones y no fuera limitado, como lo era la ley, a los judíos (Mateo 13:38; Mateo 24:14; Mateo 28:19). Sin embargo, la verdadera lección y la de los manuscritos más viejos, es la que omite el “y” siguiente, así: “Como por todo el mundo fructifica y crece, como también en vosotros”. Entonces lo que se afirma no es que el evangelio haya sido predicado en todo el mundo, sino que está llevando frutos de justicia, y (como un árbol que lleva fruto y al mismo tiempo crece) está creciendo en números de convertidos por todo el mundo. la gracia de Dios en verdad—es decir, en su verdad y con verdadero conocimiento. [Alford].
7. Como habéis aprendido—Algunos manuscritos agregan “también”, que no pertenece al texto verdadero. Los copiadores que lo metieron en algunos manuscritos, habrán creído que Pablo había predicado el evangelio a los colosenses, lo mismo que Epafras, mientras que la omisión de “también” en los manuscritos más antiguos da a entender que Epafras solo fué el fundador de la iglesia en Colosas. de Epafras—de parte de él. consiervo—es decir, de Cristo. En Filemón v. 23, le llama “mi compañero en la prisión”. Es posible que Epafras haya sido arrestado a causa de sus obras entusiastas en Asia Menor: pero es más probable que Pablo le diera este título, como de su fiel compañero en su encarcelamiento (véase Nota, cap. 4:10, acerca de la suposición de MEYER). el cual es un fiel ministro de Cristo a favor vuestro—o mejor, “el cual es fiel a favor vuestro como ministro de Cristo”, insinuando que él no es uno que ellos debieran rechazar a favor de los maestros nuevos y errados (cap. 2). Algunos manuscritos antiguos leen, “a favor nuestro”. La Vulgata, con uno de los manuscritos más viejos, lee: “a favor vuestro”.
8. vuestro amor—(v. 4), “a todos los santos”. en el Espíritu—la esfera o elemento en que sólo se halla el amor verdadero, como distinto del estado de aquellos que “están en la carne” (Romanos 8:9). Mas aun ellos necesitaban ser incitados a un amor más grande (cap. 3:12-14). El amor es el primer fruto y el principal del Espíritu (Gálatas 5:22).
9. también nosotros—por nuestra parte. lo oímos—(v. 4). no cesamos de orar—Aquí afirma en particular por qué cosa ora; así como en el v. 3 menciona en general el hecho de que oraba por ellos. que seáis llenos—más bien, “que seáis llenados”; un verbo hallado repetidas veces en esta Epístola (cap. 4:12, 17). conocimiento—Griego, “conocimiento completo y exacto”. Palabra sustantiva análoga al verbo griego “conocisteis” (v. 6). de su voluntad—acerca de cómo debéis caminar (Efesios 5:17), como también principalmente el conocimiento de aquel “misterio de su voluntad, según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo, de reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos” (Efesios 1:9); la voluntad de Dios, por la cual se había propuesto eternamente reconciliar para consigo, y salvar los hombres por Cristo, no por los ángeles, como hasta cierto punto enseñaban los maestros falsos (cap. 2:18). [Estio]. Parece que había una falta de conocimiento entre los colosenses, a pesar de sus excelencias generales; por esto Pablo frecuentemente hace énfasis sobre este tema (v. 28; cap. 2:2, 3; 3:10, 13; 4:5, 6). Por otra parte, Pablo ensalza menos la sabiduría a los corintios, quienes ya estaban muy inflados en el alto concepto de sus conocimientos. sabiduría—a menudo mencionada en esta Epístola, como opuesta a la “filosofía” (falsa) y la “ostentación de sabiduría” (cap. 2:8, 23; véase Efesios 1:8). inteligencia—sagacidad para discernir lo que es apropiado para cada ocasión, lugar y tiempo. La sagacidad tiene por asiento “la inteligencia” o intelecto; la sabiduría es más general, y tiene su asiento en todo el ámbito de las facultades del alma. [Bengel]. “¿Quisieras tú saber que los asuntos en la palabra de Cristo son cosas reales? Entonces nunca las leas simplemente por amor del conocimiento”. [Citado por Gaussen]. El saber es deseable solamente cuando es sazonado por la “espiritual inteligencia”.
10. Para que andéis, etc.—El conocimiento verdadero de la voluntad de Dios es inseparable del caminar conformemente con esa voluntad. digno del Señor—(Efesios 4:1). agradándole en todo—literalmente, “para todo agrado”, a Dios, se entiende. fructificando en toda buena obra—Esta es la primera manifestación de que ellos “caminan dígnamente del Señor”. La segunda es su “crecimiento en el conocimiento de Dios” (o, como leen los manuscritos más antiguos, “creciendo POR el pleno conocimiento de Dios”). Entonces, así como se dice que la palabra del evangelio (v. 6) estaba “fructificando” y “creciendo” en todo el mundo, aun así como estaba haciendo en los colosenses desde el día en que ellos conocieron la gracia de Dios, así aquí es la oración de Pablo que ellos pudiesen continuar “fructificando” y “creciendo” más y más por el pleno conocimiento de Dios, cuanto más de aquel “conocimiento” (v. 9) les fuera concedido. El pleno conocimiento de Dios es el verdadero instrumento de expansión en el alma y la vida del creyente. [Alford]. La tercera manifestación de que caminan dignamente es (v. 11), que están “corroborados de toda fortaleza”, etc. La cuarta es (v. 12) que “dan gracias al Padre”, etc.
