Que estábamos cansados ​​hasta de la vida. [2] El griego parece implicar la condición de alguien que no sabe qué camino tomar, sin ver perspectivas de evitar los peligros. (Witham) --- Los sufrimientos que sufrimos en Asia fueron tan grandes, que desesperamos de escapar incluso con nuestra vida. Estábamos en la expectativa diaria de la muerte; como el criminal, que ha sido condenado a muerte, no teníamos esperanzas de escapar, pero confiamos en Dios, que nos ha librado de todo peligro, por tu intercesión, ver.

11. Él alude al tumulto suscitado en Éfeso, y otras aflicciones que le sobrevinieron por ese motivo, que, aunque no se mencionan en los Hechos, (cap. Xix. 24, etc.) fueron de tal naturaleza que lo cansaron de vida. (San Juan Crisóstomo)

[BIBLIOGRAFÍA]

Ita ut tæderet nos etiam vivere, griego: oste exaporethenai. Véase San Juan Crisóstomo, griego: om. B. p. 550.

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