Con este ejemplo se quiere decir la ira de Dios, que los judíos levantaron contra sí mismos por su impiedad hacia su Mesías. El hacha está puesta a la raíz del árbol, porque las ramas ya están cortadas; pero el árbol no fue desarraigado, porque un remanente de Israel será salvo. (San Cirilo, lib. 3. sobre Isai. Xl.)

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