Un altar para quemar incienso. Esta quema de incienso era un emblema de oración, ascendiendo a Dios desde un corazón inflamado. Ver Salmo cxl. 2; Apocalipsis v. 8 y viii. 4. (Challoner) --- El sumo sacerdote ofrecía diariamente nada más que incienso sobre este altar. El día de la expiación tocó los cuatro ángulos con sangre. Se puso frente al pan de la propuesta.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad