Comentario Católico de George Haydock
Jueces 5:21
Arrastrado. Los protestantes, "los barrieron, ese antiguo río, el río Cisón". --- Cadumim, que los protestantes traducen antiguo, (Haydock) significa también oriental. El primer epíteto parece muy insignificante. Algunos afirman que el Cison dividió sus arroyos alrededor del monte Thabor, y una parte corría hacia el este hacia el lago de Genesareth, que aquí se designa, mientras que la otra desemboca sobre el Carmelo en el gran mar.
Pero no hay prueba de esta afirmación en la Escritura, ni en Josefo. Leemos (Judith vii. 3) de un lugar, que el siríaco llama correctamente Cadmon, y la Vulgata Chelmon, en este vecindario. En lugar de Kedumin, Symmachus y Theodotion leen Kodssim, que el primero traduce como "el valle sagrado". Muchos del ejército (Calmet) de los reyes, y quizás también de Sisara, (Haydock) que intentaban escapar, se ahogaron en la Cison. (Calmet)
Ver 22. Roto ( ceciderunt) "se cayó", los cascos se fracturaron por el camino duro, mientras que los jinetes galopaban a toda velocidad. (Haydock) --- Algunos traducen el hebreo, "los cascos de los caballos hacían ruido como el de un martillo golpeando un yunque, a causa de la prisa de los fuertes que los empujan hacia adelante". Quadrupedante putrem sonitu quatit ungula campum, ya que Virgilio intenta imitar el sonido en verso.
Otros, "el casco ... fue roto por la precipitación (Calmet) (Protestantes, brincos, los brincos de los poderosos; Haydock) de los que huyeron". Antiguamente, observa Jenofonte, los caballos no solían herrarse con hierro. En consecuencia, los pies de Bucéfalo estaban muy gastados. Sin embargo, algunos tomaron la precaución de defender los pies de sus caballos con bronce, (Homero) o hierro, en forma de medialunas. (Eustacio) --- Nerón calzó sus mulas con plata; (Suetonio) y Popea, su esposa, tenían zapatos de oro para sus bestias más delicadas. Soleas ex auro quoque induere solebat. (Plinio, [¿Historia natural?] Xxxiii. 11.) --- Sin embargo, muchos caballos excelentes en Arabia y Tartaria nunca se calzan. (Taberna. T. i. B. ii. 5.)