11. Corroborados”, etc.—El griego dice, “Siendo hechos poderosos en todo poder”. conforme a la potencia de su gloria—más bien, “conforme a la potencia característica de la gloria” de Cristo, aquí muy apropiada al argumento de Pablo, Efesios 1:19; Efesios 6:10, como las abundantes “riquezas de su gloria” en Efesios 3:16. Su potencia es inseparable de su gloria (Romanos 6:4). para toda tolerancia—o paciencia, como para alcanzar todo aguante paciente, una continuación perseverante, sufriente en la fe, a pesar de las pruebas de los perseguidores y las seducciones de los maestros falsos. largura de ánimo—para con aquellos que uno pueda repeler. La “tolerancia” o aguante, se usa hacia aquellos a quienes no se les puede rechazar. [Crisóstomo]. con gozo—sufrimiento gozoso (Hechos 16:25; Romanos 5:3, Romanos 5:11).
12. Dando gracias al Padre—Vosotros, los colosenses. Véase Nota v. 10; esta cláusula está unida con “que seáis llenados” (v. 9), y “que andéis” (v. 10). El nexo no es con “no cesamos de orar por vosotros (v. 9) dando gracias”. al Padre—de Jesucristo, y por lo tanto nuestro Padre por adopción (Gálatas 3:26; Gálatas 4:4, Gálatas 4:6). que nos hizo aptos—No lo hizo por un crecimiento progresivo en la santidad, sino una vez para siempre nos hizo aptos. No es primordialmente la obra del Espíritu que aquí se indica, sentido en que frecuentemente se usa este texto; sino la obra del Padre en colocarnos por adopción, una vez para siempre, en una relación nueva con él, es decir, la relación de hijos. Los creyentes aquí indicados estaban en diferentes grados de santificación progresiva; pero en relación con la aptitud aquí especificada, ellos todos por igual la tenían de parte del Padre, en Cristo su Hijo, estando como estaban “cumplidos en él” (cap. 2:10). Véase Juan 17:17; Judas 1:1, “santificados en Dios Padre”; 1 Corintios 1:30. Todavía, en segundo lugar, esta aptitud, completa de una vez, contiene en sí el germen de la santificación, más tarde desarrollada progresivamente en la vida por el Espíritu del Padre en el creyente. La vida cristiana de “celestialdad”—si se nos permite formar tal palabra en castellano—es la primera etapa del cielo mismo. Tiene que haber, y habrá, una aptitud personal para el cielo donde exista una aptitud judicial para la vida celestial. para participar, etc.—El griego dice: “para la porción (nuestra porción) de la herencia (Hechos 20:32; Hechos 26:18; Efesios 1:11) de los santos en luz”. La “luz” empieza en el creyente aquí, descendiendo del “Padre de las luces” por medio de Jesús, “la luz verdadera”, y es perfeccionada en el reino de la luz, la que incluye conocimiento, pureza, amor y gozo. Aquí se pone en contraste con “las tinieblas” del estado inconverso (v. 13; 1 Pedro 2:9).
13. de la potestad—“de entre la potestad”, de entre la esfera donde es ejercido el poder de Satanás. trasladado—Los así trasladados en cuanto al estado, son también transformados en cuanto al carácter. Satanás tiene un dominio organizado con varios órdenes de poderes de mal (Efesios 2:2; Efesios 6:12). Pero rara vez se usa el término “reino” para referirse a este dominio usurpado (Mateo 12:26); generalmente se limita para indicar el reino de Dios. tinieblas—ceguedad, odio, miseria. [Bengel]. su amado Hijo—más bien como el griego, “el Hijo de su amor”; el Hijo sobre quien reposa su amor (Juan 17:26; Efesios 1:6); en contraste con las “tinieblas”, donde todo es odio y antipatía.
14. (Efesios 1:7). redención—más bien como el griego, “la redención”, la nuestra. por su sangre—Omitido en los manuscritos más antiguos; probablemente metido por algún copiador por influencia de Efesios 1:7. remisión de pecados—tradúzcase como el original griego, “los pecados”, los nuestros.
