Salmo 134:1-3
1 Canto de ascenso gradual.
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1, 2. Los grupos de peregrinos, al llegar al santuario, claman a los sacerdotes, que en la casa de Jehová estáis, para que se unan en la alabanza a Dios, en nombre de ellos y de todo el pueblo, con los ademanes debidos, a los que responden los sacerdotes pronunciando la bendición mosaica, la que ellos solos podían pronunciar. Es un epílogo propio para todo el rollo de salmos dedicados a los peregrinos (120; 134). por las noches—en el culto vespertino (141:2) como opuesto al matutino (92:2). Alzad vuestras manos—(Cf. el Salmo 28:2).
3. Bendígate—en conformidad con Números 6:23. desde Sión—la Iglesia, como su residencia, y por tanto la sede de las bendiciones. Así terminan los salmos, o cánticos, graduales.