Ezequiel 2:1-10

1 Y me dijo: “Oh hijo de hombre, ponte en pie, y hablaré contigo”.

2 Mientras él me hablaba, entró en mí el Espíritu y me puso sobre mis pies, y oí al que me hablaba.

3 Y me dijo: “Oh hijo de hombre, yo te envío a los hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se ha rebelado contra mí. Tanto ellos como sus padres se han rebelado contra mí hasta este mismo día.

4 Yo te envío a esta gente de rostro endurecido y de corazón empedernido. Y les dirás: ‘Así ha dicho el SEÑOR Dios’.

5 Ya sea que ellos escuchen o que dejen de escuchar (porque son una casa rebelde), sabrán que ha habido un profeta entre ellos.

6 Pero tú, oh hijo de hombre, no temas; no temas de ellos ni de sus palabras. Aunque te halles entre zarzas y espinos, y habites entre escorpiones, no temas de sus palabras ni te atemorices ante ellos; porque son una casa rebelde.

7 Tú, pues, les hablarás mis palabras, ya sea que escuchen o dejen de escuchar, porque son una casa rebelde.

8 Pero tú, oh hijo de hombre, escucha lo que yo te hablo. No seas rebelde como esa casa rebelde; abre tu boca y come lo que yo te doy”.

9 Entonces miré, y he aquí una mano extendida hacia mí, y en ella había un rollo de pergamino.

10 Lo extendió delante de mí, y he aquí que estaba escrito por el derecho y por el revés. En él estaban escritos lamentaciones, gemidos y ayes.

CAPITULO 2

Vv. 1-10. LA COMISION DE EZEQUIEL.

1. Hijo del hombre—término muchas veces aplicado a Ezequiel; una sola vez a Daniel (Daniel 8:17), pero a ningún otro profeta. La frase se tomó sin duda del uso caldeo, durante la estancia de Daniel y Ezequiel en Caldea. Pero el espíritu que sancionó las palabras del profeta, dió a entender por ellas la bajeza y fragilidad del profeta como hombre “menor que los ángeles”, aunque ahora había sido admitido a tener visión de los ángeles y de Dios mismo, “para que no se enaltezca sobremanera” (2 Corintios 12:7). Es llamado así apropiadamente como siendo un tipo del divino “Hijo del hombre” aquí revelado como “hombre” (Véase nota cap. 1:26). Este título aplicado al Mesías, indica en seguida su humildad y su exaltación, en sus manifestaciones como el hombre representativo, en su primera y segunda venidas respectivamente (Salmo 8:4; Mateo 16:13; Mateo 20:18; y por otro lado Daniel 7:13; Mateo 26:64; Juan 5:27).

2. entró espíritu en mí luego que me habló—la palabra divina siempre es acompañada por el Espíritu (Génesis 1:2). afirmóme sobre mis pies—antes había estado “sobre su rostro” (cap. 1:28): la humillación de nuestra parte es seguida por la exaltación de parte de Dios (cap. 3:23, 24; Job 22:29; Santiago 4:6; 1 Pedro 5:5). “Sobre los pies”, ésta era la actitud adecuada cuando el profeta fué llamado a caminar y trabajar por Dios (Efesios 5:8; Efesios 6:15). oía—o mejor dicho “entonces oí”.

3. gentes rebeldes—palabras generalmente usadas en conexión con los paganos o gentiles; pero aquí se refiere a los judíos, que estaban paganizados por su idolatría. Así también en Isaías 1:10 se llaman “Sodoma” y “Gomorra”. Ahora vinieron a ser “lo-ammí”, no el pueblo mío (Oseas 1:9).

4. hijos de duro rostro—(Cap. 3:7, 9). Volviendo a referirse a aquellos de quienes habla en el v. 3; los “hijos” siguen en las pisadas de los “padres”. Yo … te envío—Dios hace frente con su mandamiento a todo obstáculo. Los deberes son nuestros; los acontecimientos son de Dios. Así ha dicho el Señor Jehová—Dios opone su nombre a la terquedad de la gente.

5. conocerán—aun cuando no escuchen; por lo menos no tendrán excusa por su perversidad (cap. 33:33).

6. zarzas—no como en la margen y Gesenius, “rebeldes”, lo cual no correspondería tan bien a “espinas”. La palabra hebrea viene de una raíz que significa “picar” como la ortiga. Se aplica este término a menudo a los malvados (2 Samuel 23:6; Cantares de los Cantares 2:2; Isaías 9:18). escorpiones—un reptil del largo de unas seis pulgadas, con un aguijón mortífero en la punta de la cola. no tengas miedo—(Lucas 12:4; 1 Pedro 3:14).

7. muy rebeldes—literalmente, “la rebelión” misma, su misma esencia.

8. come—(Jeremias 15:16, Nota; Apocalipsis 10:9). La idea es posesionarse, de lleno del mensaje él mismo y digerirlo en su mente; no se trata de comer literalmente, sino de apropiarse de tal modo el contenido desagradable del mensaje que llegase a ser como una parte misma del mensajero, y pudiera así impartirlo vivamente a sus oyentes.

9. un rollo—la forma en que se presentaban los libros antiguos.

10. delante y detrás—sobre ambos lados del pergamino. Generalmente se escribía solamente sobre un lado que quedaba en el interior del pergamino cuando éste se enrollaba, pero esta vez tan lleno estaba el mensaje de Dios de la ira inminente, que se escribió también en la parte exterior.

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