Jeremias 51:1-64

1 Así ha dicho el SEÑOR: “He aquí que yo levanto un viento destructor contra Babilonia y contra los habitantes de Caldea.

2 Enviaré a Babilonia aventadores que la avienten, y devastarán su tierra; porque en el día del mal estarán contra ella por todos lados.

3 No entese su arco el arquero ni toqueb su cota de malla. No perdonarán la vida a sus jóvenes. ¡Destruyan por completo todo su ejército!

4 “Caerán los muertos en la tierra de los caldeos, y los heridos en sus calles.

5 Porque Israel y Judá no han enviudado de su Dios, del SEÑOR de los Ejércitos. Ciertamente su tierra está llena de culpa contra el Santo de Israel.

6 “¡Huyan de en medio de Babilonia! Libren, cada uno su vida, para que no sean silenciados a causa de la maldad de ella. Porque es el tiempo de la venganza del SEÑOR; él le dará su retribución.

7 Una copa de oro fue Babilonia en las manos del SEÑOR; una copa que embriagó a toda la tierra. De su vino bebieron los pueblos, por lo cual se enloquecieron las naciones.

8 De repente ha caído Babilonia y ha sido quebrantada. Lamenten sobre ella; tomen bálsamo para su dolor. Quizás sanará.

9 “Quisimos curar a Babilonia, pero no ha sanado. Abandónenla y vayamos, cada uno a su país; porque el juicio contra ella ha llegado hasta el cielo y se ha levantado hasta las nubes.

10 El SEÑOR ha sacado a relucir nuestras justas demandas. ¡Vengan y contemos en Sion de la obra del SEÑOR nuestro Dios!

11 “Afilen las flechas; embracen los escudos. El SEÑOR ha despertado el espíritu de los reyes de Media; porque su propósito es contra Babilonia, para destruirla. Porque es la venganza del SEÑOR, la venganza por su templo.

12 “Levanten bandera contra los muros de Babilonia; refuercen la guardia, pongan centinelas, dispongan las emboscadas. Porque el SEÑOR ha hecho un plan y realizará lo que ha dicho acerca de los habitantes de Babilonia.

13 Oh, tú que habitas junto a muchas aguas, rica en tesoros, ha venido tu fin, el colmo de tu codicia.

14 El SEÑOR de los Ejércitos ha jurado por sí mismo, diciendo: ‘Yo te llenaré de hombres como de langostas, y contra ti levantarán grito de victoria’.

15 “Él hizo la tierra con su poder; estableció el mundo con su sabiduría y extendió los cielos con su inteligencia.

16 Cuando emite su voz, se produce un tumulto de aguas en los cielos. Hace subir la neblina desde los extremos de la tierra. Hace los relámpagos para la lluvia y saca el viento de sus depósitos.

17 “Todo hombre se embrutece por falta de conocimiento. Todo platero es avergonzado a causa de su ídolo. Porque sus ídolos de fundición son un engaño, y no hay espíritu en ellos.

18 Son vanidad, obra ridícula; en el tiempo de su castigo perecerán.

19 No es como ellos la Porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la tribu de su heredad. ¡El SEÑOR de los Ejércitos es su nombre!

20 “Una maza y un arma de guerra eres tú para mí. Por medio de ti destrozo naciones; por medio de ti destruyo reinos;

21 por medio de ti destrozo el caballo y a su jinete; por medio de ti destrozo el carro y a su conductor.

22 Por medio de ti destrozo al hombre y a la mujer; por medio de ti destrozo al anciano y al niño; por medio de ti destrozo al joven y a la joven.

23 Por medio de ti destrozo al pastor y su rebaño. Por medio de ti destrozo al labrador y su yunta; por medio de ti destrozo a los gobernadores y a los dirigentes.

24 “Ante sus ojos retribuiré a Babilonia y a todos los habitantes de Caldea, por todo el mal que ellos hicieron a Sion, dice el SEÑOR.

25 “He aquí, yo estoy contra ti, oh monte destructor, dice el SEÑOR, que destruyes toda la tierra. Extenderé mi mano contra ti y te haré rodar de las peñas. Te convertiré en monte quemado.

26 Nadie tomará de ti piedra para esquina ni piedra para cimiento, porque serás perpetua desolación, dice el SEÑOR.

27 “Alcen la bandera en la tierra y toquen corneta en las naciones. Reúnan contra ella a las naciones; convoquen contra ella a los reinos de Ararat, de Mini y de Asquenaz. Comisionen contra ella al capitán; hagan subir caballos como langostas erizadas.

28 Reúnan contra ella a las naciones, a los reyes de Media y a sus gobernadores, a todos sus dirigentes y a la tierra de su señorío.

29 La tierra tiembla y se retuerce; porque se ha cumplido todo el plan del SEÑOR contra Babilonia, para convertir a Babilonia en una soledad, sin ningún habitante.

30 “Los valientes de Babilonia han dejado de combatir y han quedado en sus fortalezas. Se ha agotado su valor; se han vuelto como mujeres. Han incendiado sus casas, y sus cerrojos han sido rotos.

31 Un correo sale al encuentro de otro correo, y un heraldo al encuentro de otro heraldo, para informar al rey de Babilonia que su ciudad es tomada de extremo a extremo.

32 Los vados han sido tomados, los carrizales han sido quemados a fuego, y los hombres de guerra están aterrados.

33 Porque así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, Dios de Israel: La hija de Babilonia es como una era. Ya es tiempo de trilla. Dentro de poco le vendrá el tiempo de la siega.

34 “‘Nabucodonosor, rey de Babilonia, me ha devorado, me ha causado confusión. Me ha dejado como un vaso vacío; me ha tragado como un monstruo acuático. Ha llenado su estómago con mis delicadezas y a mí me ha expulsado.

35 ¡Caiga sobre Babilonia la violencia hecha contra mí y mi carne!’, dirá la moradora de Sion. ‘¡Caiga mi sangre sobre los habitantes de Caldea!’, dirá Jerusalén.

36 “Por tanto, así ha dicho el SEÑOR: He aquí que yo juzgo tu causa y llevaré a cabo tu venganza. Secaré las aguas de ella y haré que queden secas sus fuentes.

37 Babilonia será convertida en montones de escombros, en morada de chacales, en objeto de horror y de rechifla, sin ningún habitante.

38 A una rugirán como leones; gruñirán como cachorros de león.

39 Cuando estén en pleno calor les serviré sus banquetes; haré que se embriaguen, de modo que se alegren. Dormirán el sueño eterno y no se despertarán, dice el SEÑOR.

40 Los haré descender como corderos al matadero, como los carneros con los machos cabríos.

41 “¡Cómo ha sido tomada Sesac y fue capturada la que era alabada por toda la tierra! ¡Cómo ha llegado Babilonia a ser objeto de horror entre las naciones!

42 Las aguas han subido sobre Babilonia, y ha sido cubierta por el tumulto de sus olas.

43 Sus ciudades se han convertido en desolación, en tierra seca y desierta. Es una tierra en la cual nadie habitará; ni hijo de hombre pasará por ella.

44 Castigaré a Bel en Babilonia, y sacaré de su boca lo que ha tragado. Las naciones no afluirán más a él. ¡El muro de Babilonia ha caído!

45 “¡Salgan de en medio de ella, oh pueblo mío! Libren, cada uno su vida del ardor de la ira del SEÑOR.

46 No sea que desmaye el corazón de ustedes y teman a causa del rumor que se oye en la tierra. Dentro de un año vendrá un rumor, y después de otro año, otro rumor. La violencia cunde en la tierra, y gobernante contiende con gobernante.

47 “Por tanto, he aquí vienen días en que castigaré los ídolos de Babilonia. Toda su tierra será avergonzada, y en medio de ella caerán todos sus muertos.

48 Los cielos y la tierra, y todo lo que en ellos hay, gritarán de alegría por lo de Babilonia; porque del norte vendrán contra ella los destructores, dice el SEÑOR.

49 “Babilonia misma caerá por causa de los muertos de Israel; como por causa de Babilonia han caído los muertos en toda la tierra.

50 Los que escaparon de la espada, ¡márchense; no se detengan! Acuérdense del SEÑOR desde lejos, y esté Jerusalén en vuestra memoria:

51 ‘Estamos avergonzados porque oímos la afrenta; el oprobio ha cubierto nuestros rostros, porque vinieron extranjeros contra los santuarios de la casa del SEÑOR’.

52 Por tanto, he aquí que vienen días, dice el SEÑOR, en que yo castigaré sus ídolos, y en toda su tierra gemirán los heridos.

53 Aunque Babilonia suba hasta el cielo, y aunque fortifique en alto su baluarte, hasta ella llegarán de mi parte los destructores, dice el SEÑOR.

54 “Estruendo de griterío hay en Babilonia; gran quebrantamiento, en la tierra de los caldeos.

55 Porque el SEÑOR destruye Babilonia y quita de ella el gran bullicio. Sus olas rugen como caudalosas aguas, y resuena el estruendo de sus voces.

56 Porque el destructor ha venido contra ella, contra Babilonia, y sus valientes son tomados prisioneros. Su arco ha sido hecho pedazos, porque el SEÑOR es un Dios de retribución. Ciertamente él dará la recompensa.

