Ezequiel 17:1-24
1 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
2 “Oh hijo de hombre, propón un enigma y relata una parábola a la casa de Israel.
3 Di que así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘Una gran águila de grandes alas, largos miembros y llena de un plumaje de diversos colores, vino al Líbano y tomó la copa del cedro.
4 Arrancó la punta de su renuevo, lo llevó a una tierra de mercaderes, y lo puso en una ciudad de comerciantes.
5 Tomó también de la semilla de la tierra, un brote, y lo puso en un campo fértil, junto a aguas abundantes, como se planta un sauce.
6 Luego creció y se hizo una vid de muchas ramas, aunque de baja altura, para dirigir sus ramas hacia el águila, de modo que sus raíces estuvieran debajo de ella. Así llegó a ser una vid, y arrojó renuevos y extendió sus ramas.
7 “‘Pero surgió otra gran águila, de grandes alas y denso plumaje. Y he aquí que aquella vid dirigió hacia ella sus raíces y extendió a ella sus ramas desde el terreno donde estaba plantada, a fin de ser regada.
8 En buen campo, junto a muchas aguas, estaba plantada para que echara ramaje y llevara fruto, a fin de que fuera una vid espléndida’.
9 “Di que así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘¿Será prosperada? ¿Acaso el águila no habrá de arrancar sus raíces y echará a perder su fruto, y se secará? Todos sus brotes tiernos se secarán. No será necesario un gran brazo ni mucha gente para arrancarla de sus raíces.
10 He aquí que está plantada; pero, ¿será prosperada? ¿No se secará del todo, cuando la toque el viento oriental? ¡Sobre el mismo terreno donde creció se secará!’ ”.
11 Entonces vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
12 “Di a la casa rebelde: ‘¿No han entendido qué significan estas cosas?’. Di: ‘He aquí que el rey de Babilonia vino a Jerusalén, tomó a su rey y a sus magistrados, y los llevó consigo a Babilonia.
13 También tomó a uno de la descendencia real e hizo un convenio con él, poniéndolo bajo juramento. También se llevó a los poderosos del país,
14 para que el reino fuera abatido y no volviera a levantarse, para que guardara el convenio y lo mantuviera.
15 No obstante, se rebeló contra él al enviar embajadores a Egipto para que le dieran caballos y mucha gente. ¿Será prosperado? ¿Escapará el que hace estas cosas? ¿Podrá romper el convenio y quedar ileso?
16 “‘¡Vivo yo, que morirá en medio de Babilonia, en el lugar donde habita el rey que lo hizo reinar, cuyo juramento menospreció y cuyo convenio con él rompió!, dice el SEÑOR Dios.
17 Cuando construyan terraplenes y edifiquen muros de asedio para destruir muchas vidas, el faraón no lo socorrerá en la batalla, a pesar del gran ejército y de la numerosa multitud.
18 No escapará, pues menospreció el juramento para invalidar el convenio; porque he aquí que habiendo dado la mano, hizo todas estas cosas.
19 Por tanto, así ha dicho el SEÑOR Dios, ¡vivo yo, que traeré sobre su cabeza mi juramento que menospreció y mi convenio que quebrantó!
20 Yo extenderé sobre él mi red, y será apresado en mi trampa. Lo haré traer a Babilonia, y allí entraré en juicio contra él por su rebelión contra mí.
21 Todos sus fugitivos y todas sus tropas caerán a espada, y los que queden serán esparcidos hacia todos los vientos. Y ustedes sabrán que yo, el SEÑOR, he hablado’.
22 “Así ha dicho el SEÑOR Dios: ‘Pero yo mismo arrancaré un renuevo de la alta copa de aquel cedro, y lo plantaré. De los principales renuevos cortaré uno tierno y lo plantaré sobre un monte alto y erguido.
23 Lo plantaré en el monte más alto de Israel. Y echará ramas, llevará fruto y se convertirá en un cedro majestuoso. Debajo de él habitará toda clase de pájaros; a la sombra de sus ramas habitará toda clase de aves.
24 Y así sabrán todos los árboles del campo que yo, el SEÑOR, eché abajo el árbol elevado y elevé el árbol bajo; que hice que el árbol verde se secara y que el árbol seco floreciera. Yo, el SEÑOR, lo he dicho y lo haré’ ”.
