Salmo 111:1-10
1 ¡Aleluya!
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El salmista celebra los tratos benévolos de Dios con su pueblo, dando un resumen de los mismos.
1. aleluya—“Alabad a Jah” (104:35). Este parece ser el título de los salmos que siguen, los que, como éste, tratan del gobierno benévolo de Dios y sus preciosos frutos. Esta alabanza requiere todo el corazón (86:12), y se hace públicamente. los rectos—título del verdadero Israel (32:11).
2. las obras—de providencia y de gracia; son buscadas, o cuidadosamente estudiadas por los que desean conocerlas
3, 4. Gloria y hermosura—lit., honor y majestad, que ilustran sus gloriosas perfecciones. justicia—(7:17; 31:1), que él ha hecho memorable por las maravillas de su amor y misericordia llenando las necesidades de su pueblo de conformidad con las condiciones del pacto.
6-8. Su poder se manifestó especialmente en darles la tierra prometida, y su fidelidad y su justicia así demostradas son, como sus preceptos, de absoluta confianza y de perpetua obligación.
9. La liberación que les dió concordaba con su pacto establecido. De modo que se manifestó en la suma de sus perfecciones (20:1, 7; 22:3) merecedor de reverencia.
10. Y así que el amor y el temor a tal Dios es el principal elemento de la verdadera sabiduria (cf. Proverbios 1:7; Proverbios 9:10).