15. Los que han experimentado en sí mismos “la redención” (v. 14), ya conocen a Cristo en el carácter glorioso aquí descrito, como superior a los ángeles más encumbrados a quienes enseñaban los maestros falsos (cap. 2:18) que había de tributarse culto. Pablo describe a Cristo (1) en su relación a Dios y la creación (vv. 15-17); (2) en relación a la iglesia (vv. 18-20). Así como en aquella relación se considera a Cristo como el Creador (vv. 15, 16) y el Sustentador (v. 17) del mundo natural; así en ésta, como el origen y el apoyo de la nueva creación moral. imagen—semejanza exacta y representante perfecto. Adán fué hecho “en la imagen de Dios” (Génesis 1:27). Mas Cristo, el segundo Adán, reflejaba perfecta y visiblemente “al Dios invisible” (1 Timoteo 1:17), cuya gloria representó sólo en parte el primer Adán. “Imager” (eikσn) incluye “semejanza” (homoiosis); mas “semejanza” no incluye “imagen” “Imagen” siempre supone un prototipo, al cual no meramente se parece, sino del cual es tomada: el duplicado exacto, como el reflejo del sol en el agua; el niño, la imagen viva del padre. “Semejanza” da a entender el mero parécido; no el duplicado exacto y derivación como expresa la “imagen”, véase 1 Corintios 11:7. [Trench]. (Juan 1:18; Juan 14:9; 2 Corintios 4:4; 1 Timoteo 3:16; Hebreos 1:3). Aun antes de su encarnación Cristo era la imagen del Dios invisible como el Verbo (Juan 1:1) por quien Dios creó los mundos y por medio de quien Dios apareció a los patriarcas. De modo que su carácter esencial como siempre “la imagen de Dios”. (1) antes de su encarnación, (2) en los días de su carne, y (3) ahora en su estado glorificado, es, creo, considerado aquí por el verbo “es”. el primogénito de toda criatura—Griego “el primogénito de toda la creación”. Dice el Credo Niceno: “engendrado del Padre antes de todos los mundos.” Se da a entender prioridad y dignidad superlativas (Salmo 98:27): Nuestra versión podría parecer favorecer el arrianismo, como si Cristo fuese una criatura. Tradúzcase, pues: “Engendrado (lit. “nacido”) antes de toda la creación”, según el contexto, que da el motivo por el cual él es caracterizado así: “Porque por él fueron criadas”, etc. (vv. 16, 17). [Trench]. Esta expresión es entendida por Orígenes (tan lejos está el griego de favorecer las opiniones socinianas o arrianas) como que declara la divinidad de Cristo, y es usada por él como una frase para señalar la divinidad en contraste con su humanidad (B. 2, sec. contra Celso).
16. Porque—Esto da la prueba de que él no está incluído en las cosas criadas, mas es el “primogénito” antes de “toda creación” (v. 15), engendrado como el “Hijo del amor de Dios” (v. 13), anteriormente a todas las demás emanaciones, “porque” todas estas otras emanaciones vinieron de parte de él, y todo lo que fué creado, fué creado por él. por él—más bien como el griego “en él”, como el elemento condicional preexistente y que lo incluye todo. La creación de todas las cosas POR él es expresada más tarde y es un hecho diferente de éste, aunque entendido en éste. [Alford]. Dios se reveló en el Hijo, el Verbo del Padre, antes de toda existencia criada (v. 15). Aquel Verbo Divino lleva EN sí el arquetipo, o modelo, de todas las existencias, de modo que “EN él todas las cosas en los cielos y en la tierra fueron criadas”. El “en él” indica que la Palabra es la base ideal de toda existencia; el “por él”, más adelante, que Cristo es el instrumento que realmente lleva a efecto la idea divina. [Neander]. Su naturaleza esencial como el Verbo del Padre no es una mera dependencia de su encarnación, sino la misma base de ella. La relación original del Verbo Eterno con los hombres “hechos en su imagen” (Génesis 1:27), es la fuente de la nueva revelación a ellos por la redención, formada en su encarnación, por la cual él les restaura a ellos la imagen de él que se había perdido. “En él” da a entender algo anterior a “por” y “para él” inmediatamente después; las tres preposiciones señalan en sucesión el principio, el progreso y el fin. [Bengel]. todas las cosas—“El universo de las cosas”. Que la nueva creación no está indicada en este versículo (como interpretan los socinianos), es claro; porque los ángeles, que se incluyen en el catálogo, no eran criados nuevos por Cristo; y Pablo no habla de la nueva creación hasta el v. 18. La creación “de las cosas que están en los cielos” (así el griego) incluye la creación de los cielos mismos; “las cosas” anteriores son más bien nombradas, pues los habitantes son más nobles que sus moradas. Los cielos y la tierra y todas las cosas que están en ellos (1 Crónicas 29:11; Nehemías 9:6; Apocalipsis 10:6). invisibles—el mundo de los espíritus. tronos … dominios—señoríos; los tronos son los más grandes. principados … potestades—más bien, “gobiernos, o autoridades”; ésos son más fuertes que éstas (véase Nota Efesios 1:21). Estas dos palabras se refieren a puestos respecto de las criaturas de Dios; “tronos y dominios” expresan una relación más elevada para con Dios, siendo carrozas sobre las cuales anda Dios ostentando su gloria (Salmo 68:17). Por este pasaje se establece la existencia de varios órdenes de ángeles. todo—griego, “todas las cosas”. por decir todo el universo. fué criado—mejor, para distinguir el tiempo aoristo griego que aparece en la cláusula anterior, del tiempo perfecto aquí. tradúzcase, “han sido criadas”, que en el griego quiere decir, que “fueron criadas, y todavía subsisten como criadas”. Pues en la cláusula anterior la creación fué vista como un acto pasado en un punto de tiempo, y hecha una vez para siempre; pero aquí se ve, no simplemente como un acto histórico de creación en el tiempo pasado, sino como el resultado permanente ahora y existente eternamente. por él—como el agente instrumental (Juan 1:3). para él—como el gran Fin de la creación, conteniendo en sí mismo la razón por qué hay una creación y por qué es como es. [Alford]. El es la causa final como también la causa eficiente. La puntuación de Lachmann de vv. 15-18 es la mejor, por la cual “el primogénito de toda la creación” (v. 15) corresponde con “el primogénito de entre los muertos” (v. 18), formando el conjunto una oración, con las palabras “Todas las cosas por él fueron criadas y para él, y él es antes de todas las cosas, y por él todas las cosas subsisten, y él es la cabeza del cuerpo, la iglesia” como un paréntesis. Así pone Pablo primero el origen de la creación natural por él, y en segundo lugar, el de la nueva creación. El paréntesis se divide en cuatro cláusulas, dos y dos: las dos primeras apoyan la primera afirmación, “el primogénito de toda la creación”, y las dos segundas nos preparan para la afirmación de que él “es el primogénito de entre los muertos”; las dos primeras corresponden con las dos últimas en su forma: “Todas las cosas por él … y él es” y “por él todas las cosas … y él es”.
