Salmo 74:1-23
1 Masquil de Asaf.
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Si las alusiones de los vv. 6-8 se refieren, como es probable, al período de la cautividad, el autor era probablemente un descendiente o tocayo de Asaf, cantor contemporáneo de David (Cf. 2 Crónicas 35:15; Esdras 2:41). Se queja de que Dios haya desamparado a su Iglesia, e invoca su socorro, y se anima recordando algunos de los hechos maravillosos de Dios, y encarece su petición fundándose en la relación pactada con su pueblo, y en la iniquidad del enemigo común de él y de ellos.
1. desechado—con aborrecimiento (cf. el Salmo 43:2; el 44:9). Esto no significa negación de culpa. A menudo se usa la figura del fuego para denotar la ira de Dios; y aquí, como en Deuteronomio 29:20, el empleo de la palabra “humear” significa la continuación de la misma figura. ovejas … dehesa—(cf. el Salmo 80:1; Salmo 95:7).
2. Los términos que denotan la relación de Dios con su pueblo aumentan en fuerza; “congregación”, “adquiriste”, “redimiste”, “Sión”, su habitación.
3. levanta tus pies—(Génesis 29:1)—quiere decir, “Ven (a contemplar) los asolamientos” (Génesis 73:19).
4. bramado—con la furia de fieras. sinagogas—las asambleas en adoración. divisas—Sustituídos sus objetos idolátricos, o emblemas de autoridad, por los artículos del templo que representaban la presencia de Dios.
5, 6. Si bien algunos de los vocablos y las frases aquí son obscuros, el sentido general es de que los despojadores destruyeron las hermosuras del templo con la violencia de leñadores. cualquiera—No aparece en el original. Hay varias traducciones del versículo. Era fama que como quienes cortan troncos, hacharon los muebles del templo. entalladuras—(1 Reyes 6:29), del templo; en la mente del escritor, aunque, no lo expresa hasta el v. 7, donde menciona su destrucción por fuego (2 Reyes 25:9; Isaías 64:11). profanado—como en el Salmo 89:39.
8. sinagogas—lit., asambleas, lugares de reunión, fuesen de las escuelas de los profetas (2 Reyes 4:23), o las sinagogas en el sentido usual; está en duda.
9. señales—de la presencia de Dios, como el arca, el altar, etc. (cf. el v. 4; 2 Crónicas 36:18; Daniel 5:2). O bien, señales dadas por profeta—(Isaías 3:2; Jeremias 40:1; Jeremias 43:6). hasta cuándo—ha de durar esto. La profecía de Jeremías (Jeremias 25:11), si estaba publicada, no era generalmente sabida ni entendida. Para la generalidad del pueblo, durante el cautiverio, los servicios proféticos ocasionales y locales de Jeremías, Ezequiel y Daniel no hubieran hecho excepción a lo dicho: “no hay más profeta”.
10. (Cf. el Salmo 31:1). nos afrentará—con la burla de estar desamparados por Dios. blasfemar … tu nombre—tus perfecciones, tal como tu poder, bondad, etc. (Salmo 29:2).
11. ¿Por qué dejas de socorrernos? (Cf. el Salmo 3:7; el 7:6; el 60:5).
12. Empero—lit., “Y”, en sentido adversativo.
13-15. Ejemplos de las “saludes”, obras de salvación hechas. hendiste la mar—separó las aguas del Mar Rojo. cabezas de ballenas—Faraón y su ejército (cf. Isaías 51:9; Ezequiel 29:3). cabezas del leviathán—la palabra colectiva, y así es usada de muchos. pueblo de los desiertos—eso es, animales, como los conejos (cf. Proverbios 30:25), que se llaman pueblo. Hay quienes interpretan el pasaje literalmente, esto es que los monstruos de la mar arrojados en tierra seca fueron alimento para los árabes nómadas. abriste fuente—eso es, rajó la piedra de Horeb y la de Cades, para obtener manantiales de agua. secaste—el Jordán, y acaso el Arnón y el Jaboc (Números 21:14).
16, 17. Las ordenaciones de la naturaleza y los límites de la tierra son de Dios.
18. (Cf. el v. 10; Deuteronomio 32:6). El contraste es llamativo: ¡qué tal Dios sea de esta manera insultado!
19. bestias—por compañia de hombres (Deuteronomio 68:10). tórtola—eso es, la mansa y solitaria Iglesia; es decir, la congregación—representada así la Iglesia como el remanente de un ejército, derrotada y saqueada, expuesta a la violencia.
20. Y la prevalencia de la injusticia o anarquía en las tierras paganas es la razón por qué invocar a Dios respecto a su promesa (cf. Números 14:21; Salmo 7:16; Salmo 18:48).
21. no vuelva—de buscar a Dios. el abatido—lit., el quebrantado, avergonzado—(Salmo 35:4).
22, 23. (Cf. el Salmo 3:7; el 7:6). las voces—Dios oye a los malvados para la misma ruina de ellos (Génesis 4:10; Génesis 18:20).