Y ahora ya no estoy en el mundo: es decir, ahora dejo el mundo, como a una presencia corpórea y visible; sin embargo, San Agustín se da cuenta de que Cristo dice después (ver. 13.) estas cosas hablo en el mundo: por lo tanto, estuvo todavía por un corto tiempo en el mundo. Y en cuanto a su verdadera presencia invisible con su Iglesia, nos dio esta promesa (Mateo xxviii. 20.) He aquí, estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.

--- Guárdalos en tu nombre, que me diste. [4] Cristo, como hombre, dice San Agustín, pide a su Padre que conserve a los discípulos que él le ha dado, que predicarán el evangelio al mundo. --- Que sean uno, como también nosotros. Estas palabras no pueden significar una igualdad, ni ser uno en naturaleza y sustancia, como lo son las personas divinas, sino sólo para que imiten, en la medida de sus posibilidades, esa unión de amor y afecto.

Vea a San Juan Crisóstomo, San Cirilo y San Agustín sobre estas palabras. (Witham) --- Aquí Jesucristo ora especialmente, para que los apóstoles y su Iglesia se mantengan en unidad de religión y libres de cisma.

[BIBLIOGRAFÍA]

Serva eos in nomine tuo, quos dedisti mihi. Algunos manuscritos griegos tienen en nomine tuo, quod dedisti mihi, griego: o dedokas moi. O, como dice San Cirilo, griego: en onomati sou o dedokas moi. que es lo mismo por grecismo que griego: o dedokas. --- Ut sint unum sicut & nos. San Juan Crisóstomo dice, non æqualitate, sed pro homana facultate, o quantum hominibus fas est, griego: os anthropois dunaton. (hom. Griego: pb. p. 484.) nov. Ed. Ben.

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