57 “Embriagaré a sus magistrados, a sus sabios, a sus gobernadores, a sus dirigentes y a sus valientes. Dormirán el sueño eterno y no despertarán, dice el Rey, cuyo nombre es SEÑOR de los Ejércitos.

58 Así ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos: La ancha muralla de Babilonia será demolida por completo. Sus puertas altas arderán en el fuego. Los pueblos habrán trabajado para nada, y las naciones se habrán fatigado solo para el fuego”.

59 Estas son la palabras que envió el profeta Jeremías a Seraías hijo de Nerías, hijo de Maasías, cuando iba con Sedequías, rey de Judá, a Babilonia, en el cuarto año de su reinado. Seraías era el jefe de campamento.

60 Jeremías escribió en un libro acerca de todo el mal que había de venir sobre Babilonia, todas las palabras que están escritas contra Babilonia.

61 Jeremías dijo a Seraías: “Cuando llegues a Babilonia, cumple en leer todas estas palabras.

62 Y dirás: ‘¡Oh SEÑOR, tú has dicho de este lugar que lo habrías de destruir, hasta que no quedara en él quien lo habite, desde los hombres hasta los animales, y que sería una perpetua desolación’.

63 “Cuando acabes de leer este libro, le atarás una piedra y lo arrojarás al Éufrates,

64 diciendo: ‘Así se hundirá Babilonia y no se levantará, a causa del mal que yo traigo sobre ella, de manera que serán abatidos’”. Hasta aquí son las palabras de Jeremías.

CONTINUACION DE LA PROFECIA CONTRA BABILONIA COMENZADA EN EL CAP. 50.

1. sus moradores que se levantan contra mí—liter., en el corazón de ellos, etc. Véase Salmo 46:2, “en medio de la mar”. margen, “el corazón de los mares”; Ezequiel 27:4; Mateo 12:40. En el centro de los caldeos. “Contra mí”, porque persiguen a mi pueblo. El modo cabalístico de interpretar las palabras hebreas (mediante el tomar las letras en el orden inverso al del alfabeto, de modo que la última letra represente la primera, y así sucesivamente, cap. 25:26) daría aquí la misma palabra caldeos; pero el método místico no puede aplicarse en este caso, porque a Babilonia se la llama evidentemente así en la cláusula paralela inmediata anterior. Viento—Dios no necesita armas de guerra para “destruir” a sus enemigos; un viento o ráfaga es suficiente; aunque es indudable que el “viento” aquí son las huestes invasoras de los medos y persas (cap. 4:11; 2 Reyes 19:7).

2. aventadores—(Nota, cap. 15:7). Los aventadores separaban el trigo de la paja; así los juicios de Dios aventarán a la culpable Babilonia como a paja (Salmo 1:4).

3. al flechero—(Mejor la Versión Inglesa: contra aquel que arma) a saber, el arco, esto es, el flechero babilonio. al flechero que entesa—esto es, el flechero persa … (cap. 50:4). La Versión Caldea y Jerónimo mediante un cambio de los puntos vocales, dicen: “Que el babilonio que entesaba su arco no lo entese”. Pero el final del versículo está dirigido a los invasores medos; por lo tanto, es más probable que la primera parte del versículo se dirija a ellos, como en la Versión Inglesa, y no a los babilonios, para disuadirlos de resistir, ya que sería en vano, como en la Versión Caldea. La palabra entesar se repite tres veces: “Contra el que entesa, entese el arco el que entesa”, para expresar la suma tensión del arco.

4. (Notas, caps. 49:26; 50:30, 37).

5. enviudado—Israel no ha sido separado de su marido, Jehová (Isaías 54:5), por un divorcio perpetuo. aunque … llena de pecado—aunque la tierra de Israel está colmada de pecado, es decir, del castigo por su pecado, o sea, de su devastación. Pero como el vocablo hebreo significa para o en consecuencia, y no aunque; hay pues que traducir “y en consecuencia su tierra (la de los caldeos) está colmada (de las consecuencias penales de) su pecado” [Grocio].

6. Advertencia dirigida a los cautivos israelitas para que huyan de Babilonia, a fin de que no sean alcanzados por el castigo de su “iniquidad”. Esto también es aplicable a la Babilonia espiritual y a sus cautivos (Apocalipsis 18:4).

7. Babilonia se compara con una copa, por haber sido el vaso en la mano de Dios para embriagar con el vino de su venganza a los demás pueblos (cap. 13:12; 25:15, 16). En lo que atañe a la Babilonia espiritual, véase Apocalipsis 14:8; Apocalipsis 17:4. La copa se dice que es de “oro” para expresar el esplendor v la opulencia de Babilonia; por eso también la cabeza de la imagen que vió Nabucodonosor (Daniel 2:38), la que representa a Babilonia, era de oro (véase Isaías 14:4).

