Isaías 3:1-26
1 Porque he aquí que Dios, el SEÑORc de los Ejércitos, quitará de Jerusalén y de Judá la provisión y el sustento: toda provisión de pan y toda provisión de agua.
2 Quitará al valiente y al hombre de guerra, al juez y al profeta, al adivino y al anciano,
3 al jefe de cincuenta y al hombre respetable, al consejero y al excelente artesano, y al experto encantador.
4 Les pondré muchachos por magistrados, y los caprichosos se enseñorearán de ellos.
5 En medio del pueblo el hombre oprimirá al hombre, y cada cual a su prójimo. El joven será insolente con el anciano, y el ruin con el noble.
6 Cuando alguno eche mano de su hermano en la casa de su padre y le diga: “Tú que tienes ropa, sé nuestro jefe y toma en tus manos esta ruina”,
7 él alzará la voz en aquel día diciendo: “Yo no seré sanador, pues en mi casa no hay comida ni vestido. No me pongan por jefe del pueblo”.
8 Porque Jerusalén ha tropezado, y Judá ha caído; pues la lengua de ellos y sus obras son contrarias al SEÑOR y desafían la presencia de su majestad.
9 Su parcialidad los acusa. Como Sodoma, expresan su pecado y no lo disimulan. ¡Ay de ellos, porque para sí mismos han producido el mal!
10 Digan a los justos que les irá bien, que comerán del fruto de sus hechos.
11 ¡Ay de los impíos! Les irá mal, porque les será hecho conforme a las obras de sus manos.
12 ¡Oh pueblo mío! Sus opresores son muchachos, y mujeres se enseñorean de él. Pueblo mío, los que te guían te hacen errar y confunden el rumbo de tus caminos.
13 El SEÑOR está de pie para litigar; está a punto de juzgar a su pueblo.
14 El SEÑOR entrará en juicio contra los ancianos y contra los magistrados de su pueblo. “Porque ustedes han consumido la viña, y el despojo del pobre está en sus casas.
15 ¿Qué motivos tienen para aplastar a mi pueblo y moler las caras de los pobres?”, dice Dios, el SEÑOR de los Ejércitos.
16 Asimismo dijo el SEÑOR: “Por cuanto las hijas de Sion son altivas, andan con el cuello erguido, lanzan miradas seductoras, caminan zapateando y hacen resonar los adornos de sus pies,
17 el Señor pelará con tiña la cabeza de las hijas de Sion; el SEÑOR desnudará sus frentes”.
18 En aquel día el Señor quitará los adornos de los tobillos, las diademas, las lunetas,
19 los aretes, los brazaletes, los velos,
20 los adornos de la cabeza, los adornos de los pies, las cintas, los frasquitos de perfume, los amuletos,
21 los anillos, los joyeles de la nariz,
22 las ropas festivas, los mantos, los pañuelos, los bolsos,
23 los espejos, la ropa íntima, los turbantes y las mantillas.
24 Y sucederá que habrá hediondez en lugar de los perfumes, soga en lugar de cinturón, rapadura en lugar de los arreglos del cabello. En lugar de ropa fina habrá ceñidor de cilicio; porque en lugar de belleza habrá vergüenza.
25 Tus hombres caerán a espada, y tu poderío caerá en la batalla.
26 Sus puertas lamentarán y se enlutarán; y abandonada, ella se sentará en tierra.
1. Porque—continuación del capítulo 2:22. Jehová de los ejércitos—y de consiguiente, poderoso para hacer lo que dice. quita—el presente por el futuro, para significar su exacto cumplimiento. sustentador … sustento—la misma palabra hebrea, una es masculina, la otra femenina; un modismo árabe que equivale a toda clase de apoyo. ¡Qué cambio después del lujo precedente! (cap. 2:7). Se cumplió durante el sitio de Nabucodonosor y más tarde durante el asedio de Tito (Jeremias 37:21; Jeremias 38:9).
2. Cumplido (2 Reyes 24:14). el adivino—(Deuteronomio 18:10); persona en quien ellos confiaban, y quien les fallaría en aquellos días. Hay una referencia a este oficio (aunque en buen sentido) en Proverbios 16:10, pasaje que los judíos interpretan como refiriéndose a un rey, sin el cual había estado Israel por largo tiempo (Oseas 3:4). el anciano—hombre de edad y experiencia (1 Reyes 12:6)
3. el capitán de cincuenta—no sólo los capitanes de mil y los de ciento, pero hasta los de cincuenta le faltarán. el hombre de respeto—liter., de distinguido aspecto. el artífice excelente—experto. Los trabajos mecánicos estarán paralizados durante el sitio y la subsiguiente desolación del Estado. Los artesanos no son un despreciable “sostén” entre los defensores de la nación. y el hábil orador—mejor dicho, como la Vulgata, un hábil susurrador, esto es, encantador (Salmo 58:5). Véase el cap. 8:19; y la nota sobre “adivino” (v. 2) arriba.
