Dibujarlo. No por coacción, ni sometiendo el libre albedrío a ninguna necesidad, sino por los fuertes y dulces movimientos de su gracia celestial. (Challoner) --- Nos atrae al Padre algún placer, deleite o amor secreto que nos lleva al Padre. "Cree y vienes al Padre", dice San Agustín, "Ama y eres atraído. Los judíos no podían creer, porque no querían". Dios, por su poder, pudo haber vencido la dureza de su corazón; pero no estaba obligado a hacerlo; tampoco tenían derecho a esperar este favor, después de los muchos milagros que habían visto. (Calmet)

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