8, 9. A los amigos y confederados de ella, quienes contemplan su caída, se los invita a prestarle auxilio; a lo que ellos replican que su caso es incurable, y que deben dejarla librada a su suerte.

8. Isaías 21:9; Apocalipsis 14:8; Apocalipsis 18:2, Apocalipsis 18:9). bálsamo—(Cap. 8:22; 46:11).

9. Curamos—Intentamos curarla. su juicio—sus crímenes provocaron “los juicios” de Dios [Grocio]. llegado ha hasta el cielo—(Génesis 18:21; Jonás 1:2; Apocalipsis 18:5). Hasta las naciones paganas perciben que su horrible caída debe ser un juicio de Dios por sus clamorosos pecados (Salmo 9:16; Salmo 64:9).

10. Después de hablar los confederados de Babilonia, hablan los judíos, quienes celebran con acción de gracias el mantenimiento de la prometida fidelidad del Dios de su alianza. sacó a luz—(Salmo 37:6). nuestra justicia—no los méritos de los judíos, sino la fidelidad de Dios para consigo mismo y para con su pacto, que constituía la “justicia” de su pueblo, esto es, la justificación de ellos en su controversia con Babilonia, la cruel enemiga de Dios y de su pueblo. Véase cap. 23:6, “Jehová justicia nuestra”; Miqueas 7:9; la justicia de ellos es la justicia de él. contemos en Sión—(Salmo 102:13).

11. limpiad las saetas—liter., purificadlas. Pulidlas y aguzadlas. embrazad los escudos—liter., llenad. Es decir, reunidlos en su totalidad, de manera que no falte ninguno. Gesenio no traduce tan bien: “Llenad los escudos con vuestros cuerpos” (véase Cantares de los Cantares 4:4). El sentido es que se les diga a los babilonios: Haced todos los preparativos que queráis, pues todo será en vano (véase cap. 46:3-6). reyes de Media—El menciona los medos más bien que los persas, porque Darío o Ciaxares era superior a Ciro en poder y en la grandeza de su reino. venganza de su templo—(Cap. 50:28).

12. Pese a todos vuestros esfuerzos, vuestra ciudad será tomada. bandera—para reunir a los defensores en cualquier punto amenazado por los sitiadores.

13. muchas aguas—(Vers. 32, 36; Nota, Isaías 21:1). El Eufrates circundaba la ciudad, y como estaba dividido en muchos canales, formaba islas. Tocante a la Babilonia espiritual, véase Apocalipsis 17:1, Apocalipsis 17:15, “aguas”, esto es, “muchos pueblos”. También había un gran lago cerca de Babilonia. la medida—liter., codo, que era la medida más común, de ahí que se le designe por una medida en general. El tiempo para fijar un limite a su codicia [Gesenio]. Maurer supone que la figura está tomada de la tejeduría; “el codo donde tú estás va a ser cortado”; pues la tela se corta luego que el requerido número de codos se ha completado (Isaías 38:12).

14. por su vida—liter., por su alma (2 Samuel 15:21; Hebreos 6:13). llenaré … como de langostas—(Nahúm 3:15). Con ser tan numerosos los habitantes de Babilonia, los invasores lo serán más.

15-19. Repetición del cap. 10:12-16; excepto que “Israel” no está en el original hebreo del v. 19, lo cual debiera, por lo tanto, traducirse: “él es el formador de todas las cosas, y, por lo mismo, de la vara de su herencia” (esto es, de la nación propia y peculiarmente suya). En el cap. 10 el contraste es entre los ídolos y Dios; aquí es entre el poder de la populosa Babilonia y el de Dios: “ habitas sobre las muchas aguas” (v. 13); pero Dios puede, con sólo “proferir su voz”, crear “muchas aguas” (v. 16.) La “tierra” (en su aspecto material) es el resultado de su “poder”; el “mundo” (visto en su ordenado sistema) es el resultado de su “sabiduría”, etc. (v. 15). Tan poderoso ser puede sin mengua alguna de sus recursos, efectuar su propósito contra Babilonia.

20. (Nota, cap. 50:23). “Quebrantaré” se refiere allí al “martillo” (véase Nahúm 2:1, margen de la Versión Inglesa). La clava también se usaba frecuentemente por los antiguos guerreros.

22. viejos y mozos—(2 Crónicas 36:17).

24. El detalle de los pormenores (vv. 20-23) tiene por objeto referir las matanzas en masa perpetradas por Babilonia en Sión, las cuales, como justa retribución, todas le han de sobrevenir a ella, (cap. 50:15, 29). delante de vuestros ojos—son palabras dirigidas a los judíos

25. monte destruidor—llamado así, no por su posición, pues estaba en una llanura (v. 13; Génesis 11:2, Génesis 11:9), sino por su eminencia sobre otras naciones, a muchos de las cuales había “destruído”; también se le llama así por sus altos palacios, sus torres y jardines colgantes, que descansaban sobre arcos. y sus murallas de cincuenta codos reales de ancho y doscientos de alto. te haré rodar de las peñas—esto es, desde las fortificaciones y muros, semejantes a rocas. monte quemado—(Apocalipsis 8:8), a semejanza de un volcán, que después de haberse consumido vomitando su “destructora” lava, sobre los campos del contorno, cae en el vacío y se extingue, no quedando más que las rocas que lo circundan, para señalar el lugar del cráter. Tal fué la apariencia de Babilonia después de su destrucción; y así como las piedras pómez de un volcán que han quedado en su lugar, son impropias para la construcción, así Babilonia nunca resurgiría de sus ruinas.

26. piedra para esquina … cimiento—La piedra angular era la más importante de un edificio, siguiéndole en importancia las fundamentales (Efesios 2:20). De manera que el sentido es: así como no habrá piedra alguna tuya dejada que sirva para edificar, así tampoco surgirá de entre tus habitantes ningún principe o gobernante.

27. (Cap. 50:29). Como en el v. 12 se les dice a los babilonios que “levanten la bandera”, así aquí se les dice a sus enemigos que hagan lo propio: a éstos para buenos fines; a aquéllos, en vano. Ararat—la Armenia Mayor o Alta, las regiones en contorno del monte Ararat. Minni—La Armenia Inferior o Baja. Rawlinson dice que Van era la capital de Minni. Esta fué tomada por Tettarrassa, general de Tetembar II, rey asirio cuyas guerras están consignadas en el obelisco negro, actualmente en el Museo Británico. Aschenaz—descendiente de Jafet (Génesis 10:3), el cual dió su nombre al mar que ahora se llama Mar Negro; la región que lo bordea es probable que sea la aludida aquí, a saber, el Asia Menor, incluso los lugares denominados Ascania, en Frigia y Bitinia. Ciro había sojuzgado el Asia Menor y las regiones vecinas, y de ellas reclutó soldados para proceder contra Babilonia. langostas erizadas—la multitud de soldados de caballería, erizados de jabalinas y crestas, semejaban “langostas erizadas” (Nahúm 3:15).

28. reyes de Media—(v. 11). Los sátrapas y reyes tributarios de Darío o Ciaxares. de su señorío—El señorío del rey de Media.

29. temblará … porque confirmado es … todo el pensamiento de Jehová—elegante antítesis entre el temblor de la tierra y la estabilidad “del pensamiento” de Jehová (véase Salmo 46:1).

30. dejaron de pelear—porque la ciudad no fué tomada por la fuerza de las armas, sino mediante una estratagema, de acuerdo con el consejo que le dieron a Ciro dos eunucos desertores de Belsazar. estuviéronse en sus fuertes—no atreviéndose a salir a pelear. Muchos, con Nabonido, retiránronse a Borsipa, ciudad fortificada.

31. (Nota, cap. 50:24). Correo se encontrará con correo—correo tras correo anunciará la captura de la ciudad. Los correos despachados desde las murallas por donde Ciro entra, se encontrarán con los enviados por el rey. Su confuso andar de aquí para allá sería el resultado del repentino pánico causado por la entrada de Ciro en la ciudad, a la que había sitiado por tanto tiempo inútilmente; los babilonios se habían reído de sus intentos; y entre tanto, celebraron festines, sin ningún temor. por todas partes—lo que no se le hizo saber al rey y a sus cortesanos, por largo tiempo, quienes banqueteaban en el centro de la ciudad. Era tan grande esa ciudad, que tres días después de haber caído en poder del enemigo, se ignoraba el hecho en algunos barrios de la misma [Aristóteles, Política 3, 2].

32. los vados fueron tomados—los guardados vados del Eufrates estaban ocupados por el enemigo (Nota, cap. 50:38). los carrizos … quemados—liter., los marjales. Ciro después de dragar el río, “quemó” la empalizada de los densos árboles, semejantes a carrizos, de sus orillas que formaban la obra avanzada de las fortificaciones de la ciudad. La quema de éstas daría la apariencia de que los pantanos o el río mismo estaban “ardiendo”.

