Aquí San Mateo relata la historia de los dos endemoniados, mientras que San Marcos y San Lucas hablan solo de uno; pero el hombre mencionado en estos dos evangelistas era un hombre de cierta consideración y trascendencia, por cuya cura el país estaba profundamente interesado. (San Agustín, de concord. Evang.)

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad