Con frecuencia, nuestras peticiones no son atendidas de inmediato, para que nuestra seriedad y asiduidad aumenten; para que aprendamos a estimar los dones de Dios y a conservarlos con cuidado, porque todo lo que obtenemos con trabajo, lo preservamos con cuidado, no sea que al perderlo perdamos también nuestro trabajo. (San Basilio en Con. Lunes)

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