33. como parva; tiempo es ya de trillarla—más bien, “semejante a una era de trillar en el tiempo de la trilla”. O “al tiempo cuando ésta es hollada”. El pisar y el trillar se ponen aquí antes de la cosecha, contra el orden natural, debido a que el pensamiento predominante es el pisoteo o destrucción de Babilonia. En el oriente la trilla del grano se efectuaba únicamente en el tiempo de la cosecha. Babilonia es semejante a una era que no había sido hollada por mucho tiempo; mas el tiempo de la cosecha cuando sus ciudadanos serán pisoteados bajo los pies, vendrá [Calvino]. “A semejanza de una era llena de grano, Babilonia estaba llena de riqueza, pero el tiempo de la cosecha vendrá cuando toda su prosperidad será suprimida” [Ludovico de Dios]. Grocio distingue la “cosecha” de la “trilla”; aquélla es la matanza de los ciudadanos; ésta, el pillaje y destrucción de la ciudad (véase Joel 3:13; Apocalipsis 14:15, Apocalipsis 14:18).

34. Comióme—Habla Sión. Sus gemidos son la causa de que Babilonia reciba en especie su retribución (cap. 50:17; Salmo 102:13, Salmo 102:17, Salmo 102:20). vaso vacío—me ha agotado. como dragón—la serpiente suele tragarse entera su presa. O el monstruo marino [Grocio]. hinchió su vientre … echóme—como una bestia que, habiéndose llenado hasta la saciedad, echa el resto [Calvino]. Después de llenar sus depósitos de mis bienes, me ha arrojado de esta tierra [Grocio].

35. mi carne—la cual había “devorado” Nabucodonosor (v. 34). Así llama Sión a sus hijos (Romanos 11:14), muertos por todo el país o llevados los cautivos a Babilonia [Grocio]. O bien, como sigue la expresión “mi sangre”, ésta y “mi carne” constituyen todo el hombre, a saber, Sión en su totalidad: sus ciudadanos y toda su riqueza fueron presa de la violencia de Babilonia (Salmo 137:8).

36. juzgo tu causa—(Cap. 50:34). su mar—el Eufrates (v. 13; cap. 50:38). Véase Isaías 19:5, “mar”, es decir, el Nilo (Isaías 21:1).

37. (Cap. 50:26, 39; Apocalipsis 18:2).

38, 39. La toma de Babilonia se efectuó la noche de una fiesta en honor de sus ídolos. rugirán … bramarán—los babilonios gritaban, borrachos, en su francachela (véase Daniel 5:4).

39. En su calor les pondré sus banquetes—En medio del ardor del vino les daré sus “pociones”, una copa que embriague, pero será la que se merecen: la copa de vino de mi estupefaciente ira (cap. 25:15; 49:12; Isaías 51:17; Lamentaciones 4:21). se alegren, y duerman eterno sueñe—para que se regocijen, y en medio de su jubiloso regocijo duerman el sueño de la muerte (v. 57; Isaías 21:4).

41. Sesach—Babilonia (véase Nota, cap. 25:26). Llamada así a causa de la diosa Sac, en honor de la cual se celebraba una fiesta de cinco días, durante los cuales, como en las saturnales romanas, se permitía la más desenfrenada licencia; los esclavos gobernaban a sus amos, y en cada casa uno llamado Zogán, vestido de ropa real, era elegido para gobernar a los demás. El profeta llama a Babilonia “Sesac” para denotar que fué tomada durante esa fiesta. [Escaligero].

42. La mar—La hueste de los invasores medos. La imagen (véase cap. 47:2; Isaías 8:7) está tomada muy apropiadamente del Eufrates, el cual, desbordando en primavera, semeja un mar cerca de Babilonia (vv. 13, 32, 36). Sus ciudades—Las ciudades dependientes de ella. Por ejemplo, “Jerusalén y sus ciudades” (cap. 34:1). O bien puede que las “ciudades” sean la más interior y la más exterior, las dos partes en que estaba dividida por el Eufrates [Grocio].

44. Bel … lo que ha tragado—alusión a los muchos sacrificios ofrecidos al ídolo, que los sacerdotes pretendían que se los tragaba de noche; o más bien, las preciosas ofrendas tomadas de otras naciones, las que le eran ofrecidas (al que se decía que las “tragaba”; véase “devorado”, “tragado”, v. 34; cap. 50:17), las cuales habría vomitado (véase v. 13; cap. 50:37). Entre esas ofrendas figuraban los vasos del templo de Jehová en Jerusalén (2 Crónicas 36:7; Daniel 1:2). La restitución de tales vasos, según se predice aquí, está consignada en Esdras 1:7. no vendrán—como río; descripción apropiada de la concurrencia de los peregrinos de todas las “naciones” al santuario del ídolo

45, 46. (Nota, v. 6).

