Y no vendrás a mí. Cristo ahora les da la razón por la cual no lo reciben a él ya su doctrina, ni creen en él; porque están desprovistos del amor de Dios, llenos de amor propio, envidia, orgullo, buscando alabanza y gloria los unos de los otros. Por tanto, no me recibiréis a mí, que he venido en nombre de mi Padre, enviado para redimir al mundo. Pero si otro, como los falsos profetas, o incluso el mismo Anticristo, que pretenderá ser el Mesías, viene en su propio nombre, a él lo recibirás.

(Witham) --- Es apropiado señalar, que los testimonios aquí aducidos se elevan gradualmente unos sobre otros, y forman un conjunto de pruebas que debe dejar a los judíos incrédulos sin excusa: porque no tienen en cuenta al mismo Jesucristo, ni a Juan el Bautista, ni a la evidencia de milagros, ni a la voz de Dios, ni a las Escrituras, ni siquiera al mismo Moisés.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad