Eclesiastés 12:1-14
1 Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud:
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9 Y cuanto más sabio fue el Predicador, tanto más enseñó sabiduría al pueblo. También sopesó, investigó y compuso muchos proverbios.
10 El Predicador procuró hallar palabras agradables y escribir correctamente palabras de verdad.
11 Las palabras de los sabios son como aguijones, y como clavos hincados son las palabras que forman parte de una colección y que son expuestas por un Pastor.
12 Además de esto, hijo mío, queda advertido: El hacer muchos libros es algo sin fin, y el mucho estudio fatiga el cuerpo.
13 La conclusión de todo el discurso oído es esta: Teme a Dios y guarda sus mandamientos, pues esto es el todo del hombre.
14 Porque Dios traerá a juicio toda acción junto con todo lo escondido, sea bueno o sea malo.
CAPITULO 12
1. Como el cap. 11:9, 10 enseña lo que los jóvenes deben evitar, este v. demuestra lo que han de seguir. Criador—“Acuérdate” que no eres tu propio dueño; eres propiedad de Dios; porque él te creó (Salmo 100:3). Por tanto, sírvele con tu “todo” (Marco 12:30), y con tus mejores días, no con la escoria de ellos (Proverbios 8:17; Proverbios 22:6; Jeremias 3:4; Lamentaciones 3:27). El hebreo es Creadores, en plural, que sugiere la pluralidad de personas, como en Génesis 1:26; asimismo el hebreo en Isaías 54:5, “Hacedores.” antes que vengan—(Proverbios 8:26.) malos días—la calamidad y la vejez, cuando uno ya no puede servir a Dios, como en la juventud (cap. 11:2, 8). contentamiento—placer sensual (2 Samuel 19:35; Salmo 90:10). El placer en Dios continúa en la vejez piadosa (Isaías 46:4). 2. Ilustra “los días malos” (Jeremias 13:16). “Luz,” “sol”, etc., expresan la prosperidad, la “oscuridad,” dolor y calamidad (Isaías 13:10; Isaías 30:26). nubes … lluvia—para después de la lluvia se puede esperar el sol (consuelo), pero tras breve vistazo vuelven las lúgubres nubes (dolor).
3. guardas de la casa—a saber, las manos y los guardas del palaclo (Génesis 49:24; Job 4:19; 2 Corintios 5:1), ahora tiemblan por la parálisis. se encorvarán … fuertes—(Jueces 16:25, Jueces 16:30.) Cual columnas que sostienen los pies y las rodillas (Cantares de los Cantares 5:15); los miembros más fuertes (Salmo 147:10). muelas—lit., moledores cesarán—estarán ociosas. los que miran, etc.—los ojos; los poderes de la vista, que miran por debajo de los párpados que se abren y cierran cual ventanas.
4. puertas—los labios, que se juntan mucho cuando los viejos comen, para que la comida no caiga fuera (Job 41:14; Salmo 141:3; Miqueas 7:5). de afuera—la puerta de la calle, “las exteriores.” (Maurer y Weiss.) voz de la muela—la dentadura gastada, los labios “cerrados” al comer, es apenas audible el sonido de la masticación. del ave—el gallo. En el oriente la gente se levanta generalmente al alba. Pero los viejos con gana se levantan aun antes, del lecho insomne, es decir, cuando el gallo canta, antes de amanecar (Job 7:4). (Holden.) El más mínimo ruido los despierta. (Weiss.) hijas de canción—los órganos que producen y que gozan la música; la voz y el oído.
5. de lo alto—los viejos se asustan de ascender una colina. tropezones (lit., temores) en el camino—aun en la calle plana están llenos del temor de caerse. florecerá el almendro—en el oriente el cabello es mayormente negro. La cabeza blanca entre los morenos es como el almendro, con sus flores blancas, entre los árboles oscuros circunstantes. (Holden.) El almendro echa flores en el tallo sin hojas en el invierno (correspondiente a la vejez, cuando todos los poderes duermen), mientras que los demás árboles están sin flor. Gesenius entiende que florecer es raíz distinta, echar; cuando el viejo pierde sus canas, como el almendro echa sus flores blancas. langosta—el viejo seco y arrugado; su espina dorsal corvada hacia adelante, sus brazos caídos hacia atrás, cabisbajo, y las apófisis agrandadas, se parece a dicho insecto. Así se originó la fábula de Titono, que en grande vejez fué cambiado en cigarra. (Parkhurst.) “La cigarra (traducción acaso preferible a langosta) se alza para volar;” el anciano que está por dejar el cuerpo es como la cigarra cuando asume su forma alada y está por volar. (Maurer.) se agravará—su cuerpo le viene a ser una carga. perderáse el apetito—ya no hay satisfacciones. En vez de apetito la Vulgata tiene “carpe,” provocativo del deseo; no viene bien aquí. casa de su siglo—(Job 16:22; Job 17:13.) endechadores—(Jeremias 9:17), contratados para la ocasión (Mateo 9:23).