4. mozos—en cuanto a su capacidad para gobernar; antítesis de “ancianos” (véase v. 12; Eclesiastés 10:16). muchachos—en fuerza bélica, antítesis de “poderoso” y “hombre de guerra”
5. La anarquía que resulta de tener gobernantes tan ineptos (v. 4); mutuas e injustas exacciones; las normas de respeto violadas (Levítico 19:32). el villano—de baja condición. Compárense las notas sobre “los últimos días” de 2 Timoteo 3:2.
6. Será tal la carencia de hombres de riqueza y capacidad, que “echarán mano” (cap. 4:1) del primer hombre que encuentren que tenga alguna propiedad, para hacerlo “gobernante”. hermano—uno que no tiene más derecho hereditario a ser gobernante que quien le ruega que lo sea. vestir tienes—cosa que ninguno de nosotros posee. Las mudas de ropa en el Oriente constituyen riqueza (2 Reyes 5:5) ruina—Hazte cargo de nuestros ruinosos asuntos.
7. jurará—liter., alzar, ya sea su mano, el ademán usado como atestación solemne o su voz, es decir, responderá; como aparece en la Vulgata. No tomaré ese cuidado. Mejor: No seré sanador (V. Inglesa)—esto es, del cuerpo político, incurablemente enfermo (cap. 1:6). ni qué vestir—como para socorrer el pueblo y mantener la dignidad de gobernante. El estado de una nación debe en verdad ser muy malo cuando ninguno de sus hombres, ambiciosos por naturaleza, siente deseos de aceptar un cargo.
8. El profeta da las razones por las cuales todos rehusan aceptar el gobierno. los ojos de su majestad—para provocar la “gloriosa” majestad de Dios con lo que se presenta ante sus “ojos” (cf. cap. 49:5; Habacuc 1:13). El siríaco y Lowth, debido a un leve cambio del hebreo, traducen: “la nube de su gloria”, el Shechinah.
9. La apariencia—El hebreo significa “lo que puede saberse por el aspecto de sus rostros” [Gesenius y Weiss]. Pero Maurer traduce: “Su acepción de personas”; así también el siríaco y el caldeo. Pero la palabra paralela “predican”, favorece la otra opinión. Kimchi traduce del árabe: Su dureza (Job 19:3, margen de la V. Inglesa), o la impudencia del rostro (Jeremias 3:3). Es que no sólo han perdido la esencia de la virtud, sino el color de la misma. los convence—liter., les corresponde, su aspecto corresponde a su carácter íntimo (Oseas 5:5) (Judas 1:13). “Espuman su misma desvergüenza”; lejos de hacerlo en secreto se glorían de ello (Filipenses 3:19). para sí—(cf. Proverbios 1:31; Proverbios 8:36; Jeremias 2:19; Romanos 1:27).
10. La infidelidad de muchos no es prueba de que todos sean infieles. Aunque no se oiga más que el croar de las ranas en la superficie de una laguna, no hemos de inferir que no haya peces dentro del agua [Bengel]. (Véase cap. 1:19, 20). frutos de sus manos (de sus caminos, V. M.)—(Proverbios 1:31); en buen sentido (Gálatas 6:8; Apocalipsis 22:14). No alude a la salvación por obras, sino a los frutos de la fe (cap. 45:24; Jeremias 23:6). Gesenius y Weiss traducen: “Declarad al justo que …” Maurer: “Decid que el justo es bendito”.
11. Mal—antítesis de “bien (v. 10); elipsis enfática de las palabras grifadas. “¡Mal!” manos—su conducta; por ser las manos los instrumentos de los actos (Eclesiastés 8:12, Eclesiastés 8:13).
12. (Véase v. 4.) Estos, que debían ser protectores; son exactores; tan descalificados eran para gobernar como “los muchachos”, y tan afeminados como las mujeres”. Quizás indica asimismo que estaban bajo la influencia de su respectivo harén, las mujeres de la corte. guían—el hebreo, te llaman bendito; a saber, los falsos profetas, que lisonjean al pueblo con promesas de seguridad aun cuando vivan en pecado; pues los gobernantes civiles están mencionados en la primera cláusula. la carrera de tus caminos—(Jeremias 6:16). El camino recto expuesto en la Ley. En el hebreo, tragan; es decir, hacen que desaparezca tan completamente que no se deja de él el menor vestigio.
13. en pie—ya no más sentado en silencio. litigar—indignado contra un pueblo malvado (cap. 66:16; Ezequiel 20:35)
14. ancianos—de ahí que se diga de ellos que serán quitados (vv. 1, 2). devorado—quemado; a saber, mediante las “exacciones opresivas” (v. 12). Tipo del pecado culminante de los labradores malvados de los días de Jesús (Mateo 21:34). la viña—la teocracia judía (cap. 5:1-7; Salmo 80:9). despojo … en vuestras casas—(Mateo 23:14)
15. ¿Qué derecho tenéis vosotros de majar, etc? (Salmo 94:5; Miqueas 3:2). moléis—mediante exacciones, al punto de no dejarles nada. las caras—las personas; con la idea adicional de hacer esto abierta y palpablemente. “Presencia”, equivalente a rostro, en hebreo.