46. Y porque—Véase en cuanto a la misma elipsis, Génesis 3:22; Éxodo 13:17; Deuteronomio 8:12. “Y para que no desmaye vuestro corazón al (primer) rumor” (de guerra), yo os daré alguna indicación del tiempo. En el primer “año” vendrá algo “como un rumor” de que Ciro prepara la guerra contra Babilonia. “Después de eso, en otro año vendrá un rumor”, a saber, que Ciro se aproxima, que ya ha entrado en Asiria. Entonces será el tiempo de que “salgáis”. (v. 45). Babilonia fué tomada el segundo o tercer año del reinado de Belsazar [Grocio]. violencia en la tierra—de Babilonia (Salmo 7:16); y el enseñoreador sobre el que enseñorea—o “gobernante sobre gobernante”, un cambio continuo de gobernantes en un corto espacio de tiempo. Belsazar y Nabonido, suplantados por Darío o Ciaxares, el cual sucede a Ciro.

47. Grocio traduce: “Porque entonces (esto es, en el tercer año) el tiempo habrá venido, etc.” será avergonzada—en viendo que sus dioses son incapaces de ayudarlos. sus muertos—en retribución por los muertos de Israel (v. 49) a manos de ella. Grocio traduce “sus bailarines”, como en Jueces 21:21, Jueces 21:23; 1 Samuel 18:6, la misma palabra hebrea se traduce aludiendo a la danzante orgía del festín durante el cual Ciro tomó a Babilonia.

48. los cielos y la tierra … alabanzas sobre Babilonia—(Isaías 14:7; Isaías 44:23; Apocalipsis 18:20).

49. fué causa que cayesen—liter., ha sido para la caída, esto es, así como el único designio de Babilonia fué el de llenar todos los lugares de los muertos por ella en Israel, así en Babilonia caerán los muertos de todo aquella tierra (no “de toda la tierra”, como dice la Versión Inglesa [Maurer]. Henderson traduce: “Babilonia también caerá, oh vosotros los muertos de Israel. Los de Babilonia caerán, oh vosotros los muertos de toda la tierra”. Pero “en medio de ella” responde evidentemente “a Babilonia”, v. 49.

50. escapasteis del cuchillo—de los medos. Será tan grande la matanza que aun algunos del pueblo de Dios serán alcanzados por ella, pues la habrán merecido. por muchos días—si bien estáis desterrados lejos de la tierra en donde solíais adorar a Dios. acordaos de Jerusalem—mientras os halláis en el destierro, acordaos de vuestro templo y ciudad hasta el punto de preferirlos a todo el resto del mundo en que pudiereis hallaros (Isaías 62:6).

51. El profeta se anticipa a responder a la confesión de los judíos: Yo sé que vosotros, en vuestra desesperación, diréis: “Nos hallamos confundidos, etc.” “Por lo mismo (Dios os ha dicho) he aquí … que Yo, etc.,” v. 52 [Calvino]. Yo prefiero tomar el v. 51 como la oración que los judíos se proponen elevar en el destierro (v. 50), “acordaos de Jerusalén” (y decid a Dios en oración): “Estamos avergonzados”. Esta interpretación la confirman los pasajes: Salmo 44:15; Salmo 79:4; Salmo 102:17; Isaías 62:6. porque … extranjeros—El “reproche” que de modo especial nos ha dolido fué cuando nos dijeron con escarnio que ellos habían quemado el templo, nuestra mayor gloria, como si nuestra religión fuese cosa de nada.

52. Por tanto—A causa de estos suspiros de los judíos dirigidos a Dios (v. 21). yo visitaré sus esculturas—en oposición al vilipendio de Babilonia de que la religión de los judíos era cosa de nada, desde que ellos habían quemado el templo (v. 51); les mostraré que aunque he visitado en esa forma el desdén de los judíos para conmigo, con todo los dioses de Babilonia no podrán salvarse a sí mismos, y mucho menos a sus devotos, quienes yacerán tendidos por toda su tierra, heridos y “profiriendo gemidos”.

53. Véase Abdías 1:4. Referente a Edom, (Amós 9:2). Si subiese … de mí—No hemos de medir el poder de Dios por lo que les parezca probable a nuestras percepciones.