17. (Juan 8:58). Tradúzcase como el griego: “Y él mismo (EL grande) es (entendiéndose su ser esencialmente divino) antes de todas las cosas” en el tiempo como también en dignidad. Ya que él es antes de todas las cosas, es también aun antes del tiempo, es decir, desde la eternidad. por él—griego, “en él”, (como el elemento condicional de la existencia, v. 16). [Alford]. subsisten—No sólo fueron llamadas a la existencia desde la nada, sino que son mantenidas en su estado presente. El Hijo de Dios es el conservador, como también el creador de todas las cosas. [Pearson]. Bengel explica con menos probabilidad: “Todas las cosas en él se juntaron en un sistema: el universo halló su perfección en él” (Isaías 41:4; Apocalipsis 22:13). Véase en cuanto a Dios. Romanos 11:36, lenguaje similar; por lo tanto Cristo tiene que ser Dios.
18. La revelación de Cristo a la Iglesia y la nueva creación, como el originador de ambas. él—Enfático, él mismo. No los ángeles en oposición a la doctrina de los maestros falsos acerca del culto a los ángeles, y el poder de eones o emanaciones espirituales (imaginarias) de parte de Dios (cap. 2:10, 18). cabeza del cuerpo … la iglesia—La iglesia es su cuerpo por virtud de que él ha entrado corporalmente en comunión con la naturaleza humana [Neander] (Efesios 1:22). El mismo Ser quien es la Cabeza de todas las cosas y seres por medio de la creación, es también la cabeza de la iglesia en virtud de ser “el primogénito de entre los muertos” y “las primicias” de la nueva creación entre los hombres. el que es—es decir, porque él es el principio. [Alford]. Más bien, esto es el principio de un párrafo nuevo. Así como el párrafo anterior, que trató de su originación de la creación física, empezó con “Quién es” (v. 15), así éste, que trata de su originación de la nueva creación, empieza con “Quien es” antecediendo un paréntesis que cierra el párrafo anterior, incluyendo dicho párrafo (véase Nota, v. 16) desde “todas las cosas fueron criadas por él”, hasta “Cabeza del cuerpo, la iglesia”. La cabeza de reyes y sumos sacerdotes era ungida, como el asiento de las facultades, fuente de la dignidad y original de todos los miembros (según la etimología hebrea). Así Jesús por su unción fué designado como Cabeza del cuerpo, la iglesia. el principio—es decir, de la nueva creación, como también de la vieja (Proverbios 8:22; Juan 1:1; véase Apocalipsis 1:8); el principio de la iglesia de los primogénitos (Hebreos 12:23) como siendo él mismo el “primogénito de entre los muertos” (Hechos 26:23; 1 Corintios 15:20, 1 Corintios 15:23). Es triple la primogenitura de Cristo: (1) Desde la eternidad el “primogénito” del Padre (v. 15); (2) Como el primogénito de su madre (Mateo 1:25); (3) Como la cabeza de la iglesia, místicamente engendrado del Padre, como si fuera a una vida nueva, el día de su resurrección, que es su “regeneración”, como también la futura resurrección de su pueblo será su “regeneración” (es decir, la resurrección que fué empezada en el alma, extendida al cuerpo y a toda la creación, Romanos 8:21) (Mateo 19:28; Hechos 13:33; Apocalipsis 1:5). La filiación y la resurrección son relacionadas de la misma manera, Lucas 20:36; Romanos 1:4; Romanos 8:23; 1 Juan 3:2, Joel 3:2. Cristo por resucitar de entre los muertos es la causa eficiente (1 Corintios 15:22), como habiendo obtenido el poder, y la causa ejemplar, por ser el modelo (Miqueas 2:13; Romanos 6:5; Filipenses 3:21) de nuestra resurrección, pues la resurrección de “la Cabeza” consecuentemente incluye la de los miembros. para que en todo—“todas las cosas”, que el escritor resume en v. 20. tenga el primado—Griego, “EL MISMO venga a ser el que tenga el primer lugar”, o “tenga la precedencia”. Están incluídas ambas ideas, la prioridad en el tiempo, y la prioridad en la dignidad: ahora en el mundo regenerado, como antes en el mundo de la creación (v. 15). “Engendrado antes de toda criatura”, o “primogénito de toda criatura”, o toda la creación (Salmo 89:27; Juan 3:13).
