Salmo 39:1-13
1 Al músico principal. A Jedutún. Salmo de David.
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A Jeduthún (1 Crónicas 16:41), uno de los cantores principales. Su nombre mencionado acaso como un honor especial. Bajo la impresión pesimista de su flaqueza y de la prosperidad de los malos, el salmista, tentado a murmurar, refrena la expresión de sus pensamientos hasta que, contemplando su causa desde el ángulo debido, suplica la justa consideración de sú condición y la compasión divina.
1. yo dije—o bien, resolví. atenderé—vigilaré. caminos—la conducta, de la que la lengua es parte (Santiago 1:26). freno—lit., bozal (Deuteronomio 25:4). en tanto … contra mí—mejor, delante de mí, mientras contemplo su prosperidad (37. 10, 36).
2. aun … de lo bueno—(Génesis 31:24), calléme con respecto a todo.
3. Sus emociones, cual llama sofocada, explotan.
4-7. Algunos opinan que estas palabras denotan enfado, pero tal interpretación no es esencial. El tinte de descontento aparece por el carácter de sus emociones reprimidas. Pero cuando se dirige a Dios, las suaviza y refrena. hazme saber—apreciar experimentalmente. cuánto tengo—cuándo dejaré de ser.
4, 6. Su oración es contentada cuando obtiene la visión impresionante de la vanidad de la vida de todos los hombres y de su estado pasajero. La pompa de ellos es mera imagen, y sus tesoros los juntan, no saben para quien.
7. La interrogación hace más fuerte la implícita negación. Aunque este mundo nada ofrece para nuestra expectación, Dios es digno de toda confianza.
8-10. Paciente y sumiso, pide que se le quite el castigo, y que él no sea un reproche.
11. Aplica el argumento de su caso al de todos los hombres, que la destrucción de los goces del hombre se debe al pecado.
12, 13. En consonancia con el tenor del salmo, pide la consideración compasiva de Dios para él como extranjero aquí, y que siendo peregrino como sus padres, sea él fortalecido como ellos, en vez de quedar bajo la ira y castigado por Dios.