16. El lujo había llegado a ser grande en el próspero reinado de Uzzías (2 Crónicas 26:5). cuellierguidas—con orgullo, altivas (Salmo 75:5). descompuestos—haciendo visajes con los ojos, esto es, moviéndolos lascivamente (Proverbios 6:13). [Maurer]. Pero Lowth: “Haciendo resaltar falsamente los ojos con colorete”. Las mujeres en el Oriente colorean frecuentemente los párpados con antimonio o polvo de plomo (Nota, Job 42:14; Jeremias 4:30, marginal). van danzando—a pasos cortos. haciendo son con los pies—con las ajorcas de ambos pies, atadas con cadenitas, que sonaban al andar obligándolas a caminar a pasos cortos. A veces agregaban pequeñas campanillas (vv. 18, 20).
17. pelará … la mollera—haciendo que queden calvas, mediante enfermedad. descubrirá—haráles experimentar la mayor indignidad que le puede sobrevenir a una mujer cautiva, cual es la de desnudarla y ver expuesto su cuerpo desnudo (cap. 47:3; cf. cap. 20:4).
18. atavío—las galas (v. 16). las redecillas—para la cabeza. O, según una raíz árabe, los solecitos, que corresponden a “diademas” o adornos “semejantes a lunas” (Jueces 8:21). El chumarah o media luna, también se lleva en la frente sobre el velo de la cabeza en el Asia Occidental.
19. los collares—más bien pendientes que cuelgan alrededor del cuello y caen sobre el pecho. joyeles—velillos (V. M), que cubren el rostro con aberturas para los ojos; cerrados por arriba y sueltos por abajo. La raíz de la palabra quiere decir trémulo, a causa del cambiante efecto que producen las lentejuelas sobre el velo.
20. escofietas—bonetes o turbantes. atavíos de las piernas—pequeñas cadenas atadas a las ajorcas de ambos pies para caminar a pasos uniformes (v. 16). los partidores del pelo—liter., ceñidores. pomitos de olor—esto es, perfumes. los zarcillos—o más bien, amuletos que colgaban del cuello o de las orejas, con fórmulas mágicas. La raíz significa susurrar o conjurar.
21. los joyeles de las narices—éstos colgaban del cartílago que divide las fosas nasales, el que se perforaba para introducirlos; generalmente pendían de la fosa izquierda.
22. Aquí comienzan todos los artículos de vestir. Los anteriores eran simples adornos de remuda—de una raíz que significa quitarse; no se llevaban comúnmente; sino que se ponían en ocasiones especiales, y luego se quitaban (Malaquías 3:4). mantoncillos—túnicas amplias con mangas, que se ponían sobre la común, las que llegaban a los pies. los velos—esto es, bufandas, caperuzas. En Rut 3:15, quizás sea una capa amplia o chal que envolvía el cuerpo y cubría la cabeza. los alfileres—mejor, bolsos para el dinero (2 Reyes 5:23).
23. espejos—de metal pulido (Éxodo 38:8). Pero en la Versión de los Setenta es un vestido transparente, como la gasa. tocados—mitras o diademas (cap. 62:3; Malaquías 3:5), las gasas (los velos, V. M.)—bastante largos como para cubrir la cabeza y el cuerpo, aunque distintos de los del versículo 19 (Génesis 24:65), señal de la sujeción de la mujer (1 Corintios 11:10).
24. hediondez—que saldría de las úlceras (Malaquías 14:12). desgarrón—mejor en la Septuaginta, “una soga”, emblema de pobreza; los pobres no tenían otra cosa con qué ceñir sus ropas. cinta—para ceñir al caminar los vestidos sueltos usados en el Oriente. calvez—(v. 17). compostura del cabello—(1 Pedro 3:3). faja—cinturón ancho trenzado. ceñimiento de saco—(1 Samuel 3:31). quemadura—causada en los rostros por el sol al trabajar como cautivos sin sus turbantes y velos bajo un sol abrasador (Cantares de los Cantares 1:6).
25. Tus varones—de Jerusalén.
26. puertas—los lugares de concurso, personificados, son representados llorando la pérdida de las multitudes que en otro tiempo los frecuentaban. desamparada, sentaráse en tierra—ésta fuá la figura exacta bajo la cual fué representada Judea en las medallas acuñadas por los romanos después de su destrucción por Tito: una mujer sentada bajo una palmera con expresión de tristeza. La inscripción reza: Judea capta—Judá cautiva (Job 2:13; Lamentaciones 2:10, donde se alude primeramente, como aquí, a su destrucción por Nabucodonosor).