19. agradó—en el original se sobreentiende “a Dios” en él—en el Hijo (Mateo 3:17). toda plenitud—más bien como el griego, “toda la plenitud”, es decir, de Dios, todo lo que hay de excelencia divina en Dios el Padre (cap. 2:9; Efesios 3:19; véase Juan 1:16; Juan 3:34). Los gnósticos usaban la palabra “plenitud” por el conjunto de emanaciones, o poderes angélicos, que provienen de Dios. El Espíritu, prescientemente, advierte a la igleisa por medio de Pablo que la verdadera “plenitud” mora en Cristo solo. Esto da el motivo por qué Cristo toma la precedencia sobre toda criatura (v. 15). Por dos motivos Cristo es el Señor de la iglesia: (1) Porque la plenitud de los atributos divinos (v. 19) mora en él y por esto tiene él el poder para gobernar el universo; (2) Porque (v. 20) lo que él ha hecho por la iglesia, le da el derecho de presidirla, habitase—como en un templo (Juan 2:21). Esta permanencia de la divinidad en Cristo es el fundamento de la reconciliación por él. [Bengel]. De ahí el “y” (v. 20) une como causa y efecto las dos cosas, la divinidad en Cristo y la reconciliación por Cristo.
20. El orden del original griego se conserva bien en nuestra versión castellana, “Y por él (Cristo) reconciliar (completamente] (véase Nota, Efesios 2:16) todas las cosas (todo el universo de las cosas) a sí (a Dios el Padre, 2 Corintios 5:19) pacificando (pacificando Dios el Padre) por la sangre de su (de Cristo) cruz”, es decir, por la sangre derramada por Cristo en la cruz: el precio y la garantía de nuestra reconciliación con Dios. La frase bíblica, “Dios reconcilia al hombre consigo”, da a entender que Dios quita por la sangre de Jesús la barrera que interpone la justicia de Dios a la unión del hombre con Dios (véase Nota, Romanos 5:10; 2 Corintios 5:18). Así la versión de los Setenta de 1 Samuel 29:4, “¿Con qué se reconciliaría a su señor?” es decir, reconciliar a su señor a sí aplacando su ira. Así Mateo 5:23. por él—“por medio de él” (el agente instrumental en la nueva creación, como en la creación original): repetido enfáticamente para traer la persona de Cristo a una posición de eminencia, como la Cabeza igualmente de las dos creaciones. lo que está en la tierra como lo que está en los cielos—Los ángeles buenos, en un sentido, no necesitan la reconciliación con Dios; y los ángeles caídos están excluídos de ella (Judas 1:6). Pero probablemente la redención tiene efectos en el mundo de los espíritus, los cuales no conocemos. Por supuesto, su acto de reconciliarnos a nosotros y reconciliarlos a ellos, tiene que ser por un proceso diferente, puesto que no tomó sobre sí la naturaleza de los ángeles como para ofrecer una propiciación por ellos. Pero el efecto de la redención en ellos, como él es la Cabeza de ellos y también la nuestra, es que por ella ellos son traídos más cerca de Dios y así alcanzan un aumento de bienaventuranza [Alford], y vistas más amplias del amor y sabiduría de Dios (Efesios 3:10). Toda la creación subsiste en Cristo y por esto, toda la creación es afectada por su propiciación: la creación pecaminosa es estrictamente “reconciliada” de su enemistad; la creación impecable, relativamente distante de la pureza inacercable de Dios (Job 4:18; Job 15:15; Job 25:5), es elevada a una participación más íntima con él, y en este sentido más amplio es reconciliada. Sin duda, también, la caída del hombre, después de la caída de Satanás, es una sección de un círculo mayor de mal, de modo que el remedio de la primera caída afecta la posición de los ángeles, de entre los cuales cayeron Satanás y sus huestes. Habiendo los ángeles visto en esto la magnitud del pecado, el infinito costo de la redención, la exclusión de los ángeles caídos de ella, y la incapacidad de toda criatura de establecerse en su propio poder, ahora son puestos fuera de la posibilidad de caer. Entonces queda en pie la definición que formuló Bacon, de la Jefatura de Cristo: “La Cabeza de la redención para el hombre; la Cabeza de la preservación para los ángeles.” Algunos suponen que Satanás, antes de su caída, gobernaba esta tierra y el reino animal preadámico; de ahí su maldad contra el hombre, quien sucedió al señorío de esta tierra y sus animales, y de ahí, también, el que asumiera Satanás la forma de serpiente, la más astuta de la tribu de animales. Lucas 19:38 dice expresamente “paz en el cielo” así como el resultado de la redención terminada, así la “paz en la tierra” fué el resultado de su comienzo en el nacimiento de Jesús (Lucas 2:14). Bengel explica la redención en que no fué sólo la reconciliación de Dios, sino también de los ángeles, apartados de los hombres a causa de la enemistad de los hombres contra Dios. Efesios 1:10 está de acuerdo con esto: Esto es verdad, mas sólo parte de la verdad: así también lo es la opinión de Alford, mas sólo parte de la verdad. La reconciliación verdadera, o la restauración de paz en los cielos, lo mismo que en la tierra, es expresada por Pablo. Mientras aquella sangre de la reconciliación no fuese realmente derramada, lo que se opone (Malaquías 3:8) a las acusaciones de Satanás, sino sólo prometida, Satanás podría alegar su derecho contra los hombres delante de Dios día y noche (Job 1:6; Apocalipsis 12:10); de ahí resulta que él, Satanás, estaba en el cielo mientras no se levantaba el entredicho contra el hombre (véase Lucas 10:18). De modo que el mundo de la tierra y del cielo debe a Cristo solo la restauración de la armonía después del conflicto y el sometimiento de todas las cosas bajo una sola Cabeza (véase Hebreos 11:23). El pecado introdujo desacuerdo no sólo en la tierra, sino también en los cielos, por la caída de los demonios; trajo a las moradas de los santos ángeles una pérdida, no positiva sino privativa, una retardación de su desarrollo más alto y perfecto, de gradación armoniosa y consumación perfecta. Los ángeles por sí solos no eran más capaces que los hombres de vencer a los perturbadores de la paz y de echar a los demonios; es sólo “por medio de EL” y “la sangre de su cruz”, que fué restaurada la paz en el cielo; es sólo después de que Cristo haya alcanzado plena y legalmente la victoria que Miguel (Apocalipsis 12:7) y sus ángeles pueden arrojar del cielo a Satanás y sus demonios (cap. 2:15). Entonces el punto del argumento de Pablo contra el culto a los ángeles es, que los ángeles mismos, así como los hombres, dependen de Cristo, el único objeto verdadero de culto. [Auberlen].
