Salmo 104:1-35
1 ¡Bendice, alma mía, al SEÑOR! SEÑOR, Dios mío, qué
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El salmista celebra la gloria de Dios en sus obras de la creación y de la providencia, enseñando la dependencia de todas las criaturas vivientes; y contrasta la felicidad de los que le alaban, con el terrible fin de los malvados.
1. La gloria esencial de Dios así como la que se manifiesta en sus obras poderosas, da motivo de alabanza.
2. luz—es representación figurativa de la gloria del invisible Dios (Mateo 17:2; 1 Timoteo 6:16). Su uso en esta relación puede referirse a la primera obra de la creación (Génesis 1:3). los cielos—visibles, que cubren la tierra como una cortina (Isaías 40:12).
3. entre las aguas—o, puede ser, sobre las aguas; el uso de este flúido por rayos, o armadura, de su residencia, concuerda con la figura de las nubes por carros, y los vientos como medios de locomoción. anda—o se mueve (cf. el Salmo 18:10; Amós 9:6).
4. Este v. lo cita Pablo (Hebreos 1:7) para expresar la posición subordinada de los ángeles; es decir, no son sino mensajeros como otras agencias materiales. espíritus—lit., vientos. fuego flameante—(Hebreos 105:32) siendo así llamados aquí.
5. La tierra está firmemente puesta por su poder.
6-9. Estos vv. describen las maravillas del diluvio más bien que la creación (Génesis 7:19; 2 Pedro 3:5). El método de Dios de hacer cesar el diluvio y el reflujo de sus aguas es llamado poéticamente, una reprensión (2 Pedro 76:6; Isaías 50:2), y el proceso de la bajada por las ondulaciones entre las colinas y los valles se describe vívidamente.
10-13. Una vez destructoras, estas aguas ahora están sujetas al servicio de las criaturas de Dios. De la lluvia y el rocío de sus aposentos (v. 3), y de los manantiales y corrientes, ellas abrevan a los animales sedientos, y fertilizan los campos. Los árboles así nutridos dan refugio a los pájaros cantores, y la tierra rebosa de los productos de las sabias agencias de Dios.
14, 15. de modo que hombres y bestias son provistos de abundante alimento. para el servicio—lit., para el cultivo, por el que él consigue los resultados. aceite … rostro—lit., hace lucir, (brillar) su rostro más que el aceite; es decir, tanto le anima y le vigoriza que exteriormente aparece mejor que ungido con aceite. sustenta el corazón—da vigor al hombre (cf. Jueces 19:5).
16-19. El cuidado de Dios hasta de los animales silvestres y de los lugares no cultivados.
20-23. Provee las necesidades del hombre y las adapta a los tiempos y sazones señalados.
24-26. De este cuadro de la tierra así repleta de las bendiciones de Dios, el escritor pasa a la mar, que en su inmensidad, y como escenario y medio de las actividades comerciales del hombre, y como habitación de innúmeras multitudes de criaturas, también manifiesta el divino poder y sus beneficios. La mención del leviatán (Job 41:1) realza la estimación de la grandeza de la mar y del poder de aquel que provee semejante lugar para que allí jueguen sus criaturas.
27-30. Se describe la entera dependencia de Dios, de esta inmensa familia. Para él es tan fácil matar como hacer vivir. Esconder el rostro es retener el favor (Job 13:1). Por su espíritu o su aliento, o su mera palabra, él da vida. Es su providencia constante la que repara las pérdidas del tiempo y de la enfermedad.
31-34. Mientras que Dios podría glorificarse igualmente mediante la destrucción, lo hace en la conservación a causa de su rica bondad y misericordia, de modo que nosotros bien podemos pasar la vida en alabanza agradecida, para la honra de él y para el gozo de los corazones piadosos (Job 147:1).
35. Los que repudian a tal protector y le niegan tal culto de alabanza, estropean la hermosura de las obras de Dios, y deben perecer lejos de él. El salmo termina con una invocación de alabanza, compuesta de una frase que traducimos por “aleluya”, y puede ser que sirviese de estribillo, como a menudo sucede en nuestra salmodia, o para dar mayor expresión a las emociones del escritor. Es peculiar a los salmos compuestos después del cautiverio, como selah es peculiar a los de fecha anterior.