Salmo 115:1-18
1 No a nosotros, oh SEÑOR,
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El salmista pide que Dios vindique su gloria, la que se contrasta con la vanidad de los ídolos, mientras que la insensatez de los idólatras se contrasta con la confianza del pueblo de Dios, y a éstos se les incita a ejercer la confianza y a unirse en la alabanza que ella motiva.
1-3. La defensa de la misericordia y fidelidad de Dios (25:10; 36:6) es la gloria de su nombre, que se desea ilustrar en la liberación de su pueblo, como la manera implícita de su manifestación. En vista del escarnio de los incrédulos, se reconoce la fe en el dominio de Dios entronizado en los cielos (2:4; 11:4). ¿Dónde está ahora?—Ahora no es adverbio de tiempo, sino como en el sentido de pues.
4-7. (Cf. Isaías 40:18; Isaías 44:9). no hablarán, etc.—lit., refunfuñan (presente), ni hacen sonido articulado.
8. que en ellos confían—sean o no sus fabricantes.
9-13. Las repeticiones denotan encarecimiento.
14. Contrariamente al decrecimiento lógico debido a la cautividad.
15-17. No sólo eran el pueblo peculiar de Dios, sino que como habitantes vivos de la tierra, les estaba confiada la obra de su alabanza como monumentos del divino poder, sabiduría y bondad.
18. Por lo tanto, cumplamos el propósito de nuestra creación, y manifestemos su alabanza para siempre.