Números 6:1-27
1 El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
2 “Habla a los hijos de Israel y diles que si un hombre o una mujer hace el voto especial de ser nazareo para estar consagrado al SEÑOR,
3 se abstendrá de vino y de licor. No beberá vinagre de vino ni vinagre de licor. No beberá ningún jugo de uvas, ni comerá uvas frescas ni secas.
4 Durante todo el tiempo de su nazareato no comerá nada que provenga de la vid, desde las semillas hasta el hollejo.
5 “Tampoco pasará navaja sobre su cabeza durante todo el tiempo del voto de su nazareato. Hasta que se cumpla el plazo de su consagración como nazareo, será santo al SEÑOR y dejará crecer libremente el cabello de su cabeza.
6 “Durante todo el tiempo de su consagración al SEÑOR, no se acercará a ninguna persona muerta.
7 Ni aun por su padre, ni por su madre, ni por su hermano, ni por su hermana se contaminará cuando mueran, porque su consagración a su Dios está sobre su cabeza.
8 Todo el tiempo de su nazareato será santo al SEÑOR.
9 “Si alguien muere de repente junto a él, y contamina su cabeza de nazareo, entonces rasurará su cabeza en el día de su purificación; en el séptimo día la rasurará.
10 Y en el octavo día traerá al sacerdote dos tórtolas o dos pichones de paloma, a la entrada del tabernáculo de reunión.
11 El sacerdote ofrecerá uno como sacrificio por el pecado y el otro como holocausto, y hará expiación por él, por cuanto pecó a causa del muerto. Así santificará su cabeza en aquel mismo día.
12 Él consagrará al SEÑOR los días de su nazareato y traerá un cordero de un año como sacrificio por la culpa. Pero los primeros días serán anulados, porque su nazareato fue contaminado.
13 “Estas son las instrucciones acerca del nazareo para el día en que se cumpla el plazo de su nazareato. Vendrá a la entrada del tabernáculo de reunión
14 y presentará su ofrenda al SEÑOR: un cordero de un año, sin defecto, como holocausto; una cordera de un año, sin defecto, como sacrificio por el pecado; un carnero sin defecto como sacrificio de paz;
15 y una cesta de tortas sin levadura, hechas de harina fina amasada con aceite y galletas sin levadura untadas con aceite; junto con su ofrenda vegetal y sus ofrendas líquidas.
16 “El sacerdote la presentará delante del SEÑOR, y ofrecerá su sacrificio por el pecado y su holocausto;
17 también ofrecerá al SEÑOR el carnero como sacrificio de paz, junto con la cesta de tortas sin levadura. Luego presentará su ofrenda vegetal y su libación.
18 “Después el nazareo rasurará su cabeza de nazareo a la entrada del tabernáculo de reunión. Tomará el cabello de su cabeza de nazareo, y lo pondrá en el fuego que está debajo del sacrificio de paz.
19 Después que él haya rasurado el cabello de su consagración, el sacerdote tomará la espaldilla cocida del carnero; asimismo una torta sin levadura de la cesta y una galleta sin levadura, y los pondrá en las manos del nazareo.
20 El sacerdote mecerá aquello como ofrenda mecida delante del SEÑOR, lo cual será cosa sagrada para el sacerdote, junto con el pecho de la ofrenda mecida y el muslo de la ofrenda alzada. Después de esto el nazareo podrá beber vino.
21 “Estas son las instrucciones acerca del nazareo que hace voto y de su ofrenda al SEÑOR por su nazareato, aparte de lo que sus recursos le permitan dar. Cualquiera que sea el voto que haga, él hará conforme a las instrucciones acerca de su nazareato”.
22 El SEÑOR habló a Moisés diciendo:
23 “Habla a Aarón y a sus hijos, y diles que así bendecirán a los hijos de Israel. Díganles:
24 ‘El SEÑOR te bendiga y te guarde.
25 El SEÑOR haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia.
26 El SEÑOR levante hacia ti su rostro, y ponga en ti paz’.
27 “Así invocarán mi nombre sobre los hijos de Israel, y yo los bendeciré”.
LA LEY DEL NAZAREO EN SU SEPARACION.
