Asesino. En este caso vemos cuán infundados son los juicios de los hombres. Como si la desgracia misma no fuera suficiente para soportarla, el hombre sobre quien caiga cualquier calamidad temporal, también debe ser juzgado como objeto de venganza divina. ¡Cuán crueles y absurdos, pero cuán comunes son estos procedimientos! ¿De dónde puede suceder que el hombre esté tan dispuesto a pensar el mal, tan lento para sospechar del bien en su prójimo? (Haydock) --- No vivir. Los habitantes de la isla, llamados bárbaros, tenían la noción de una Deidad, y también que el asesinato iba en contra de la ley de Dios y de la naturaleza. (Witham)

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