La besó, según la costumbre del país, (cap. Xxiv. 26) habiéndole dicho quién era. No era tan joven, como para sospecharlo culpable de una frivolidad impropia, tener más de 77 años, cap. xxvii. 1. (Haydock) --- En esa época de la sencillez, las hermosas doncellas podían conversar con los pastores, sin sospechas ni peligros. (Menochius) --- Lloró, por ternura, y quizás por su actual incapacidad para hacerle un regalo adecuado. (Calmet)

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