Invocando. Mira con qué armas se defendió San Esteban de la furia de sus enemigos. Se pone caridad por un pedestal, y por eso salió victorioso. Por su amor a Dios, resistió a los judíos enfurecidos; por el amor que tenía a su prójimo, rezaba por los que lo apedreaban. Por caridad, los amonestó de sus errores, para enmendarlos; a través de la caridad, suplicó a la bondad divina que no castigara sus crímenes en su contra.

Apoyándose en la caridad, superó la crueldad de Saulo y mereció tenerle un compañero en el cielo, quien había sido su principal perseguidor en la tierra. (San Falgentius, Serm. De S. Steph.) --- Aquí vemos nuevamente la poderosa intercesión de los santos; "porque", dice San Agustín, "si Esteban no hubiera rezado así, la Iglesia no tendría que gloriarse en un San Pablo. Si Stephanus non sic orasset, Ecclesia Paulum non haberet". (Serm. I. De S. Steph.)

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