LA EPISTOLA DE SAN PABLO A FILEMON
INTRODUCCION
Los testimonios de su autenticidad son: Orígenes, Homilía 19, sobre Jeremías, que la cita como la carta de Pablo a Filemón acerca de Onésimo; Tertuliano, contra Marción, 5:21, "La brevedad de esta Epístola es la única razón por la cual ha escapado las manos falsificadoras de Marción"; Eusebio, Historia Eclesiástica, 3:25, la menciona entre "las Epístolas universalmente reconocidas del canon"; Jerónimo, Proemium in Philemonem, vol. iv, p. 442, arguye a favor de ella contra aquellos que se oponían a su canonicidad por ser el tema de ella indigno de un apóstol. Ignacio, Efesios 2, y Magnes, 12, parece referirse a Filemón 1:20. Véase Epístola a Policarpo (caps. 1 y 6). Su brevedad es la causa por la cual no es citada a menudo por los "padres". Paley, Horae Paulinae, ha mostrado pruebas notables de su autenticidad en las coincidencias naturales entre ella y la Epístola a los Colosenses.
LUGAR y TIEMPO DE SU COMPOSICION.—Esta Epístola está íntimamente relacionada con la Epístola a los Colosenses. Las dos fueron llevadas por el mismo portador, Onésimo (con quien, sin embargo, está unido Tiquico en la Epístola a los Colosenses), Colosenses 4:9. Las personas que envían saludos son las mismas, con excepción de una, Jesús llamado Justo (Colosenses 4:11). Igualmente en ambas es saludado Arquipo (v. 2; Colosenses 4:17). Pablo y Timoteo están en los encabezamientos de ambas. En ambas aparece Pablo como preso (v. 9; Colosenses 4:18). De ahí resulta que fué escrita en el mismo tiempo y lugar como la Epístola a los Colosenses (lo que fué cerca de la misma fecha como la Epístola a los Efesios), es decir, en Roma, durante el primer encarcelamiento de Pablo, años 61 a 62 d. de C.
OBJETO.—Onésimo, de Colosas ("el cual es de vosotros", Colosenses 4:9), esclavo de Filemón, se había escapado de él yendo a Roma después de haberle defraudado (v. 18). Allí fué convertido al cristianismo por Pablo y persuadido por Pablo a que regresase a su amo, fué provisto de esta Epístola, la que recomendaba a la favorable recepción de Filemón, por ya no ser un mero siervo sino también un hermano en Cristo. Pablo termina pidiendo a Filemón que le prepare hospedaje, pues confiaba en ser libertado pronto y visitar a Colosas. Esta Epístola es dirigida también a Apfia, quien se supone, por el tono doméstico de la carta, que sea la esposa de Filemón, y a Arquipo (un ministro de la Iglesia colosense, Colosenses 4:17), por la misma razón, suponiéndose que sea pariente cercano e íntimo.
Onésimo en los llamados Cánones Apostólicos (73) fué emancipado, se dice, por su amo. Las Constituciones Apostólicas (Colosenses 7:46) afirman que fué consagrado por Pablo como obispo de Berea, en Macedonia, y que fué martirizado en Roma. Ignacio, Epístola ad Ephesum, cap. 1, habla de él como obispo de los efesios.
ESTILO.—Ha sido llamada felizmente, por su urbanidad graciosa y delicada, "la Epístola cortés." Sin embargo, no hay en ella nada de cumplimiento insincero, por el mundo erróneamente llamado cortesía. Es varonil y franca, sin representación falsa o supresión de hechos, al mismo tiempo que es persuasiva y lo más cautivante. Alford cita la elocuente descripción hecha por Martín Lutero: "Esta Epístola manifiesta un ejemplo correcto, noble, hermoso del amor cristiano. Aquí vemos cómo Pablo se esfuerza por el pobre Onésimo y por todos los medios aboga su causa con su amo, y así se considera a sí mismo como si él fuese Onésimo y él mismo le hubiera hecho el mal a Filemón. Sin embargo, hace todo esto, no con fuerza, como si tuviera derecho a ello, mas se despoja de su derecho y así obliga a Filemón a renunciar a su derecho también. Así como Cristo obró a favor nuestro con el Padre, así también obró Pablo por Onésimo con Filemón: porque Cristo también se despojó de su derecho, y por amor y humildad obligó (?) al Padre a deponer su ira y poder y a llevarnos a su gracia por amor de Cristo, quien amorosamente aboga nuestra causa y con todo su corazón se esfuerza por nosotros; porque nosotros somos los Onésimos de él, según pienso yo."