21. Los colosenses están incluídos en esta reconciliación general (véase Efesios 2:1, Efesios 2:12). extraños—alejados de Dios y la salvación: objetivamente desterrados de Dios, a través de la barrera que interponía la justicia de Dios contra vuestros pecados; subjetivamente apartados por la enajenación de vuestra misma voluntad, lejos de Dios. El primero es el pensamiento prominente (véase Romanos 5:10), como el segundo lógicamente resulta, “enemigos de ánimo”. “La enajenación efectiva hace enemigos habituales”. [Bengel]. de ánimo—Griego, “en el entendimiento” o “pensamiento” (Efesios 2:3; Efesios 4:18), por decir “en vuestro entendimiento”. en malas obras—más bien como el griego, “en las malas obras”, las vuestras (las malas obras eran el elemento en el cual subsistía vuestra enemistad). ahora empero—A pesar de la anterior enajenación, ahora que ha venido Cristo, Dios os ha reconciliado completamente, o restablecido nuevamente en su amistad (así el griego, véase Nota, v. 20).
22. En el cuerpo de su carne—el elemento en que tuvieron lugar sus sufrimientos reconciliadores. Véase v. 24. “las aflicciones de Cristo en mi carne” (1 Pedro 2:24). Los ángeles que no tienen cuerpo de carne”, no son de manera alguna nuestros mediadores reconciliadores, como afirman vuestros maestros falsos, sino EL, el Señor de los ángeles, quien ha tomado sobre sí nuestra carne, para poder hacer en ella expiación por nueestra humanidad caída. por medio de muerte—muerte que sólo pudo suceder en un cuerpo de carne como el nuestro (Hebreos 2:14). Esto da a entender que él tomó sobre sí nuestra humanidad verdadera y completa. La “carne” es la esfera en la cual pudieron realizarse sus sufrimientos (véase v. 24; Efesios 2:15). para haceros—(Efesios 5:27). El fin de su expiación reconciliadora por medio de la muerte. santos—positivamente; y en relación con Dios. sin mancha, e irreprensibles—negativamente. “Sin mancha” en nosotros, como Cristo mismo, nuestra Cabeza (1 Pedro 1:19). “Irreprensibles” (palabra griega por los que no dan motivo para ser llevados ante algún tribunal de justicia) es en relación con el mundo de afuera. Aquí se trata de la santificación como el fruto; la justificación por la reconciliación de Cristo, como el árbol que ha venido antes (Efesios 1:4; Efesios 5:26; Tito 2:14). Al mismo tiempo, aquí se considera nuestra santificación como perfecta en Cristo, en quien fuimos injertados en la regeneración o conversión, y quien “nos ha sido hecho por Dios … santificación” perfecta (1 Corintios 1:30; 1 Pedro 1:2; Judas 1:1); no una santificación meramente progresiva, la cual es el desarrollo gradual de la santificación que Cristo es hecho para el creyente desde el principio. delante de él—en la presencia de Dios, en la aparición de Cristo.
