Salmo 97:1-12
1 ¡El SEÑOR reina!
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El escritor celebra el dominio del Señor sobre las naciones y, sobre la naturaleza; describe sus efectos sobre enemigos y amigos; y a éstos los exhorta y anima.
1, 2. Este dominio es motivo de gozo, porque, por mucho que nuestras mentes se aterroricen delante del trono del Rey de los reyes (Éxodo 19:16; Deuteronomio 5:22), sabemos que está basado en principios y juicios justos que son según la verdad.
3-5. Los ejemplos resultantes del terrible juicio de Dios sobre los enemigos (Deuteronomio 83:14) se ven en la manifestación de su omnipotencia en los elementos de la naturaleza (cf. el Salmo 46:2; el 77:17; Habacuc 3:6, etc.)
6. Los cielos—o sus habitantes (Habacuc 50:6), en contraste con las naciones de la frase anterior (cf. Isaías 40:5; Isaías 66:18).
7. Los idólatras son confundidos y avergonzados, porque si los ángeles deben adorar a Dios, cuánto más deben hacerlo los que a ángeles adoraban. los dioses todos—lit., todos vosotros ángeles (adorad) (Isaías 8:5; Isaías 138:1; Hebreos 1:6; Hebreos 2:7). Pablo cita el texto, no como profecía, sino como lenguaje usado respecto al Señor Jehová, quien en la “teofanía” del Antiguo Testamento es la segunda persona de la divinidad.
8, 9. La exaltación del rey de Sión es gozo a los justos y tristeza a los impíos. hijas de Judá—(cf. el Salmo 48:11). sobre todos los dioses—(Salmo 95:3).
10-12. La gratitud por las bendiciones de la providencia y de la gracia deben incitar a los santos (Salmo 4:3) al santo vivir. Están guardadas bendiciones espirituales, simbolizadas por la luz (Salmo 27:1) y el gozo. sembrada—la luz, que brotará y producirá abundantemente para aquellos que solos pueden bien y deben regocijarse en el santo gobierno de su soberano Señor (cf. el Salmo 30:4; el 32:11).