Temeroso. El justo es el primero en acusarse a sí mismo, pero Adán busca excusas en su pecado: echa la culpa a su esposa y, en última instancia, a Dios. (Menochius) --- Tú me diste. Desde entonces, los herejes han tratado al Bien Soberano con la misma insolencia; diciendo claramente, que Dios es el autor del pecado, y que el crimen de Judas no es menos obra suya que la conversión de San Pablo. Vea las obras de Calvino y muchos de los primeros reformadores, Lutero, etc. citado. (Éxodo 8. 15.) (Haydock)

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