2-6. El hombre o la mujer cuando se apartare, haciendo voto de Nazareo,—i. e., “uno separado”, de una palabra hebrea, por separar. Se usaba para designar una clase de personas que, bajo el impulso de piedad extraordinaria, y con miras a un grado más elevado de mejoramiento religioso, voluntariamente renunciaban a las ocupaciones y a los placeres del mundo para dedicarse sin reserva al servicio divino. El voto podía ser tomado por personas de ambos sexos, con tal que tuviesen la disposición de hacerlo. (cap. 30:4), y para tiempo limitado, generalmente un mes o por toda la vida (Jueces 13:5; Jueces 16:17). Tal vez no sabemos toda la extensión de la abstinencia que ellos practicaban. Pero ellos se separaban de tres cosas en particular: del vino y de todas las variedades del producto vinoso; de la aplicación de la navaja a sus cabezas, dejando crecer el pelo; y de contaminación por cuerpos muertos. Los motivos de estas limitaciones son obvios. El uso del vino tendía a inflamar las pasiones, a intoxicar el cerebro y a crear un gusto por las indulgencias libidinosas. El corte del pelo siendo reconocido como señal de impureza (Levítico 14:8), en abundancia, sin cortarlo, era simbolo de la pureza que se profesaba. Además, su longitud extraordinaria le recordaba constantemente su voto, como también estimulaba a otros a imitar su ejemplo piadoso. Además, como el contacto con cuerpos muertos inhabilitaba para el servicio divino, el nazareo cuidadosamente evitaba tales causas de ineptitud, y, como el sumo sacerdote, no asistía a los ritos fúnebres de sus parientes más cercanos, prefiriendo su deber para con Dios a la indulgencia de sus más fuertes afectos naturales. (Se suele confundir, aun en los diccionarios, la palabra “nazareo” con “nazareno”. Nuestro Señor Jesucristo era “nazareno”, por haber vivido en Nazareth, pero no era “nazareo”. Por esta confusión se pinta a Jesús con pelo largo, etc.—Nota del traductor).
8-11. si alguno muriere de repente junto a él, contaminará la cabeza de su nazareato—Casos de muerte repentina podrían ocurrir que le hicieran contraer contaminación; en tales circunstancias necesitaba, después de afeitar la cabeza, hacer ciertas ofrendas prescritas para quitar la contaminación ceremonial (Levítico 15:13; cap. 19:11). Pero por los términos de esta ley, una contaminación accidental echaba a perder todas sus observancias anteriores, de modo que él necesitaba empezar de nuevo el periodo de su nazareato. Pero aun esta terminación completa no invalidaba la necesidad de una ofrenda por el pecado, al final. El pecado se mezcla entre nuestras mejores obras y la sangre rociada es necesaria para lograr aceptación de nosotros y de nuestros servicios.
13-20. el día que se cumpliere el tiempo de su nazareato, etc.—Al cumplimiento de un voto limitado de nazareato, las nazareos podían cortarse el pelo donde les tocara estar (Hechos 18:18); pero el pelo tenía que ser guardado y traído a la puerta del santuario. Entonces, después de la presentación de ofrendas por el pecado y ofrendas quemadas, el pelo era puesto bajo la vasija en que se cocinaba la ofrenda pacífica; y el sacerdote, tomando una espaldilla (Levítico 7:32) ya cocida, y una torta y una hojaldre de la ofrenda, las ponía en la mano del nazareo para que las meciera ante el Señor, como señal de agradecimiento, y así lo libraba de su voto.
23-27. LA FORMA DE BENDECIR AL PUEBLO. Habla a Aarón y a sus hijos, y diles: Así bendeciréis a los hijos de Israel, etc.—Este pasaje nos da la solemne bendición que mandó Dios, para la despedida del pueblo, al final del servicio diario. La repetición del nombre “Jehová” tres veces, expresa el gran misterio de la Divinidad: tres personas, mas un solo Dios. Las expresiones en las cláusulas distintas corresponden a los tres oficios: del Padre, de “bendecir y guardarnos”; del Hijo, de mostrarnos la gracia; y del Espíritu Santo de “darnos paz”. Y ya que la bendición, pronunciada por los labios de un ser humano, derivaba su virtud, no de parte del sacerdote, sino de la de Dios, la seguridad alentadora fué añadida: “y yo los bendeciré”.