No llevéis el yugo juntamente con los incrédulos. No quiere decir que deban evitar por completo su compañía, lo que no se podría hacer, pero no tener una amistad demasiado íntima con ellos, no casarse con ellos, evitar sus vicios. Sepárense ... no toquen lo inmundo. No habla de carnes limpias e inmundas, según la ley de Moisés, ni de inmundicias legales, sino de lo que es pecaminoso según la nueva ley de Cristo, y que contamina el alma, como idolatría, fornicación, etc. (Witham)

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