Porque todo lo que sufrimos es por vosotros, para que muchos sean llevados a dar gracias y alabar a Dios por la eternidad. Esto nos anima a no fallar, ni desmayar en la causa de Dios, bajo estas tribulaciones momentáneas y ligeras, que marcan en nosotros por encima de toda medida, un peso de gloria excelso y eterno. Vea el texto griego. (Witham)

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