Que nadie se engañe a sí mismo. A continuación, les advierte contra sí mismos y les advierte que estén en guardia contra la curiosidad, la presunción y el amor propio, y les dice que subestimen todas las demás ciencias cuando se ponen en competencia con la ciencia de la salvación, el conocimiento del Evangelio. Por lo tanto, parece que algunos de los corintios eran famosos por esa elocuencia humana que tanto estima el mundo, y en consecuencia, el apóstol les descubre el peligro al que se exponen, siguiendo su actual línea de conducta.

(Calmet) --- Si alguno de ustedes parece ser sabio en este mundo. Él insinúa algunos nuevos maestros entre ellos (no a Apolo) que para ganarse la estima de los hombres, habían introducido errores de la filosofía profana, o los falsos principios de la sabiduría humana, que, como les había dicho antes, era una locura en el vista de Dios. Por lo tanto, les dice a esas personas que para llegar a ser verdaderamente sabios, deben volverse tontos, volviendo a la simplicidad de la doctrina del evangelio.

(Witham) --- Que nadie. Es decir, que nadie diga, soy de Pablo, soy de Apolo. Este lenguaje introducirá en la Iglesia de Dios las diversas sectas que existieron entre los filósofos, que se distinguieron por el título de platónicos, estoicos, peripatéticos, etc. (Grocio)

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