55. el mucho estruendo—allí donde en otro tiempo se oía el ruido de una gran ciudad, reinará el silencio de la muerte [Vatablo]. O la “gran voz” de los licenciosos (vv. 38, 39; Isaías 22:2). O la voz de poderosa jactancia [Calvino], (véase v. 53). sus ondas—“cuando” sus calamidades la obliguen a gritar con prolongada y distinta “voz” tal como la que causa el embate de las olas al arrojarse contra la costa (v. 42). [Grocio]. O bien, si se conecta “cuando” así: “la gran voz dentro de ella cuando sus ondas”, etc. (véase v. 13). Calvino traduce, “sus ondas”, esto es, los medos se arrojan sobre ella cual impetuosas olas; así el v. 42. Mas el paralelo “una gran voz”, pertenece también a ella; por consiguiente, la “onda”, como “el rugido de la voz de ellos” debe pertenecer también a ella (véase v. 54). La “gran voz” del confuso vocerío comercial, que se jacta y se divierte, es sofocada; pero en su lugar está la onda semejante al rugido de la voz de ella en su “destrucción” (v. 54).

56. fueron presos—cuando menos lo esperaban y en una forma tal que la resistencia era imposible.

57. (v. 39; Daniel 5:1, etc).

58. El muro ancho—Estos tenían 25 metros de ancho [Rosenmuller]; o cincuenta codos [Grocio]. Un carro tirado por cuatro caballos de frente podía pasar junto a otro sin rozarse. Los muros tenían doscientos codos de alto, y cuatrocientos ochenta y cinco estadios de extensión, es decir, cien kilómetros. puertas—el número de éstas era de ciento, todas de bronce; veinticinco en cada uno de los cuatro lados, pues la ciudad era cuadrada. Entre puerta y puerta había doscientas cincuenta torres. Beroso dice que la ciudad exterior estaba cercada por triple muro, y lo mismo la interior. Ciro ordenó que los muros exteriores se demoliesen. Si se estima su extensión en trescientos sesenta y cinco estadios, según afirma Diodoro, doscientos mil hombres completaban la demolición de un estadio cada día, de suerte que todo quedó derribado en el espacio de un año. en vano … el fuego—El acontecimiento demostrará que los constructores “trabajaron” tan sólo para el “fuego” en el que serán consumidos. “En el fuego” responde al paralelo “quemadas a fuego”. Tradúzcase: “Habrán trabajado en vano”, etc. Véase Job 3:14, “edificar para sí los lugares desolados”, esto es, grandes lugares que pronto se convertirán en desoladas ruinas. Jeremías tiene aquí en vista a Habacuc 2:13.

59-64. Una copia especial de esta profecía, preparada por Jeremías, fué entregada a Seraías, para consolar a los judíos en su destierro babilónico. Si bien tenía que arrojarla en el Eufrates, como símbolo de la suerte que le esperaba a Babilonia, es indudable que él retuvo la sustancia en la memoria, de suerte que le fué posible comunicarla verbalmente a sus connacionales. iba con Sedechías—Más bien, “de parte de Sedequías”, enviado por Sedequías para aplacar la ira de Nabucodonosor en su rebelión [Calvino]. cuarto año—de suerte que la predicción de Jeremías sobre la caída de Babilonia fué así solemnemente escrita y sellada como un acto simbólico, seis años completos antes de la toma de Jerusalén por los caldeos. el principal camarero (Valera) un príncipe pacífico (Versión Inglesa)—Véase 1 Crónicas 22:9, “varón de reposo”. Seraías no era de los cortesanos hostiles al profeta de Dios, sino “pacífico” y dócil; dispuesto a ejecutar el cometido de Jeremías, no obstante el riesgo a que se exponía. Glassio traduce: “príncipes de Menucah” (véase 1 Crónicas 2:52, margen de la Versión Inglesa). Maurer lo vierte así: “Comandante de la caravana”, a quien incumbía el señalar el lugar donde habían de pasar la noche. La Versión Inglesa concuerda mejor con el contexto.

61. leyeres—no en público, pues los caldeos no habrían entendido el hebreo, sino en privado, como se infiere del hecho de que se dirige enteramente a Dios (v. 62). [Calvino]. Oh Jehová—Como el autor de esta profecía no es sólo Jeremías o algún otro hombre, yo aquí en tu presencia, admito como cierto todo lo que leo.

63. le atarás una piedra—(Apocalipsis 18:21). Así los focenses, al dejar su país, cuando partieron para fundar a Marsella, arrojaron plomo al mar, obligándose a sí mismos a no regresar mientras el plomo no flotase.

64. y serán rendidos—los babilonios se consumirán hasta el punto de no poder recobrar sus fuerzas. Hasta aquí … Jeremías—De aquí hay que inferir que el último capítulo no está incluído en los escritos de Jeremías, sino que fué añadido por algún hombre inspirado; esto se infiere principalmente del pasaje de 2 Reyes 24:18 al cap. 25, que explica y confirma lo que precede [Calvino].

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