23. Si—“Presumiendo que permanecéis”, etc.; no de otra manera seréis así presentados en su venida (v. 22). fundados—fijados sobre un cimiento (véase Nota, Efesios 3:17; Lucas 6:48). “Fundados” se refiere al cimiento sobre el cual descansan los creyentes; “firmes”, a su propia estabilidad (1 Pedro 5:10). 1 Corintios 15:58 tiene las mismas palabras griegas. sin moveros—“no removidos” por los maestros falsos. de la esperanza del evangelio—(Efesios 1:18). que habéis oído: el cual es predicado a toda criatura … del cual yo Pablo soy hecho ministro—Son tres argumentos contra el que fuesen “removidos del evangelio”: (1) Que lo habían oído; (2) La universalidad de la predicación del evangelio; (3) El ministerio de Pablo en el evangelio. En lugar de “a toda criatura”, los manuscritos más viejos leen, “en toda la creación”. Véase “por todo el mundo”, v. 6; “todas las cosas … en la tierra” v. 20 (Marco 16:15); de modo que él da a entender que el evangelio del cual les exhorta a “no moverse” tiene esta señal de la verdad: la universalidad de su anuncio, que está de acuerdo con el mandato y la profecía de Cristo mismo (Mateo 24:14). Por “es predicado”, Pablo no sólo quiere decir “que está siendo predicado”, sino que realmente ha sido predicado, como hecho cumplido. Plinio, no muchos años des pués, en la famosa carta al emperador Trajano, escribió: “Muchos de toda edad, rango y sexo, son traídos ante el tribunal, porque el contagio de esa superstición (el cristianismo) se ha extendido no sólo por las ciudades, sino por las aldeas y la campiña”. (El autor, al afirmar como “hecho cumplido” la predicación a “todas las criaturas”, evidentemente se funda en el tiempo aoristo de la palabra “predicado”. Pero el tiempo aoristo en griego sólo se refiere a tiempo pasado en el modo indicativo. Fuera del modo indicativo, es decir, en el modo subjuntivo, optativo, y en el participio, no indica el momento del tiempo. Aquí tenemos un participio aoristo pasivo que bien puede referirse a la acción de predicar en tiempo pasado, presente o futuro, o todos los tiempos juntos, cronológicamente entendidos. Algún crítico podría atacar este punto como un error o falsedad en la Biblia, si entiende la acción como la entendió nuestro autor. Nota del Trad.) del cual … soy hecho ministro—El respeto por mí, ministro de este evangelio universal, debería induciros a no ser removidos de él. Además, da a entender que el evangelio que oísteis de Epafras, vuestro “ministro” (v. 7), es el mismo del cual “yo fuí hecho ministro” (v. 25. Efesios 3:7); si os movéis de él, abandonaréis la enseñanza de los ministros del evangelio reconocidos, a favor de maestros falsos, sin la debida autorización.
24. Que—Algunas versiones dicen “quien”. Pero es omitido en los manuscritos más antiguos. Entonces: “Ahora me gozo”, etc. Para ensalzar la gloria de Cristo como superior a todo, menciona sus propios sufrimientos a favor de la iglesia de Cristo. “Ahora” está en contraste con “fuí hecho ministro”, en tiempo pasado (v. 23). por vosotros—“a favor de vosotros”, para que seáis confirmados en confiar sólo en Cristo (a la exclusión del culto a los ángeles) por la glorificación de Cristo en mis padecimientos (Efesios 3:1). cumplo en mi carne lo que falta—lit. “las deficiencias”—todas las que faltan de las aflicciones de Cristo (véase Nota, 2 Corintios 1:5). Cristo “se aflige en las aflicciones de su pueblo” (Isaías 63:9). “La Iglesia es su cuerpo en el cual él está, vive, y por lo tanto también sufre”. [Vitringa]. Cristo había de soportar ciertas aflicciones en este cuerpo figurado, lo mismo que en su cuerpo literal; éstas eran las que “faltaban de las aflicciones de Cristo”, las cuales Pablo “cumplía” o llenaba. Sus propios padecimientos meritorios en expiación por el pecado fueron todos cumplidos completamente en la cruz. Pero su iglesia (su segundo yo) tiene fijada toda su medida de aflicciones. Cuanto más sufría Pablo, miembro del cuerpo, tantas menos quedaban para que las soportaran los demás miembros; dándoles a ellos, la comunión de los santos, un interés en los sufrimientos de él. Es en referencia a las aflicciones de la iglesia, las cuales son “aflicciones de Cristo”, que dice Pablo aquí, “Yo cumplo las deficiencias”, o “lo que queda atrás de las aflicciones de Cristo.” Ella es afligida con el fin de promover su crecimiento en santidad y su perfección en Cristo. No se pierde ni un padecimiento (Salmo 56:8). Todos los miembros tienen un interés mutuo en los sufrimientos de todos (1 Corintios 12:26). La inferencia de Roma, por lo tanto, es completamente falsa, de que la iglesia tiene un acopio de los méritos y expiaciones de Cristo y sus apóstoles, de entre los cuales ella puede dispensar indulgencias, pues el contexto no hace referencia alguna a sufrimientos en expiación de pecado y productivos de méritos. Los creyentes deben considerar sus sufrimientos menos en relación a sí mismos como individuos, y más como integrantes de un gran conjunto, que lleva a cabo el perfecto plan de Dios.
25. soy hecho ministro—resumiendo el hilo desde v. 23. “del cual fuí hecho ministro”. dispensación—la mayordomía encomendada a mí para administrar, en la casa de Dios, la iglesia, a toda la familia de creyentes, los bienes de mi Señor (Lucas 12:42; 1 Corintios 4:1; 1 Corintios 9:17; Efesios 3:2). en orden a vosotros—con miras a vosotros, los gentiles, esta dispensación me fué dada (v. 27; Romanos 15:16). para que cumpla—para traer la palabra de Dios a todos: el fin de su mayordomia: “he llenado todo del evangelio” (Romanos 15:19). “La plenitud de Cristo” (v. 19 y de los tiempos (Efesios 1:10) le obligaba a hacerlo”. [Bengel].
