Entonces, ¿cómo es que muchos oran y no reciben? A esto respondemos, que si se acercan de manera adecuada, y observan las condiciones necesarias de la petición, indudablemente recibirán lo que piden; pero si, por el contrario, se desvían de esta regla y no piden, como deben, no recibirán; porque como dice Santiago, pides y no recibes, porque pides mal.

(Cap. I.) Pidiendo cosas que son perjudiciales para su bienestar; o, si por bendiciones espirituales, no las recibe, a causa de sus malos motivos. (Orígenes en Santo Tomás de Aquino)

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