6. Figura doble que representa la muerte, como los vv. 1-5, a la vejez. (1.) La lámpara de materia frágil, pero en el oriente, dorada, colgada a menudo desde el techo con una cuerda de seda y plata tejida, como la lámpara se hace añicos al cortarse la cuerda, así el hombre al venir la muerte: el cuenco de oro de la lámpara corresponde al cráneo, que, por la preciosura vital de su contenido, puede llamarse “de oro,” dorado; la “cadena de plata” es la médula espinal, y se liga con el cerebro. (2) La fuente de donde se saca el agua con un cántaro y una soga puesta sobre una rueda; como, rotos el cántaro y la rueda, no se pueda sacar más agua, así la vida cesa cuando se agotan las energías vitales. La “fuente” puede que signifique el ventrículo derecho del corazón; el “pozo,” el izquierdo; el cántaro, las venas; la rueda, la aorta (Smith.) La circulación de la sangre, fuera conocida por Salomón o no, parece estar implícita en el lenguaje que el Espíritu Santo pone en la boca de él. Este lúgubre cuadro de la vejez se aplica a los que no “se acordaron de su Creador en la juventud.” No tienen ningunos de los consuelos de Dios; que hubieran podido conseguir en la juventud; ya es demasiado tarde para buscarlos. Una buena vejez es una bendición para los piadosos (Génesis 15:15; Job 5:26; Proverbios 16:31; Proverbios 20:29).
7. el polvo—de la tierra: el cuerpo formado de él. espíritu—que sobrevive al cuerpo; envuelve su inmortalidad (cap. 3:11).
8-12. Resumen de la primera parte.
13, 14. Resumen de la segunda. Vanidad, etc.—La renovación del sentimiento con que principió el libro (cap. 1:2; 1 Juan 2:17, Joel 2:17). 9. hizo escuchar—lit., pesó. La enseñanza del pueblo parece haber sido oral; los “proverbios”, por escrito. Debe haber habido pues oidores congregados para oír la inspirada sabiduría del predicador. Véase la explicación de “Koheleth” en la Introducción (1 Reyes 4:34). escritura recta—Procuró escribir justa o correctamente las “palabras de verdad.” (Holden y Weiss.) “Agradables” significa buen estilo; “escritura recta,” sentimiento debido.
11. aguijones—que se hunden en la menta (Hechos 2:37; Hechos 9:5; Hebreos 4:12); evidentemente palabras inspiradas, como el fin del v. comprueba. hincados—más bien, por el género de las palabras en el hebreo: “(Las palabras) están hincadas (en la memoria) como clavos.” (Holden.) maestros, etc.—más bien, “a los maestros de colecciones (es decir, coleccionistas de dichos inspirados; Proverbios 25:1) son dados (los dichos) (levantados como actas [Holden]) por un Pastor,” a saber, por el Espíritu de Jesucristo (Weiss) (Ezequiel 37:24). Sin embargo, la mención de “aguijón” favorece la versión: “como clavos hincados por los maestros …” es decir, por los subpastores, inspirados por el Jefe Pastor (1 Pedro 5:2). Schmidt traduce: “Los maestros … están hincados (asegurados) como clavos;” como en Isaías 22:23.
12. (Nota,Isaías 1:18.) muchos libros—de mera composición humana, en contraste con “por éstos sé avisado,” (amonestado, una posible interpretación); estos escritos inspirados son la única fuente segura de aviso de advertencia. mucho estudio—estudio en exceso, de los libros meramente humanos, cansa el cuerpo, sin provecho sólido para el alma.
13. La gran inferencia de todo el libro. Teme a Dios—el antídoto para el culto a las criaturas, y las “vanidades,” fuese la justicia propia (cap. 7:16, 18), o la opresión maliciosa y otros males (cap. 8:12, 13), o la alegría desenfrenada (caps. 2:2; 7:2-5), o la avaricia atormentadora (cap. 8:13, 17), o la juventud malgastada sin Dios (caps. 11:9; 12:1). el todo del hombre—el ideal pleno del hombre, como fué originalmente determinado, realizado completamente sólo por Jesucristo: y por medio de él por los santos, ahora en parte, y en el más allá perfectamente (1 Juan 3:22; Apocalipsis 22:14).
14. El juicio futuro será la prueba final de lo que es “vanidad,” de lo que es sólido, con respecto al sumo bien, el gran tema del libro.