Tener el incensario de oro. Lo que se quiere decir con esto es incierto, no se hace mención de un incensario de oro en ninguna parte del tabernáculo hecho por orden de Moisés, del cual habla el apóstol aquí. Algunos dicen que el sumo sacerdote, cuando entraba una vez al año en el lugar santísimo, usaba un incensario de oro, que dejaba allí; pero esto es meramente una conjetura. Otros piensan que junto al incensario de oro es la carne el altar de los perfumes, o donde se quemaban los perfumes, que era, por así decirlo, un gran incensario, y es llamado por la misma palabra griega por Josefo, el historiador; pero luego surge una dificultad, que este altar estaba en esa primera parte llamado el santo, no en el lugar santísimo, a lo que los mismos intérpretes responden, que este altar fue colocado justo a la entrada del lugar santísimo,tener, etc.

como se puede decir que una ciudad tiene fortificaciones que no están dentro de la ciudad misma. --- Y las tablas del testamento o pacto. El arca ciertamente estaba en el lugar santísimo, en el cual [2] estaba la urna de oro con una medida de maná, y la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del testamento, o las tablas de piedra, en las cuales estaban grabadas las diez Mandamientos. Observando que estas tablas estaban dentro del arca: (ver 3 Reyes viii.

y 2 Paralipomenon v.10) de modo que cuando se dice, en la cual estaba la urna de oro y la vara de Aarón, el significado parece ser que en verdad estaban en el lugar santísimo con el arca, pero no dentro del arca. (Witham) --- En el griego es fácil confundir la palabra griega: soiasterion, que significa altar, con el griego: thumiaterion, que significa incensario. Se colocó junto al velo interior, de modo que las nubes del incienso llenaran el lugar santísimo; y por eso lo menciona St.

Paul como figura en el mismo. --- El apóstol describe estas cosas como estaban en el tabernáculo de Moisés construido en el desierto. (Biblia de Vence) --- Vemos con qué gran y continuo respeto y veneración el maná y la vara de Aarón, etc. fueron guardados por los judíos, y ¿no se permitirá que los cristianos conserven con igual respeto los monumentos de las misericordias de Dios y las muestras de la pasión de Cristo? Ver St.

Cirilo, (lib. Iv. Cont. Julianum) donde defiende contra el apóstata, el guardar y honrar la cruz en la que Cristo murió. Véase también en San Jerónimo (ep. Xvii. Cap. 5.) y en San Paulino, (ep. 11.) qué reverencia los fieles en aquellos primeros períodos de la Iglesia rendían a los sepulcros de Cristo y sus mártires, como también a sus reliquias. "Reverenciamos y adoramos [honramos]", dice este último, "los sepulcros de los mártires; y, si podemos, aplicamos las cenizas sagradas en nuestros ojos y boca".

[BIBLIOGRAFÍA]

Habens thuribulum aureum, griego: chrusoun echousa thumiaterion. Josefo usa la misma palabra para el altar de los perfumes, lib. 6. La guerra judía , cap. vi. y lib. 3. Antigüedades judías, cap. vii. Ibídem. [Ver. 4.] En qua, griego: en e. Puede significar lo mismo que cum qua.

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