Hermosa: aún no ha tenido hijos, aunque debe haber tenido 65 años. Abram actúa con prudencia y no tienta a Dios: si hubiera dado a conocer que la mujer era su esposa, habría expuesto su vida a un peligro inminente, en medio de un pueblo cruel y lascivo; y convencido de la castidad de Sarai, no temió, en lo más mínimo, que ella consintiera en cualquier violación de sus compromisos conyugales.

Por lo tanto, no expuso su virtud como pretendían los maniqueos. (San Agustín, contra Fausto. Xxii. 33; Ciudad de Dios xvi. 19.) (Haydock; Calmet) --- El evento demostró la justicia de las sospechas de Abram, y la interferencia de Dios mostró que él no estaba disgustado con su parte de ocultar de la verdad. ¿Quién puede ser tan simple como para suponer que estamos obligados a explicar todas nuestras preocupaciones a un enemigo? ¿No actuamos todos los días con la misma precaución que hizo Abram, cuando tenemos motivos para temer el peligro? ¿No deseamos, al huir del país de un enemigo, que concluya que estamos dando un paseo de placer? (Haydock)

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