Isaías 44:1-28
1 “Y ahora escucha, oh Jacob, siervo mío; y tú, oh Israel, a quien yo escogí.
2 Así ha dicho el SEÑOR, tu Hacedor, el que te formó desde el vientre y el que te ayudará: No temas, oh siervo mío Jacob; y tú, oh Jesurún, a quien yo escogí.
3 Porque yo derramaré aguas sobre el suelo sediento, y torrentes sobre la tierra seca. Derramaré mi Espíritu sobre tus descendientesc, y mi bendición sobre tus vástagos.
4 Brotarán comod entre la hierba, como los sauces junto a las corrientes de las aguas.
5 Este dirá: ‘Yo soy del SEÑOR’, ese será llamado por el nombre de Jacob, y aquel escribirá sobre su mano: ‘Del SEÑOR’, y será llamado con el nombre de Israel”.
6 Así ha dicho el SEÑOR, Rey de Israel, y su Redentor, el SEÑOR de los Ejércitos: “Yo soy el primero y yo soy el último, y fuera de mí no hay Dios.
7 ¿Quién es como yo? ¡Que lo proclame! Que declare y relate delante de mí las cosas que han sucedido desde que establecí al pueblo antiguo, y declaren las cosas por venir. Sí, ¡declárenlas!
8 “No teman, ni tengan miedo. ¿No te lo hice oír y te lo dije desde antaño? Y ustedes son mis testigos. ¿Hay Dios aparte de mí? No, no hay otra Roca; no conozco ninguna”.
9 Los que dan forma a las imágenes talladas, todos son solo vanidad; lo más precioso de ellos no sirve para nada. Y en cuanto a sus testigos, ellos mismos no ven ni conocen, para su propia vergüenza.
10 ¿Quién forma un dios o funde una imagen que para nada aprovecha?
11 He aquí que todos sus compañeros serán avergonzados, porque los mismos escultores solo son hombres. Que se reúnan todos y se pongan de pie; que teman y sean avergonzados a una.
12 El herrero toma una herramienta y trabaja sobre las brasas. Le da forma con el martillo y trabaja con la fuerza de su brazo. Luego tiene hambre, y le faltan las fuerzas; no bebe agua, y desfallece.
13 El carpintero tiende la regla, hace el trazo con un marcador, labra con el formón, traza con el compás y le da forma de hombre y de belleza humana, para colocarlo en una casa.
14 Corta cedros para sí; escoge una conífera o un roble y lo deja crecer entre los árboles del bosque. Planta un pino y la lluvia lo hace crecer.
15 Luego se sirve de ellos para hacer fuego. Toma uno y con él se calienta; prende fuego y cuece pan. Hace, además, un dios y lo adora; hace un ídolo y se postra ante él.
16 Quema parte del leño en el fuego y sobre él prepara carne asada, come y se sacia. Luego se calienta y dice: “¡Ah! Me caliento mientras contemplo el fuego”.
17 Después, lo que sobra lo transforma en la imagen tallada de un dios. Se postra ante él y lo adora, y le ruega diciendo: “¡Líbrame, porque tú eres mi dios!”.
18 No conocen ni entienden; porque sus ojos están tapados para no ver; también su corazón, para no comprender.
19 Nadie reflexiona; nadie tiene conocimiento ni entendimiento para decir: “Parte de esto quemé en el fuego y sobre sus brasas cocí pan, asé carne y comí. ¿He de convertir en una abominación lo que sobra de él? ¿Me he de postrar ante un tronco de árbol?”.
20 Se alimenta de ceniza; su corazón engañado lo desvía. No libra su alma ni dice: “¿Acaso no es una mentira lo que tengo en mi mano derecha?”.
21 “Acuérdate de estas cosas, oh Jacob; y tú, oh Israel, porque eres mi siervo. Yo te formé; tú eres mi siervo. Oh Israel, no me olvides.
22 He borrado como niebla tus rebeliones, y como nube tus pecados. Vuelve a mí, porque yo te he redimido”.
23 Canten loores, oh cielos, porque el SEÑOR lo ha hecho. Griten con júbilo, oh profundidades de la tierra. Prorrumpan en cántico, oh montes, el bosque y todos sus árboles, porque el SEÑOR ha redimido a Jacob y será glorificado en Israel.
24 Así ha dicho el SEÑOR, tu Redentor; el que te formó desde el vientre: “Yo, el SEÑOR, hago todas las cosas. Yo solo despliego los cielos y extiendo la tierra, sin la ayuda de nadie.
25 Soy quien deshace las señales de los adivinos y enloquece a los magos. Soy quien hace volver atrás a los sabios y convierte en necedad su erudición.
26 Soy quien confirma la palabra de su siervo y cumple el plan de sus mensajeros. Soy quien dice a Jerusalén: ‘Serás habitada’; y a las ciudades de Judá: ‘Serán reedificadas; yo levantaré sus ruinas’.
27 Soy quien dice a las profundidades del mar: ‘¡Séquense!’ y ‘Yo secaré tus ríos’.
28 Soy quien dice de Ciro: ‘Él es mi pastor’. Él cumplirá todo mi deseo al decir de Jerusalén: ‘Sea edificada’, y del templo: ‘Sean puestos tus cimientos’.
CONTINUACION DEL CAPITULO PRECEDENTE (vv. 1-5).
1. ahora—Aunque has pecado, oye, sin embargo, la promesa misericordiosa de Dios tocante a tu liberación. escogí—(cap. 41:8).
2. (cap. 43:1-7). formó desde el vientre—(Así el v. 24; cap. 49:1, 5). El sentido es semejante al del cap. 1:2: “Crié hijos y engrandecílos”. Jeshurun—Diminutivo dado a Israel. El título afectivo completo era Israelun, el cual por contracción resultó Jeshurun, con una alusión a la raíz hebrea, jashar, “justo”, “perfecto” (véase nota, sobre “El que es perfecto”, cap. 42:19) [Gesenius] (Deuteronomio 32:15).
3. (cap. 41:18). sobre el secadal—(cap. 35:6, 7), figurado, por un hombre sediento de justicia (Mateo 5:6). ríos—las abundantes influencias del Espíritu, más fuertes que el agua. mi espíritu—incluso todos los dones espirituales y temporales, como el paralelo “bendiciones” lo demuestra (cap. 11:2; 32:15). generación—(cap. 59:21).
4. brotarán—tu “linaje” y tus “descendientes” (v. 3). como sauces—“crecerán como sauces entre la hierba, junto a los cursos de agua” [Horsley]. O: “Crecerán entre la hierba (esto es, lozanamente; porque lo que crece entre la hierba crece exuberantemente) como sauces junto a las corrientes de agua”, que hace que las cláusulas paralelas resulten mejor equiparadas [Maurer].
5. La tercera cláusula responde en el paralelismo a la primera, la cuarta a la segunda. yo soy de Jehová—(Jeremias 50:5; 1 Corintios 6:19; 2 Corintios 8:5). se llamará del nombre de Jacob—Los gentiles (como resultado del derramamiento del Espíritu Santo sobre Israel, “la simiente” de Jehová, primero), se unirán a los hijos de Jacob para adorar a Dios (cf. cap. 43:7; Salmo 49:11). O llama, esto es, invoca y celebra el nombre de Jacob, y se une a su nación y religión [Maurer]. (Salmo 24:6). escribirá con su mano, A Jehová—a manera de solemne y público pacto, consagrándose al servicio de Dios (cf. Nehemías 9:38), delante de “testigos” (Hebreos 12:1), a la manera de un contrato civil (Jeremias 32:10, Jeremias 32:12, Jeremias 32:44). Así le ocurre al cristiano con el bautismo y la Cena del Señor [Barnes]. Liter., “llenará la mano de cartas (Éxodo 32:15; Ezequiel 2:10) en honor de Jehová”; o “escribirá sobre su mano: soy de Jehová” (cf. cap. 49:16; Apocalipsis 13:16); que alude a la punción de la mano con tinta, mediante la cual un soldado denotaba que pertenecía a su comandante; por ese medio los cristianos solían marcarse a sí mismos con el nombre de Cristo [Lowth]. La primera interpretación es la más natural. con el nombre de Israel—Maurer y Gesenius interpretan esto como lo autoriza el hebreo, que responde a su traducción de la segunda cláusula paralela: “invoca suavemente el nombre de Israel” (habla en términos honorables acerca de él). Si retenemos la Versión Inglesa, debemos, según el hebreo, entenderlo así: “Se apellidará del honorable nombre de Israel” (cap. 45:4).
6. Aquí sigue un argumento en favor de Jehová, como el único Dios, y contra los ídolos, como cosas vanas (véase Nota al cap. 41:4; 43:1, 10-12).
7. ¿Quién puede, excepto Dios, predecir sucesos futuros y declarar asimismo el orden y el momento en que cada uno sucederá? (Nota 41:22, 23; 45:21). llamará—¿Quién proclamará abiertamente (cap. 40:6) las cosas futuras? [Maurer]. O: ¿hará venir el suceso, ordenando que ocurra? (cap. 46:11; 48:15). [Barnes]. y lo ordenará—No hay casualidad o confusión; todos los sucesos ocurren en el orden más apropiado para que sirvan a los planes de Dios. por mí—Todas las cosas existen y tienen lugar por Dios (Apocalipsis 4:11). Pero Maurer traduce: “Que me haga él saber” (Job 37:19). desde que hice el pueblo antiguo—A los judíos desde que los he elegido como pueblo mío en tiempos antiguos, les he hecho predicciones acerca de lo futuro; de consiguiente, estaban calificados para ser sus testigos (v. 8). En cuanto a que fuesen “el antiguo pueblo de Dios”, véase Deuteronomio 32:7; Jeremias 31:3; tipo de la iglesia redimida (Efesios 1:4).
8. No temáis—asombraos o aturdíos de temor. desde antiguo—esto es, desde el tiempo que te “he escogido por pueblo mío” (v. 7). Desde que he llamado a Abrahán sus descendientes fueron los depositarios de las predicciones del Redentor, mientras que la promesa de Ciro no fué conocida hasta el tiempo de Isaías; de consiguiente, el suceso objeto de la predicción y al cumplimiento del cual Dios apela en prueba de que sólo él es Dios, es la redención del hombre por un descendiente de Abrahán en cuya persona “el antiguo pueblo” fué al principio formalmente “escogido”. La liberación de los judíos por Ciro se menciona después como prenda de esa grande misericordia [Horsley]. no hay Dios—hebreo tsur “roca” (Deuteronomio 32:4), es decir, una fortaleza para refugiarse en ella, y un sólido fundamento para edificar encima.
9. (Cap. 40:18, 20; 41:29). y lo más precioso—los ídolos de que se enorgullecen y en los cuales se deleitan. para nada es útil—(Habacuc 2:18), y ellos mismos … son testigos—contrástese con “Vosotros sois mis testigos” (v. 8). “Ellos”, es decir, los ídolos y los que los hacen, son contra sí mismos testigos ellos mismos, porque los ídolos nada pueden ver ni saber (Salmo 115:4). para su confusión—consecuencia que se deduce de todo el argumento anterior, y no meramente de las palabras inmediatamente anteriores, como el cap. 28:13; 36:12. Yo digo todo esto para mostrar que están sentenciados a perecer vergonzosamente, que es el único fin apropiado para ellos.
10. ¿Quién?—Pregunta sarcástica: “¡Cuán degradado es el hombre que hace un dios!” Hay aquí una contradicción de términos. ¡Un dios hecho, adorado por el que lo hizo! (1 Corintios 8:4).
11. sus compañeros—Los asociados del que hace un ídolo o del ídolo mismo (véase Deuteronomio 7:26; Salmo 115:8; Oseas 4:17). son de los hombres—son en sí hombres mortales. ¿En qué puede ser mejor el ídolo que su hacedor? Todos ellos se juntarán, estarán—como en un tribunal de justicia, para asistir en juicio al debate entre Dios y ellos (Nota, cap. 41:1, 21). El resultado del proceso será: “Serán atemorizados, etc.”
12. la tenaza—más bien, “prepara (ha de suplirse) un hacha”; es decir, aquello con que ha de cortar el árbol escogido para hacer de él el ídolo. El “herrero” (hebreo, el obrero en hierro) aquí responde al “carpintero” (el hebreo, obrero en madera). “El trabaja (el hacha, no el ídolo, que era madera, no metal) en las ascuas”, etc. El hacha se la trabaja o se la labra; no se la funde. El herrero hace el hacha para el carpintero. hambre … no beberá agua—está ansioso de acabar su obra mientras el hierro está caliente. Si el dios pudiera algo, no permitiría que el obrero “desmayara” de hambre o de sed. El misionero Williams dice que los isleños de los mares australes cuando hacen un ídolo se abstienen de comer y beber.
13. Después del trabajo del herrero, que prepara las herramientas, viene el del carpintero, que hace el ídolo. regla—más bien, la línea. Barnes con una línea—más bien, un lápiz [Horsley]. Liter., ocre rojo, el que usa para señalar sobre la madera el diseño de la figura [Lowth]. O mejor, el estilo o buril, con el que se hace la incisión del contorno [Gesenius]. cepillos—mejor cincel o las herramientas de tallar, pues un cepillo no sería adecuado para tallar. compás—de una raíz hebrea, que significa hacer un círculo. De esa manera se logra la simetría de la forma. a semejanza de hombre hermoso—Esta es una ironía. La idea más elevada que los paganos podían formarse de un dios era la de imaginarlo a semejanza de ellos. Jerónimo decía: “Cuanto más linda es la estatua tanto más augusto se consideraba al dios”. La encarnación del Hijo de Dios condesciende con este sentimiento antropomórfico, tan natural en el hombre, pero en forma tal como para elevar los pensamientos del hombre hasta el infinito Dios, que “es espíritu”. para estar en casa—Era lo único para que servía, ya que ni podía oír ni salvar (cf. libro de la Sabiduría 13:15).
14. Descripción del material de que se hacía el ídolo. encina—De la raíz hebrea, ser duro, cual lo es la encina, tan abundante en Palestina [Gesenius]. se esforzará—liter., “y cobra fuerzas entre los árboles del bosque”; es decir, que (el carpintero) se esfuerza por proveerse de gran cantidad de madera [Lowth]. O: “escoge”, pues “lo has hecho fuerte para ti”. Como si dijera: lo has escogido (Salmo 80:15, Salmo 80:17). [Gesenius]. Pero el sentido de la Versión Inglesa es correcto: lo has “fortalecido”, cido”, es decir, para que fuera un árbol lozano; sentido que se ajusta al del Salmo 80:15, Salmo 80:17, donde se compara a Israel con una vid plantada por Jehová [Maurer]. se críe con la lluvia—Aunque el árbol fué plantado por el hombre, éste, no obstante, no lo pudo hacer crecer; y así, si disponerse a hacer un ídolo, tiene que depender del verdadero Dios para la lluvia (Jeremias 14:22).
15. El mismo árbol que provee el material para el ídolo se usa en parte como combustible para el fuego, con que han de prepararse sus comidas y calentarse. arrodillaráse—más bien. se postra delante de ellas, a saber, de tales imágenes [Maurer].
16. parte … parte—no partes distintas, sino la misma parte del leño (cf. v. 17). comerá—esto es, la asará para comerla (v. 19). he visto el fuego—he experimentado los beneficios de su calor.
18. encostrados—Dios los ha entregado a judicial ceguera; no de una manera físicamente directa, sino por su providente intervención con que ejercita su gobierno moral (cap. 6:9, 10). “Cierra”, liter., embadurna, enyesa; es costumbre en el oriente sellar en algunos casos los ojos de los delincuentes.
19. no discurre—no lo toma a pecho (cap. 42:25; Jeremias 12:11). abominación—es el término escritural para designar un ídolo, no meramente abominable, sino la esencia de lo que eso es a los ojos de Dios, celoso de su gloria (1 Reyes 11:5, 1 Reyes 11:7).
20. de ceniza se apacienta—fig., porque el idólatra se deleita en lo que es vano (Proverbios 15:14; Oseas 12:1). “Se alimenta de viento”. Quizás haya también aquí una alusión al hecho de que habiendo sido el dios hecho de un árbol, la mitad del cual fué reducido a cenizas por el fuego (vv. 15, 16, 17); el ídolo, por no ser mejor, pudo y debió haberse reducido a cenizas, al igual que la otra mitad. su corazón engañado—El corazón y la voluntad son los primeros en errar, luego les siguen el intelecto y la conducta (Romanos 1:28; Efesios 4:18). ¿una mentira a mi mano derecha?—¿No es mi artefacto (el ídolo) un engaño?
21. acuérdate—“No seas como los idólatras, que no recapacitan en su corazón” (v. 19). estas cosas—Las que se acaban de decir tocante a la estupidez de la idolatría. mi siervo eres—no como los idólatras, esclavos del tronco de un árbol (v. 19). Véanse vv. 1, 2. no me olvides—Por consiguiente, tú debes “recordarte” de mí.
