Salmo 1:1-6
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El carácter y condición, y el destíno presente y futuro, de los piadosos y de los impíos se describen y se contrastan, enseñando que la verdadera piedad es la fuente de la felicidad final, y el pecado, la de la miseria. Como tal es el resumen de todo el libro, este Salmo, haya sido puesto así de propósito o no, forma un prefacio muy propio.
1. Bienaventurado—lit., oh, la felicidad—exclamación de fuerte emoción, como si resultara de la meditación en el asunto. El uso del plural puede denotar la plenitud y la variedad (2 Crónicas 9:7). Consejo … Camino … Silla—Con sus correspondientes verbos, indican las graduaciones de la maldad, siguiendo los principios, cultivando el compañerismo, y conformándose permanetemente a la conducta de los impíos, descritos por los tres términos, el último de los cuales expresa la más descarada impiedad (cf. Salmo 26:4; Jeremias 15:17).
2. La Ley—toda la palabra de Dios entonces escrita, especialmente los libros de moisés (cf. Salmo 119:1, Salmo 119:55, Salmo 119:97, etc.)
3. como el árbol—(Jeremias 17:7.) plantado—establecido, afirmado, junto a—o sobre. arroyos—canales de irrigación. Prosperará—lit., hará prosperar, llevará a la perfección. La base de esta condición y carácter se da en el Salmo 32:1.
4. no así—ni en cuanto a la conducta ni a la felicidad. como el tamo—que por los modos orientales de la trilla contra el viento se vuela por completo
5. no se levantarán—no serán absueltos. Serán arrojados de entre los buenos (Mateo 25:45).
6. conoce el camino—los atiende y defiende (Salmo 101:6; Proverbios 12:10; Oseas 13:8). senda de los malos—todos sus planes acabarán en desengaño y ruina (Salmo 37:13; Salmo 146:8; Proverbios 4:19).