Mirad que no caiga. Esto se refiere a los doctores y maestros de la nueva Iglesia de Corinto; quienes, confiando en su propio saber, no se creían débiles, y presumiendo demasiado de sus propias fuerzas, se exponían al peligro de caer. Véase San Juan Crisóstomo y San Agustín, de dono. Persev. --- La desconfianza en uno mismo es la base de nuestra fuerza. Prevenimos muchas caídas peligrosas cuando nos mantenemos cerca de la tierra por medio de la humildad.

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