22. Yo deshice—la deuda de tu pecado, borrándola del libro de cuentas en que estaba anotada (Éxodo 32:32; Apocalipsis 20:12). como a nube—que dispersa el viento (Salmo 103:12). como a niebla—gradación descendente. No sólo la nube de las más graves “transgresiones”, sino la “niebla” (“vapor”) [Lowth], no tan densa, pero que cubre el cielo como una bruma) de los innúmeros “pecados”. Estos últimos, aunque el hombre no les da mucha importancia, necesitan, tanto como los primeros, ser eliminados por el Sol de justicia; de lo contrario, serán una bruma que nos separará del cielo (Salmo 19:12; 1 Juan 1:7). tórnate … porque—La antecedente redención es el fundamento y el motivo del arrepentimiento. No nos arrepentimos para que nos redima, sino porque nos ha redimido (Malaquías 12:10; Lucas 24:47; Hechos 3:18). El que cree que ha sido perdonado, no puede por menos de amarle (Lucas 7:43, Lucas 7:47).
23. Llamamiento a la inanimada naturaleza a alabar a Dios, por cuanto ésta también participará de la venidera liberación de la “servidumbre de corrupción” (Romanos 8:20). lo hizo—efectuó la redención del literal y espiritual Israel. lugares bajos—por oposición a los “cielos”, las “montañas”, los “bosques” y los “árboles”, que son los objetos intermedios en gradación descendente (véase Salmo 96:11).
24-28. Confirmación de sus promesas a la iglesia y a Israel, mediante varios ejemplos de su omnipotencia; entre éstos la restauración de los judíos por Ciro. sólo—Liter. ¿Quién fué conmigo? Es decir, cuando yo hice esto, que corresponde a “por mí mismo”, en la cláusula paralela (cf. semejantes frases con Oseas 8:4; Juan 5:30) [Maurer].
25. las señales—los pronósticos, los pretendidos milagros que ellos hacen como pruebas de sus poderes sobrenaturales. de los adivinos—(Jeremias 50:36) conjuradores o astrólogos; hombres que llevan una vida retirada y contemplativa, para estudiar la adivinación por los signos de las estrellas [Vitringa]. que hago tornar atrás—avergonzados de que sus predicciones no se han realizado. “Hacer volver el rostro” es impedir una derrota (cap. 36:9; 1 Reyes 2:15). Los “magos” son los adivinos que, cuando Babilonia fué atacada por Ciro, predijeron la destrucción de él.
26. su siervo—en sentido colectivo, por los profetas en general, quienes predijeron el retorno de Babilonia, lo que concuerda con sus “mensajeros” (plural, en la cláusula paralela) [Maurer]. Finalmente, y como antitipo, el Mesías, que consumará la incorporación de todos los profetas y mensajeros de Dios (Malaquías 3:1; Mateo 21:34, Mateo 21:36; Juan 10:36); de aquí el singular, “su siervo”. el consejo—las predicciones, los consejos de los profetas tocante al futuro (cf. “consejero” cap. 41:28). Jerusalem—considerada, proféticamente, como en ruinas.
27. Se refiere al Eufrates, que fué desviado por otro canal, cerca de Babilonia, por Ciro, quien tomó de ese modo la ciudad. El “profundo” se aplica al Eufrates, cual si fuera “un mar” (Jeremias 51:32, Jeremias 51:36). Por “ríos” se alude a los canales artificiales trazados desde el Eufrates para el riego de los campos; cuando éste fué desviado de su cause hacia un lecho diferente, a saber, un lago de 64 kilómetros cuadrados, formado originalmente para recibir el agua superflua de una inundación, los canales se secaron.
28. mi pastor—tipo del Mesías (cap. 40:11; Salmo 23:1; Salmo 77:20; Ezequiel 34:23). todo lo que yo quiero—tal hará el Mesías (cap. 42:1; 53:10). Esta es la primera vez que expresamente se nombra a Ciro; y eso 150 años antes de que comenzase a reinar, que fué en 550 A. de C. El nombre procede del persa Khorschid, “el sol”; era frecuente que los reyes llevasen los nombres de sus dioses, y el sol era adorado como dios por los persas. diciendo—más bien, “y que dice”. Esto se refiere a Dios no a Ciro. La Palabra de Dios será instantáneamente eficaz para llevar a cabo su voluntad. a … y al …—O: “de Jerusalem … del templo; anteriormente la misma voz hebrea se tradujo “de Ciro” [Barnes]. La Versión de Reina-Valera es más gráfica. Según Josefo, Ciro llegó a tener conocimiento de esta profecía de Isaías, pronunciada tanto tiempo antes; de ahí que se sintiese inducido a hacer una cosa tan contraria a la política de oriente, cual fué la de prestar ayuda a los cautivos judíos para regresar a su patria y reedificar el templo y la ciudad.