Cíñase sus lomos; es decir, esté preparado para caminar por el camino de la virtud; una comparación tomada de la costumbre de los orientales, que se ceñían sus largas vestiduras cuando se ocupaban de cualquier negocio. (Witham) --- Después de que nuestro divino Salvador había dado a sus discípulos tan excelentes instrucciones, desea llevarlos aún más lejos en el camino de la perfección, diciéndoles que mantengan ceñidos sus lomos y que estén preparados para obedecer las órdenes de sus discípulos. Maestro divino. Con las lámparas encendidas en sus manos quiso insinuar que no debían pasar sus vidas en la oscuridad, sino dejar que sus luces brillaran ante los hombres. (Teofilactus)

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