Job 23:1-17
1 Entonces respondió Job y dijo:
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CAPITULO 23
SERIE TERCERA
LA REPLICA DE JOB.
2. hoy—Lo que da a entender acaso que el debate se prolongó por más días que uno (cf. Introducción). amargura—(7:11; 10:1.) mi llaga—La mano de Dios contra mí (19:21; Salmo 32:4). más grave—Es tan pesada que no me puedo aliviar adecuadamente gimiendo.
3. El mismo deseo como en el 13:3 (cf. Hebreos 10:19). silla—La idea del hebreo es de un bien preparado trono (Salmo 9:7).
4. Ordenaría—Declararía metódicamente (Salmo 13:18; Isaías 43:26). henchiría—Tendría abundancia de argumentos que aducir.
5. él—Enfático: importa poco lo que el hombre diga de mí, si sólo sé lo que de mí Dios juzga.
6. Se le sugiere una objeción al decir este su deseo (v. 5). ¿Deseo con esto que él pleitee conmigo su omnipotencia? ¡Lejos sea! (Isaías 9:19, Isaías 9:34; Isaías 13:21; Isaías 30:18). la pondría en mí—De modo que yo prevaleciera con él: como en el caso de Jacob (Oseas 12:3). Umbreit y Maurer mejor traducen como en el 4:20 (Sólo deseo que él) “me atendiera”, eso es, me diera paciente audiencia como juez ordinario, no empleando su omnipotencia, sino solamente su divino conocimiento de mi inocencia.
7. Allí—Más bien, “entonces”: si Dios me “atendiera” (v. 6). justo—eso es, el resultado de mi disputa sería que él me reconocería por justo. escaparía—“Sería librado” de la sospecha de culpabilidad de parte de mi Juez.
8. Pero deseo en vano. Porque “he aquí …” oriente … occidente—Lit., “adelante … atrás”. Los geógrafos hebreos se orientaban mirando al este, la salida del sol: no al norte como nosotros. Así “delante” significa el este; detrás, el oeste (así los hindúes). “Para”, al frente—este; “Apara”, detrás,—al oeste; “Daschina”, a la derecha—sud: “Bama”, a la izquierda—norte. Una referencia similar a la salida del Sol aparece en el nombre Asia, salida del sol; en Europa, puesta del sol; puros nombres babilónicos, como Rawlinson demuestra.
9. al norte—Las gloriosas obras de Dios se ven especialmente hacia la región septentrional del cielo por uno que está en el hemisferio norte. La antítesis está el obrar de Dios y el esconderse, el no ser visto: como en el 9:11, entre “él pasa”, y “no le veo”. Si el hebreo lo permite, el paralelismo de la 2a. cláusula cuadra mejor con la traducción de Umbreit, se esconde; pero en tal caso la antítesis a veré (veo) se pierde. se esconderá—Apropiadamente, en el inexplorado sur, entonces tenido por inhabitable a causa del calor (cf. 34:29).
10. Mas—Corrigiéndose por el deseo de que su causa fuese conocida a Dios. El Omnisciente ya conoce mi camino (“camino en mí:” mis principios intimos: el camino, o curso de actos, externo de él se menciona en el v. 11; igualmente, en mí, 4:21); aunque por alguna razón inescrutable todavía se esconde (v. 8, 9). probaráme—“Cuando haya probado …:” que tan sólo pruebe mi causa, saldré …
11. Mis pies tomaron—firmemente su rastro. La ley en la poesía del Antiguo Testamento es un camino, yendo adelante de nosotros Dios como nuestro guía, en cuyas pisadas hemos de andar (Salmo 17:5). no me aparté—(Salmo 125:5)
12. guardé—como un tesoro hallado (Mateo 13:44; Salmo 119:11); aludiendo a las palabras de Elifaz (Salmo 22:22). No hay necesidad de decírmelo; ya lo hice (Jeremias 15:16). mi comida—“La porción señalada” (de alimento: como en Proverbios (Jeremias 30:8). Umbreit y Maurer traducen “Más que mi ley”, mi propia voluntad en antítesis al “mandamiento de sus labios” (Juan 6:38). Probablemente se incluye bajo el término general “lo que a mí me está señalado” (el mismo hebreo está en el v. 14), todo lo que ministra a los apetitos del cuerpo y la voluntad carnal.
13. en una cosa—No obstante mi inocencia, él es inmutable en su propósito de probarme culpable (Juan 9:12). alma—Su voluntad (Salmo 115:3). La saberanía de Dios. El tiene un gran propósito; nada le es casualidad; toda cosa tiene su debido lugar para el cumplimiento de su propósito.
14. muchas cosas como éstas—Tiene para darme todavía otros muchos males, si bien escondidos en su pecho (Salmo 10:13).
15. Los decretos de Dios, irresistibles, que nos dejan en ignorancia cuanto a lo que sobrevendrá luego, son como para llenar la mente de terror. (Barnes.)
16. enervado—ablandado, hecho desfallecer. Me ha desvanecido el coraje. Aquí de nuevo el lenguaje de Job es el del señor Jesús (Salmo 22:14)
17. ¿Por qué no fuí quitado por la muerte por no ver el mal que viene (lit., de delante del rostro de las tinieblas, Isaías 57:1)? Aludiendo a las palabaras (Isaías 22:11), “tinieblas”, eso es calamidad. “Cortado”; más bien, en el sentido del árabe, Llevado a la tierra de silencio; acallada por la muerte mi triste queja. (Umbreit.) Oscuridad—no es la misma plabra hebrea como por tinieblas. En lugar de “cubrir la nube (de mal) aparte de mi rostro”, me “cubre” con la misma (Isaías 22:11).