Que habitan en Judea. La mayoría de los fieles de Jerusalén, que deseaban vivir una vida perfecta, vendieron sus posesiones y pusieron el precio en manos de los apóstoles; y muchos otros, que no habían cedido voluntariamente sus propiedades, probablemente habían perdido la mayor parte en las persecuciones. De ahí surgió la angustia particular de los hermanos en Jerusalén, para el alivio que los gentiles hacían colectas.

Era conveniente que aquellos que habían sido hechos partícipes de sus bienes espirituales, ahora en tiempo de necesidad les administraran su sustancia temporal. (Denis el Cartujo) --- Imitad la limosna de estos cristianos primitivos y provisiónos para otra vida. ¡Oh, cuántos están ahora vestidos de sedas y abundan en placeres, pero están desnudos y desprovistos de todo lo que merecerá ser examinado en el día del juicio! (San Juan Crisóstomo, hom. Xxvi. In Act.)

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