CAPITULO 17
Vv. 1-24. LA PARABOLA DE LAS DOS GRANDES AGUILAS Y EL CORTE DEL CEDRO DEL LIBANO. JUDA ES JUZGADO POR REBELION CONTRA BABILONIA, QUE HABIA ESTABLECIDO A SEDEQUIAS EN LUGAR DE JOAQUIN, A FAVOR DE EGIPTO; DIOS MISMO COMO RIVAL DEL REY BABILONICO, HA DE PLANTAR EL CEDRO DEL EVANGELIO DEL MESIAS. La fecha de esta profecía cae entre el mes sexto del sexto año del reinado de Sedequías y el mes quinto del séptimo año después del destierro de Joaquín, por lo tanto cinco años antes de la destrucción de Jerusalén. [Henderson.]
2. una figura—una alegoría continuada, expresada enigmáticamente, que requiere penetración y pensamiento serio más de lo común. La palabra hebrea se deriva de una raíz “agudo”, es decir calculado para despertar la atención y despertar el intelecto. Distinta de “fábula” en que enseña no una ficción, sino la verdad; no como el enigma ordinario, propuesto para confundir, sino para instruir. La “figura” aquí es idéntica con la “parábola”, sólo en que aquélla se refiere a la obscuridad, y ésta a la semejanza de la figura a la cosa comparada.
3. águila—el rey de las aves. El hebreo literal es “el águila grande”. El símbolo del dios supremo de Asiria, Nisroc; así referido al “gran rey” de Babilonia, su vicegerente en la tierra (Jeremias 48:40; Jeremias 49:22). Sus “alas” son sus grandes fuerzas. Tales símbolos serán familiares a los judíos, quienes los veían pintados en los grandes edificios de Babilonia, tales como los vistos ahora en las ruinas asirias. de largos miembros—dando a entender la amplia extensión de su imperio. llena de plumas—cuando se han renovado después de mudar el plumaje; y así en la plena frescura de la juventud renovada (Salmo 103:5; Isaías 40:31). Esto corresponde a los muchos pueblos que, como tributarios, constituían el poder de Babilonia. diversos colores—el águila áurea, marcada con pintas como estrellas, creída la más grande de las águilas. [Bochart.] Esto corresponde a la variedad de lenguas, hábitos y costumbres de los pueblos sujetos a Babilonia. vino al Líbano—continuando la metáfora: como el águila frecuenta las montañas, y no las ciudades. El templo en Jerusalén era llamado “Líbano” por los judíos [Eusebio], porque su maderamen era totalmente de cedros del Líbano. “El monte de la casa de Jehová” (Isaías 2:2). Se indica más bien a Jerusalén principalmente, la sede del honor civil, como el Líbano, era de elevación externa. tomó el cogollo—El rey Jeconías, en aquel entonces sólo de diez y ocho años de edad, y muchos de los jefes y del pueblo con él (2 Reyes 24:8, 2 Reyes 24:12). El cedro, como árbol alto, es símbolo de la elevación real (véase Daniel 4:10).
4. tierra de mercaderes … negociantes—Babilonia (2 Reyes 24:15), famosa por sus empresas de transportes sobre el Tigris y el Eufrates; también, por su conexión con el Golfo Pérsico, comerciaba mucho con la India.
5. simiente de la tierra—no un producto extranjero, sino natural en la región; un hijo del suelo, no un extranjero; Sedequías, tío de Joaquín, de la familia de David. púsola en un campo bueno—lit., “campo de simiente”; es decir, apto para propagar y continuar la simiente de la familia real. como un sauce—derivado de una palabra hebrea, “inundar”, por su afición al agua (Isaías 44:4). Judea era “tierra de arroyos, de aguas, de fuentes” (Deuteronomio 8:7; véase Juan 3:23).
6. vid … baja de estatura—no es ahora, como era antes un “cedro” majestuoso; el reino de Judá había de ser próspero, pero no elevado. sus ramas la miraban—expresando la fidelidad de Sedequías como vasallo que depende de Nabucodonosor, a quien Judá debía su paz y su misma existencia como estado. Las “ramas” quieren decir sus hijos y los demás príncipes y nobles. Las “raíces … debajo de ella” indican que la estabilidad de Judá dependía de Babilonia. La mención de “sarmientos” y “mugrones” es para señalar la ingratitud de Sedequías, quien, no contento con una prosperidad limitada, desertó de aquel con quien había jurado alianza.
7. otra grande águila—el rey de Egipto (v. 15). El de “grandes alas” del v. 3, se omite pues Egipto no tenía tan amplio imperio ni grandes ejércitos como Babilonia. esta vid juntó cerca de ella sus raíces—lit., “tenía sed hacia ella con sus raíces”; expresando en frase apta los anhelos en el corazón judío por Egipto. Sedequías buscó la alianza con Egipto, como si por ella pudiese deshacerse de su dependencia de Babilonia (2 Reyes 24:7, 2 Reyes 24:20; 2 Crónicas 36:13; Jeremias 37:5, Jeremias 37:7). regada por ella por los surcos de su plantío—es decir, en el huerto (Judea) donde está plantada la vid. Más bien, “desde los surcos”, etc. Se refiere a las aguas de Egipto, el Nilo, obligado a ragar los campos por medio de pequeños canales o “surcos”; estas aguas representan bajo figura las fuerzas auxiliares con que Egipto trató de ayudar a Judá. Véase la misma figura en Isaías 8:7. Pero véase Nota, v. 10, “surcos de su verdor”.
8. En un buen campo … fué plantada—No fué por falta de cosas necesarias para la vida, ni por opresión de parte de Nabucodonosor, que hicieron que Sedequías se rebelase; fué por ambición, orgullo e ingratitud.
9. ¿Será prosperada?—¿Podría ser que la traición gratuita prosperase? Dios no lo permitirá. ¿No arrancará …?—es decir, la primera águila, o Nabucodonosor la “arrancará”. Todas las hojas de su lozanía—todas sus hojas tiernas en la primavera. no con gran brazo, ni con mucha gente—No harán falta todos los ejércitos de Babilonia para destruir la vid; una pequeña división bastará, porque Dios la entregará en manos de Nabucodonosor (Jeremias 37:10).
10. que plantada está ella—aunque plantada. viento solano—el viento desde el este era nocivo a la vegetación de Palestina; emblema apto de Babilonia, que venía desde el noreste. En los surcos de su verdor se secará—Sedequías fué tomado en Jericó, en suelo judío (Jeremias 52:8). “Se secará, aunque tiene surcos, de donde espera regadío continuo”. [Calvino.] (cap. 19:12; Oseas 13:15).
12. ¿No habéis entendido—Les reprocha su estupidez moral, que tendía a la estupidez intelectual. tomó tu rey—Jeconías o Joaquín (2 Reyes 24:11, 2 Reyes 24:12).
13. la simiente del reino—Sedequías, tío de Jeconías. trájole a juramento—jurando lealtad como vasallo a Nabucodonosor (2 Crónicas 36:13). y tomó los fuertes de la tierra—como rehenes por el cumplimiento del pacto; a quienes, pues, exponía Sedequías a muerte por su traición.
14. que el reino fuese abatido—rebajado en cuanto al nivel nacional por ser dependiente de Nabucodonosor; pero al mismo tiempo, salvo y próspero, si queda fiel al “juramento”. Nabucodonosor obró sincera y abiertamente al proponer las condiciones, y éstas moderadas, por lo tanto la perfidia de Sedequías fué tanto más ruin, y el duplicado de su trición contra Dios.
15. Rebelóse—Dios permitió esto por causa de su ira contra Jerusalén (2 Reyes 24:20). caballos—en los cuales abundada Egipto, y que era prohibido a Israel buscar de Egipto o aun “acrecentar” (Deuteronomio 17:16; Isaías 31:1, Isaías 31:3; véase Isaías 36:9). Diodoro Siculo (Isaías 1:45) dice que toda la región desde Thebas a Menfis se llenaba de establos reales, de modo que se podría proveer para la guerra 20.000 carros militares con dos caballos cada uno. ¿Será prosperado …?—La tercera vez que se hace esta pregunta, entendiéndose una negativa indignada (vv. 9, 10). Aun los paganos creían que no escaparían del castigo los que violaban sus juramentos.
16. en el lugar del rey—una retribución justa. El trajo sobre sí en la forma peor el mal, del cual, en forma liviana, había buscado librarse por su traición perjurada, es decir, el vasallaje (cap. 12:13; Jeremias 32:5; Jeremias 34:3; Jeremias 52:11).
17. Faraón—Faraón-hofra (Jeremias 37:7; Jeremias 44:30), el sucesor de Necao (2 Reyes 23:29). ni … hará con él Faraón en la batalla—Faraón no obró en concierto con él, por ser obligado a retirarse él mismo a Egipto. cuando funden baluarte … bastiones—Lejos de que Faraón hiciese esto en favor de Jerusalén, es lo que Nabucodonosor hizo contra la ciudad (Jeremias 52:4). Calvino, Maurer, etc. refieren esto a Nabucodonosor, “cuando Nabucodonosor edifique baluarte”.
18. había dado su mano—en confirmación del juramento (2 Reyes 10:15; Esdras 10:19), y también en señal de sujeción a Nabucodonosor (1 Crónicas 29:24, Margen; 2 Crónicas 30:8, Margen; Lamentaciones 5:6).
19. el juramento mío—siendo el “pacto” jurado en nombre de Dios, era realmente el pacto de él; un caso nuevo acerca del hombre, del espíritu traicionero que tan repetidas veces había mostrado en su relación con Dios. Dios mismo, pues, tiene que vengar la violación de su pacto “sobre la cabeza” del perjuro (Salmo 7:16).
20. mi red—(cap. 12:13; 32:3). Dios lo enreda a él, así como él había tratado de enredar a otros (Salmo 7:15). Esto fué pronunciado por lo menos tres años antes de la caída de Jerusalén (véase 8:1, con 20:1). estaré a juicio con él—con castigos visitados sobre él.
21. todos sus fugitivos—los soldados que le acompañan en su huída.
22. Cuando el estado de Israel parezca fuera de la posibilidad de recuperarse, el Mesías, Jehová mismo de repente aparecerá en el escenario como el Redentor de su pueblo (Isaías 63:5). tomaré yo—Dios se pone a sí mismo en oposición a Nabucodonosor; “El tomó de la simiente de la tierra y la plantó (vv. 3. 5), así haré yo, pero con mejor éxito que él.” “Los renuevos” que arrancó (Sedequías) y plantó, florecieron por un tiempo para perecer al fin; Yo plantaré un tallo del mismo árbol, la casa de David, a quien pertenece el reino por pacto eterno, y éste será el refugio de todo el mundo, y lo será para siempre. cogollo—el título peculiar del Mesías (Malaquías 3:8; Malaquías 6:12; Isaías 11:1; Isaías 4:2; Jeremias 23:5; Jeremias 33:15). de sus renuevos (uno)—Zorobabel nunca reinó como rey universal (v. 23), ni puede decirse de él las cosas grandes aquí mencionadas, excepto como un tipo del Mesías. Sólo puede indicarse aquí al Mesías: originalmente “un renuevo tierno, raíz de tierra seca” (Isaías 53:2), siendo humildes los principios de su reino, sus padres putativos de rango humilde, aunque representantes lineales del rey David; sin embargo, aun en aquel entonces, Dios lo llama, respecto a su eterno propósito, “el más alto de los altos” (Salmo 89:27). plantarlo he yo sobre el monte alto—Sión; destinado a ser el centro moral y eminencia de gracia y gloria que resplandecerá al mundo, superando toda elevación mundana. El reino, empezado típicamente en el regreso de Babilonia, y en la reedificación del templo, empezó plenamente con la aparición de cristo, y tendrá su apogeo cuando él regrese para reinar en Sión, y luego sobre toda la tierra (Salmo 2:6, Salmo 2:8; Isaías 2:2; Jeremias 3:17). habitarán debajo de él todas las aves—la semilla de mostaza del evangelio, pequeña en el principio, luego acogerá a todos bajo su cubierta (Mateo 13:32); la antítesis al Anticristo, simbolizado por Asiria, de la cual se dice lo mismo (cap. 31:6), y Babilonia (Daniel 4:12). El Anticristo se arroga, en imitación, el poder universal que realmente pertenece a Cristo.
24. Yo Jehová abatí el árbol sublime—el mismo atributo dado a Dios por la virgen madre de aquél, bajo quien esto había de cumplirse. sublime … árbol bajo—es decir, los príncipes elevados, luego deprimidos. Todos los imperios del mundo, alguna vez florecientes (“verdes”), serán abatidos delante del abatido una vez (“seco”), y luego exaltado, el reino del Mesías y su pueblo, la cabeza del cual será Israel (Daniel 2:44).