26. el misterio—(Notas, Efesios 1:9; Efesios 3:5). El “misterio”, antes oculto, ahora revelado, es la redención para todo el mundo gentil, lo mismo como para los judíos. “Cristo en vosotros (gentiles) la esperanza de gloria” (v. 27). desde los siglos—“escondido de los seres humanos desde los siglos y edades”. Mejor traducido, “desde edades y generaciones”. “Edades” son largos períodos sucesivos señalados por los diferentes órdenes de seres y etapas en la creación. La palabra griega “eones” era la palabra usada por los gnósticos por las emanaciones angélicas que salen de Dios. El Espíritu por medio de Pablo, prescientemente, en oposición al error gnóstico ya naciente (cap. 2:18), enseña que el misterio de la redención estaba escondido en los propósitos de Dios en Cristo, tanto de los seres angélicos (véase Efesios 3:10) de las “edades” preadámicas, como también de las “generaciones” humanas subsiguientes. manifestado a sus santos—a sus apóstoles y profetas primeramente (Efesios 3:5), y por medio de ellos a todos sus santos.
27. quiso Dios—o “le agradó a Dios hacer conocer”. Pablo lo resuelve todo en la buena voluntad de Dios, para que el hombre no se gloríe sino en la gracia de Dios. qué—falta en nuestra versión castellana. “¡Qué grande e inagotable! las riquezas de la gloria de este misterio—Pablo acumula frase sobre frase para recalcar la grandeza de la bendición en Cristo que concede Dios a los gentiles. Véase cap. 2:3, “todas las riquezas de cumplido entendimiento”. Efesios 3:8, “las inescrutables riquezas de Cristo”; Efesios 1:7, “las riquezas de su gracia.” “La gloria de este misterio ha de ser la gloria de la cual os hace partícipes de esta verdad antes escondida y ahora revelada, en parte ahora, mas especialmente cuando Cristo venga (cap. 3:4; Romanos 5:2; Romanos 8:17; Efesios 1:18). Este sentido del texto es apoyado por lo siguiente: “Cristo en vosotros la esperanza de la (así el griego) gloria”. Cuanto más baja fué la degradación de vosotros los gentiles, tanto más alta es la riqueza de la gloria a la cual os eleva el misterio revelado. Vosotros estabais “sin Cristo y sin esperanza” (Efesios 2:12). Ahora tenéis a “Cristo en vosotros la esperanza de la gloria” ya mencionada. Alford hace que “Cristo entre vosotros” responda a “este misterio entre los gentiles”. Pero la cláusula entera, “Cristo EN vosotros (Efesios 3:17) la esperanza de la gloria”, responde a “este misterio,” y no a toda la frase “este misterio entre los gentiles”. Lo que fué hecho notorio “entre vosotros los gentiles” es, “Cristo en vosotros (ahora por fe como vuestra vida escondida, cap. 3:3; Gálatas 2:20) la esperanza de la gloria” (vuestra vida manifiesta). El contraste (antítesis) entre “CRISTO EN VOSOTROS” ahora como vuestra vida escondida, y “la esperanza de gloria” que ha de manifestarse después, requiere esta traducción.
28. anunciamos—predicamos, proclamamos. amonestando … enseñando—“Amonestando” se relaciona con el arrepentimiento, se refiere a la conducta de uno, y se dirige principalmente al corazón. “Enseñando” tiene que ver con la fe, se refiere a doctrinas, y se dirige principalmente al intelecto. Estas son las dos cabezas de la enseñanza evangélica. a todo … todo hombre—sin distinción de judío o gentil, grande o pequeño (Romanos 10:12). en toda sabiduría—con toda la sabiduría en nuestro método de enseñar que poseemos: así explica Alford. Pero v. 9 y cap. 3:16 favorecen la opinión de Estio, que la refiere a la sabiduria comunicada a los que son enseñados; sin ocultar nada, mas instruyéndolos a todos en el perfecto conocimiento de los misterios de la fe que es la verdadera sabiduría (véase 1 Corintios 2:6; 1 Corintios 12:8; Efesios 1:17). que presentemos—(Nota, v. 22)—en la venida de Cristo. todo hombre—Pablo es celoso de que los maestros falsos no seduzcan ni una sola alma de entre el pueblo de Cristo en Colosas. De este modo cada individuo entre ellos debería ser celoso por sí mismo y por su vecino. Aun un alma es de valor incalculable. perfecto en Cristo—quien es el elemento en unión viva con quien solo puede cada creyente hallar la perfección: instruído perfectamente (Efesios 4:13) en doctrina, adulto o maduro en la fe y práctica. “En Cristo”, como “Jesús” está omitido en los manuscritos más antiguos.
29. En lo cual—más bien, “para lo cual”; es decir, para “presentar todo hombre perfecto en Cristo.” trabajo—esfuerzo activo. No “proclamo” solamente a Cristo, mas trabajo también. combatiendo—en “conflicto” (cap. 2:1) de espíritu (véase Romanos 8:26). La misma palabra griega se usa de Epafras (cap. 4:12) “combatiendo … en oración” (nuestra versión incolora, “solícito por vosotros en oración”) lit., “agonizando por vosotros en oración”, “esforzándose como en la agonía de una contienda”. Así Jesús en Gethsemaní cuando oraba (Lucas 22:44). Así “porfiad” (Lucas 13:24, la misma palabra griega, “agonizad”). Así Jacob “luchó” en oración (Génesis 32:24). Véase “contienda”, griego, “agonía” o “esforzarse ardientemente”, 1 Tesalonicenses 2:2. según la operación de él—Pablo protesta que tiene poder para “combatir”, “agonizar” en espíritu por sus convertidos, sólo hasta donde Cristo obra en él y por él (Efesios 3:20; Filipenses 4:13). poderosamente—lit., “en poder”.